Allison comenzó a correr como si la vida le fuera en ello, sin importarle que las llaves de su casa se hubieran quedado en la mesilla del descansillo, ni que aún llevara el pantalón que usaba para estar en casa el cual estaba roto por varias partes.
Había llamado al trabajo de Justin para pedir ayuda a su compañero de trabajo, William, quien encantado se había encargado de informarla en cuanto supo que su amigo había sufrido un accidente y había sido trasladado de urgencia al hospital más cercano.
-¿Eres William?- pregunto al moreno que esperaba apoyado en su coche en frente de su casa.
-¿Allison?- ella asintió- vamos, nos espera un largo camino.
Ella entró en el auto sin pensarlo dos veces, temblando notablemente, William se dio cuenta de ello, posó su mano libre en la rodilla de ella, intentando tranquilizarla mientras conducía lo más rápido que podía.
-¿No puedes acelerar un poco?
-Allison, no quiero acabar en el hospital haciendo compañía a Justin- al instante se arrepintió de haber dicho eso- lo siento, solo quería ser gracioso.
Ella negó con la cabeza, mirando su propio reflejo en el retrovisor, se veía horrible, el resto de maquillaje que adornaba su rostro se había movido notablemente, haciéndola ver como si un mapache hubiera decidido ser hombre por una vez. Su pelo estaba aún recogido aunque varios mechones se habían caído de sus horquillas, pero aún aguantaba. Se dió cuenta de que iba medio vestida, llevaba la camiseta más cara que había encontrado en el armario, la cual resaltaba sus pechos y conjuntaba con su piel, pero no lo hacía con el resto del look.
No había sido culpa de ella enterarse de ello cuando ya se estaba cambiando, pero eso no evito sentirse avergonzada al darse cuenta de la cantidad de rotos que llevaba sus pantalones y lo desteñidas que estaban sus playeras.
-¿Falta mucho?
-No, estamos llegando
Suspiraron al mismo tiempo cuando el semáforo se puso en rojo, haciendo que se desesperaran aún más.
Allison iba asustada, sabía perfectamente lo que estaba pasando, pero William iba aterrorizado, no tenía ni idea de que iba a encontrarse, ¿Su amigo estaría de una sola pieza? ¿Qué había pasado? ¿Qué tenía que ver la chica que tenía sentada a su lado?
-Llegamos- antes de que hubiera acabado de decir la palabra, Allison saltó del coche corriendo hacia recepción- ¡Allison! ¡Allison espera!- esta frenó al notar la mano de William en su brazo- Trabajo en un hospital, Allison, sé cómo van estas cosas, no puedes entrar corriendo y exigir a todo el mundo que te informe, así no van las cosas- ella asintió- así que aunque te cueste, ¿podrías dejarme a mí los tramites dentro del centro?
-Lo siento, solo quiero saber si está bien.
William le sonrió débilmente y caminó a su lado hasta estar en frente de una señora con gafas y pelo raramente rizado.
-Buenos días, ¿Qué necesitan?
Los tres sonrieron intentando ser amables mutuamente
-Me han informado de que mi amigo está ingresado aquí, ha tenido un accidente y le trajeron
-¿Nombre?
-Justin, Justin Bieber
La señora no tardo más de 10 segundos en escribir el nombre en la computadora, pero Allison estuvo a punto de gritarle que se diera prisa.
-Sí, ha llegado hace unas dos horas, está en la UVI, todo recto a la derecha- informó al ver como la pareja le miraba sin saber por dónde tenían que ir
-Gracias
Anduvieron en silencio, hasta que se encontraron una puerta impidiendo el paso, solo entonces se miraron encontrando la fuerza que necesitaban y empujaron juntos, encontrándose un pasillo aún más largo del anterior, la única diferencia es que médicos salían y entraban de las habitaciones con cara de preocupación.
-No pueden estar aquí- expuso una chica empujándolos de nuevo a la puerta
-Por favor, déjennos verle, le vemos y nos vamos, lo juro, por favor, solo verle aunque sea a través del cristal, por favor- suplico Allison agarrando la mano de la muchacha
-¿Por quién preguntan?
-Justin Bieber
-¿El del accidente de coche?- asintieron- el doctor está con él ahora mismo, se acercaran a mirar por la ventana y al minuto se volverán, no pueden estar aquí- recordó- tienen que esperar como todos a que les suban a planta
Allison abrió la boca para protestar, pero William fue más rápido que ella.
-Se lo agradecemos, no tardaremos más de un minuto
Siguieron a la chica hasta el final del pasillo, donde se paró bruscamente y señalo el reloj, dándole a entender que literalmente no tendrían más de 60 segundos.
William se acercó primero a la ventana, se quedó pálido al instante y en cuanto vio como Allison se movía hacia él, se acercó a ella y la alejo.
-William no me jodas, déjame- chillo llevándose varias miradas de los paramédicos- William aparta- este negó con la cabeza- te juro que como no me dejes mirar, cojo lo primero que encuentre en ese carro- dijo señalando el carrito de las enfermeras- y te corto los huevos
-Allison, en serio, no tienes por qué estar aquí, esperemos a que le suban a planta
Ella negó y con un rápido movimiento consiguió esquivar al chico y se asomó por el cristal.
Justin estaba tumbado en una camilla con sábanas blancas, varios tubos salían de sus brazos y de su boca, tenía un feo corte en su pálido cuello, su mano derecha estaba vendada, y su torso estaba adornado por varias gasas llenas de sangre por causa de una herida profunda.
Allison miró atenta como los médicos intentaban conseguir que dejara de sangrar, dos de ellos sustituían las gasas por nuevas, mientras negaban con la cabeza, un tercero mezclaba un líquido extraño en el suero que colgaba de una barrilla de metal.
Ella dejo de escuchar lo que William susurraba en su oído, solo escuchaba el ruido que hacia el respirador artificial y el monitor que informaba de que él aún seguía vivo.
Pi... pi... pi...
Lágrimas comenzaron a caer como si hubieran abierto un grifo a su tope.
Un médico se acercó a la puerta y corrió hacia la habitación continua, llevándose con él a otro compañero, quien entró junto a él posicionándose al lado de Justin.
-Tenemos que irnos Allison- ella negó- por favor, Allison, está en buenas manos- volvió a negar- será mejor que dejemos que sigan con su trabajo.
-Todo es mi culpa- sollozo mientras apartaba la mirada del rubio y la dirigía a su compañero- yo debería estar ahí, no él.
Sintió un sudor frio en su nuca y de nuevo no escuchó lo que William y la enfermera le decían, les veía mover la boca, pero no escuchaba nada, ni si quiera notó los brazos de William cuando cayó al suelo inconsciente.
Editado