Iba a ser un gran día, Allison se había despertado con una gran sonrisa dibujada en su rostro. Se sentía con fuerzas para hacer todo lo que tenía en mente. Había planeado todo aquello desde que sabía que Justin volvería a casa.
La mesa estaba minuciosamente decorada, había desechado el encender velas, quería que fuera una cena de reconciliación, no una romántica, solo quería pedir perdón por lo sucedido días antes, comer, reír, sonreír y volver a disfrutar de su vida juntos.
No estaba segura de sí el pollo al curry que se calentaba al horno, supiera bien y mucho menos de que no acabara envuelto en llamas, por eso, había trasladado su escritorio al suelo de la cocina, trabajando en su "proyecto secreto" mientras vigilaba la comida.
Justin llegó más tarde de lo norma, había hecho horas extras con tal de conseguir un día libre.
Solo el cachorro fue a recibirle.
Una sensación de pánico se apodero de él a no recibir respuesta de la chica, habían discutido horas antes, era lógico que estuviera enfadada, pero ante todo la educación.
-¡Allison!- era la cuarta vez que llamaba y no recibía respuesta.
Entro en el dormitorio con la esperanza de encontrarla en medio de una de sus sesiones de meditaciones donde ignoraba a todo el mundo y no abriría los ojos hasta que acabase.
Nada, la casa estaba vacía.
Se quitó la chaqueta y los zapatos al mismo tiempo que marcaba el número de teléfono, no tardo en escuchar una melodía en el salón.
-Joder, Als, todo el día con el móvil en la mano y hoy no
Abrió la única puerta que le faltaba.
Ella se encontraba en la esquina de la cocina, apoyada en una silla con el portátil en las piernas, una conocida canción sonaba débilmente y ella profundamente dormida.
Justin se acercó a ella despacio, levantó el ordenador de su cuerpo y al dejarlo en la mesa, encontró todo lo planeado, vasos y platos estaban colocados de una forma perfecta, el pollo en una fuente partiendo la mesa en dos y en una esquina, una botella de vino.
Sonrió embobado cuando se dio cuenta de todo.
Se había quedado dormida esperándole.
Se despertó cuando Justin comenzó a andar con ella en brazos.
-No- susurro adormilada- hice.. hice... cena para... arreglar lo nuestro
-Lo sé, gatita, lo sé
Se acurruco entre los brazos del chico, disfrutando del aroma y la tranquilidad que transmitía. Había echado mucho de menos estar tan cerca de él. No había pasado más de 8 día viéndose débilmente una hora al día, pero había sufrido como si hubieran alejado de ella el ancla que la mantenía en tierra. Muchas noches se despertaba asustada y la única forma de tranquilizarse y volverse a dormir, era coger una de las camisetas que Justin se había dejado en el armario y aspirar su aroma.
-Pues vuelve a la cocina
-No- rectifico- vamos a darnos un baño y luego comemos
-Pero un baño me va a dormir más- indicio haciendo un puchero cuando Justin la dejo sentaba en el lavabo y se dirigía a llenar la bañera.
Justin se desvistió bajo la atenta mirada de Allison, quien aprovecho la ocasión para observar de nuevo como se contraían cada uno de los músculos del chico cuando se movía.
Una película que estaba dispuesta a ver una y otra vez el resto de su vida.
-Levanta los brazos- ordeno Justin sonriendo débilmente, Allison obedeció como una niña pequeña, sin pensárselo dos veces. Él tiro de la única prenda que adornaba el cuerpo de la chica- oh, esto no me lo esperaba- susurró mirándola felizmente