Justin levantó la mirada del montón de papeles que tenía esparcidos por la mesa, cuando escuchó unos débiles golpes en la puerta.
-Hola- dice Allison entrando en la sala cortando el aire con sus caderas hasta llegar al diván y tumbándose en él
-Hola preciosa
-Tengo un problema muy gordo doctor- expone- necesito ayuda
Justin se acerca a ella, sentándose a su lado, intentando con todas sus fuerzas no sonreír pícaramente.
-Cuéntame
-creo que mi problema viene de mucho atrás, de mi infancia- informa- a mí siempre me han gustado los chicos malos, con sus tatuajes, piercing, su moto, su facha de sucio vikingo, esos chicos que les ves por la calle y quieres cambiar de acera ¿sabe a lo que me refiero?- Justin asiente mirándola detenidamente- pues es que hace unos meses, encontré un chico que hace que mi cuerpo cosquille hasta el punto de volverme loca, empieza por aquí- señala su pecho- y va bajando hasta llegar aquí- baja su mano lentamente hasta llegar a su entrepierna- y luego vuelve a subir y a bajar y así hasta que no sé lo que ocurre a mi alrededor- expone mientras su mano recorre el mismo recorrido una y otra vez, ¿cree que es muy grave?
Justin se acerca lentamente a ella, mientras esta le mira sonriendo
-Pues lo siento, pero si, es muy grave, creo que debería ir a su casa, tumbarse en la cama y dejar que la cure- expone haciendo como si escribiera en su libreta
-¿Me voy a volver loca, doctor?
-Por desgracia si y será peor, se pondrá agresiva, chillará, llorará, arañará...
-Entonces será mejor acabar con todo esto
Allison se sube a horcajadas rápidamente encima de Justin y sin pensarlo dos veces, se besan con dulzura, informándose mutuamente lo mucho que se necesitaban.
Cuando la falta de oxígeno les hizo separarse, Justin se levanta de la silla, provocando que ella se separara de él y con agilidad coge todo lo necesario y la guía hacia la puerta.
El camino hacia la casa de Justin se pasa rápido, entre pequeñas caricias traviesas entre los dos y besos apasionados cada vez que el semáforo rojo les hacía parar.
En cuanto las puertas del ascensor se cierran ante sus espaldas, Justin empuja a Allison contra la pared de espejos y devora su boca exigiendo que ella cayera a sus pies.
-Soy tuya- gime Allison entre los ataques de su lengua.
Los dos rápidamente entran en éxtasis.
-¿Estás mojada?-pregunta el rubio mientras sube la mano por el muslo de ella e introduce los dedos en sus bragas de encaje-Oh si.. si que lo estás
Los músculos de Allison se contraen con fuerza cuando la penetra con el dedo.
-Más- suplica sin pudor
-¿así?- saca el dedo para meter dos, con fuerza intentando llegar lo más hondo posible- ¿Así, preciosa?
La muchacha echa la cabeza hacia atrás, rezando para que nadie llamara al ascensor, con la boca abierta y los ojos cerrados.
-Si, si, así.
-¿O prefieres esto?- pregunta agarrándole la mano y llevándosela a su erección.
Allison sin pensarlo dos veces, desabrocha la bragueta, mete la mano en su bóxer y coge su erección caliente y palpitante.
-No me has contestado- dice entre jadeos
-Prefiero esto- aprieta la base y, sin aflojar la mano, sube hasta el glande- te quiero dentro de mí.