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Justin llevaba varios minutos sentado en la silla de la cocina, acariciando a Esther, mientras esperaba a que Allison acabara de preparase, había decidido anular la reserva del restaurante y retrasarla hasta ese día, y ahora se arrepentía, ¿cómo podía ser posible que tardara tanto en alistarse?

-Te apuesto el paseo mañanero a que no llegamos a la hora- dijo a la cachorro, esta le contesto con un intento de ladrido, que provocó que el rubio riera animadamente- trato hecho.

-Ya estoy

Justin se giró en dirección a la voz, encontrándose a una Allison completamente diferente, se había recogido el pelo en un pequeño moño deshecho de donde caían varios mechones que adornaban sus hombros, un largo e impoluto vestido rojo se ceñía a su cuerpo, dejando ver sus increíbles curvas. El rubio se quedó mirándola asombrado, le era imposible no apartar la mirada aunque lo intento varias veces, provocando que Allison se sonrojara notablemente.

-Estás... oh dios... estás increíblemente guapa- Justin negó con la cabeza mientras abría la puerta y cogía las llaves del coche- lo sé, lo sé, amigos...

Algo dentro de Allison la recriminó el haberle pedido tiempo, no se había dado cuenta de lo mucho que echaba de menos que la mirara con deseo hasta el momento en el que vio como Justin se recolocaba el pantalón e intentaba con nerviosismo que ella no notara su erección.

-Emss... ¿hola? ¿Tú quién eres?- pregunto Justin al joven que ocupaba el lugar de Clay

-Hola, soy Arthur, Clay me está enseñando el negocio, dentro de poco se va a jubilar y quieren que esté bien preparado-Allison le miro sonriente, saludándole con la cabeza, mientras que Justin le miraba con desconfianza -¿Quiénes sois?

-Empezamos bien...- susurró Justin a Allison ganándose un golpe de parte de ella

-Allison y Justin, vivimos...

-15B, os tengo aquí- señaló el ordenador- encantados, cualquier cosa me decís

Ambos asintieron y salieron del edificio sin decir ni una palabra. La forma en la que Arthur había mirado a Allison había hecho que los celos comieran por dentro a Justin que refunfuñaba molesto.

-Quieres alegrar la cara- expuso ella a escasos metros del coche- parece que has visto un muerto

-Si lo he visto si- contesto con seriedad- cómo siga así no le queda mucha vida, eso te lo digo yo

-Pero si el pobre muchacho no ha hecho nada

-Lo que faltaba ya, casi le saco los ojos, si llega hacer algo, se traga las tripas

Allison rio divertida mientras observaba como Justin susurraba cosas sin sentido y se adentraba en el coche.

-¿Llegamos a tiempo?- Justin asintió- puedo poner música- volvió a asentir- me encanta que estés celoso

-No lo estoy, solo que no me gusta que te miren como si fueras un objeto, estoy replanteándome el volver a casa y encargar unas pizzas

Allison rio divertida provocando que la ira del rubio creciera por momentos, sabía que podía llegar a ser divertido, pero odiaba que cuando algo le molestara, los demás vieran algo gracioso en él.

-No seas idiota....- susurró ella mirándose en el pequeño espejo que tenía en el bolso y retocándose el pelo- Además como sigas comiendo tanta basura, te pondrás gordo

-Le diré a la Señora Smith que has llamado a su comida basura

-¡No!

Aquella señora se había ganado el cariño de los dos en un abrir y cerrar los ojos, vivía sola en el apartamento de al lado y no dudaba en hacerles compañía cuando sus hijos no iban a visitarla, aún no estaba acostumbrada a cocinar solo para una persona, después de la muerte de su marido, y tampoco hacía por cocinar menos cantidad, lo que sobraba lo repartía entre los jóvenes de la comunidad, y más en específico a sus vecinos más cercanos. Lo hacía sin pedir nada a cambio, aunque Allison pillo en varias ocasiones a Justin metiendo dinero en el buzón de la señora, aunque lo negará, no quería que todo el esfuerzo de ella no fuera recompensado.

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