Pov Allison
Había rechazado todas las llamadas que Justin me había hecho desde que le había propuesto hablar con Skype, pero aún no estaba lista.
¿Dónde estaba aquel conjunto de ropa interior que me regalaron?
Vuelvo a abrir por tercera vez el cajón y como si de un milagro se tratase, ahí estaba.
-Oh dios, me estoy convirtiendo en mi madre- susurro mientras me coloco aquel conjunto de encaje negro que nunca había estrenado.
Justin: Porqué me cuelgas?
Justin: así no me ayudas
Allison: 1 min, estoy preparando una sorpresa
Justin: Ahora sí que quiero que aceptes de una vez la maldita llamada
De nuevo en la misma posición que la primera vez, semi desnuda, con mi pintalabios rojo favorito, algunos dirían que me vería como una puta, pero seamos realistas todas tenemos una perra interior que desea salir vestida de encaje, subida a unos tacones bien altos, labios rojos y un tío cachondo que desea comerte entera.
Acepto la llamada impaciente al segundo de que se produjera.
-Ya era hor...-Justin se queda callado mirándome con notable- oh dios, creo que he muerto
Rio divertida mientras le observo, está sentado en la misma silla que en nuestra primera llamada, vestido con lo que a primera vista parece el traje con el que trabaja, pero con la camisa desabrochada hasta mitad de su pecho y el pelo totalmente despeinado.
-¿Te gusta?- pregunto posando cual modelo de ropa interior
-Levántate, quiero verte entera
Coloco el ordenador mirando a la pared, para luego levantarme de la cama y posicionarme delante de la cama, giro sobre mi misma intentando apartar la mirada de sus ojos lo menos posible.
-Estoy seguro de que podría llegar a correrme sin necesidad de tocarme- expone Justin con voz ronca- solo mirándote.
No sé si es por el calor de verano o por sus palabras, comienzo a sudar débilmente y a notar como las prendas empiezan a sobrar.
-Dije que te iba a alegrar el día- recuerdo volviéndome a sentar en la cama- ¡Sorpresa!
-Y lo estás consiguiendo- dice Justin bajando débilmente la cámara para que enfocara a su creciente erección
-Quítate la camisa- ordeno
-¿Tengo que llamarte ama o algo parecido?-pregunta divertido
-Tú quítatela- insisto
Justin se desabrocha los pocos botones que le quedaban y deja caer la blanca camisa el suelo. Me muerdo el labio observando embobada cada musculo de su cuerpo.
-¿Y ahora qué hago mi señora?- pregunta sonriendo pícaramente
-Los pantalones
Se levanta de la silla provocando que la cámara solo enseñara de cintura para abajo, en menos de 10 segundos, los pantalones corren la misma suerte que la camisa, revelando así la ausencia de ropa interior.
-Siéntate-vuelvo a ordenar
-No es justo- expone- yo ya estoy desnudo y tú no
-Shh- lo callo poniendo mi dedo índice en medio de mis labios- hoy mando yo
Me asombro de mi misma, hace semanas ni se me hubiera ocurrido desnudarme delante de un desconocido y ahora estoy planeando excitar lo máximo posible a un potente y estresado dios griego