El baño de chicos

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El rubio besaba a la joven, besos largos y apasionados.

Ella correspondía como podía, sabia que es lo que había hecho para que su amado se pusiera como loco. Pero, ¿no se supone que fingirían?

—Eres mía Marinette—susurro—Solo mía my Lady— seguía besandola —Y se lo recordaré ahora— sentencio.

Los besos comenzaron a bajar de zona, pasando a su cuello, la azabache se estremecía , el sabia como hacer que se perdiera su cordura, era bueno en eso, y ya lo había demostrado.

—Ga...gatito... A...qui no...—intentaba formular entre jadeos. Sabia que si el continuaba eso no terminaría en nada bueno.

El por su parte seguía besándola, metió una de sus manos bajo la blusa de esta. Tocando su suave espalda, provocando que la muchacha diera ligeros saltitos consecuencia de esto.

— Adrien...—Gimió , el susodicho se estremeció, oírla decir su nombre Hacia que sus hormonas se alocaran más.

La deseaba, y mucho, no aguantaría, quería demostrarle que era de el y que nadie mas tenia derecho a tocarla. ¡Nadie!

— Bichito—susurro en su oído con un tono tal que la chica gimoteo, sonrio—Te importaría que yo... —

Su acompañante lloriqueo de nuevo, estaba comenzando a odiar ese tono de voz, la volvía loca. Era tan jodidamente sexy, que si el seguía terminaría acabando solo con oírlo. Y eso al rubio no le gustaría.

Sintió como una masa fria debajo de su blusa subía por su vientre, llegando a uno se sus senos, sin duda era la mano del chico.
Comenzó a masajearlo sobre el sosten

—Sabias que me encantas— después mordio el lóbulo de su oído. Ella solo se tirito, tenia que parar, pero no quería, le encantaba esa sensación.
Sin embargo estaban el los baños de la escuela, alguien podría oírlos, el chico pareció leer su mente.

—No te preocupes—menciono mientras subía la blusa de la chica hasta la altura de sus pechos, dejándolos ver, los beso sobre el sostén, ella se estremecía. Aquel joven sonrió— Aquí casi nadie viene, y ese imbécil no nos encontrara—la beso de nuevo.

Como si las palabras la hubieran tranquilizado, comenzó a dejarse llevar.

Aquel chico subió el sostén dejando expuestos los pechos de la azabache, quien estaba sonrojada. Con una de sus manos comenzó a masajear, ella respiro ondo cuando sus dedos comenzaron con la acción sin llegar a tomarlos. Arqueo su cuerpo en forma instintiva haciendo que sus pechos se apretarán contra las manos del rubio.

Ella sentía que sus pezones seguían sensibles por lo de anoche.

Adrien solo río

— Te gusta my lady—la chica gimió como respuesta. Sonrió de nuevo. Con su otra mano comenzó a desabrochar el pantalón rosa que su acompañante traía y que el consideraban estorboso.

Una vez realizada esa tarea metió la mano dentro del mismo, la chica ahogo el sonido que quería salir de su boca, sentía los largos y fuertes dedos del rubio rosando su intimidad, ella sin darse cuenta comenzó a mover sus caderas al ritmo que su acompañante marcaba.

Una tras otra sentía como el extacis llegaba. Mientras el la observaba

—¡Oh!No, bichito, a un no— menciono mientras sacaba su mano del pantalón ajeno.

Marinette no lo podía creer, el le había insistido tanto y ahora la torturaba de esa manera.

El la beso, amaba hacerla sentir de esa forma. Que ella se diera cuenta que lo necesitaba.

—Quiero estar dentro de ti princesa— menciono con un tono ronco, jugando con la entonación de cada palabra.

Dupaing apretó los ojos fuertemente intentando controlar su respiración, que hasta el momento se encontraba bastante agitada.

Adrien la tenia a su merced, que con cualquier cosa que el le dijera, ella caería rendida.

Sintió a su pantalón junto con su ropa interior deslizarse por sus piernas y llegar al suelo. El Agreste iba en serio con lo de querer estar dentro de ella.

Sin dejar de mirarla, tomo una de sus piernas y la alzó pasándola a su hombro. La chica no daba crédito a lo que veía. ¿Realmente iban a hacerlo ahí?

No podía huir, y tampoco podía negarse, intentaba mentirse y que la cordura regresara. Todo era en vano.

Estaba tan perdida en sus pensamientos que no se percato cuando el chico desabrochaba su propio pantalón para después empezar a rosar su intimidad con la suya.

Una fricción suave pero a la ves brusca. Sus jadeos apenas hacían que lograra oír la risilla de sadisfaccion del rubio.

- My lady, me encanta que este tan mojada para mi- La chica solo al cansó a gemir.

El rubio escuchó eso y mando toda su cordura al carajo, no aguantaría mas, y aunque al principio solo quería dejar todo en unos cuantos roces, su deseo se le había salido de las manos.

La necesitaba y ¡ya! Con su mano libre tomo su erecto miembro y lo dirigió a la entre pierna de la chica.

Sin preguntar nada, solo la beso, al tiempo en que la penetraba lentamente. La azabache ahogo un gemido gracias al beso.

La chica se estremeció nuevamente al sentir como algo se introducía en ella.

Fue entonces cuando el comenzó a moverse, suaves envestidas, intentando que su chica comenzara a sentir el mismo placer que el.

La azabache lo tomo del cuello, seguía sin creer que estaba haciendo todo eso en el baño de chicos.

Sintió como los movimientos se hacían mas bruscos, como las sensaciones empezaban a inundar su ser.

Los gemidos de la chica incrementaban de frecuencia y de volumen, el rubio besaba su cuello a la vez que con una de sus manos tomaba uno de sus pechos y jugaba con el.

El empezó a moverse muy de prisa, hasta el fondo, embistiendo una y otra vez. Ella solo gimoteaba.

- Eres mía princesa,solo mia- hablaba con voz áspera, dura y salvaje.

Sus palabras hacían eco en la cabeza de la chica. Era de el y eso nunca lo negaría, lo amaba y eso no cambiaría tampoco.

De pronto unas voces se oyeron provenientes de la sala de casilleros.

- Ya te dije que Adrien fue a una sesión de fotos...

-No te creo, se como ese rubio mira a mi novia.

Ambas voces entraron al baño, los chicos se tensaron de inmediato

¡Joder! Pensó el rubio, miro a los ojos a la chica, quien estaba realmente asustada. Una idea llego a su cabeza. Sonrió ampliamente. La chica lo miraba sin entender ¿Es que acaso no se había dado cuenta que estaban muertos?

-Juguemos a un algo bichito- susurro al oído de la chica, ella solo abrió los ojos como platos, al escuchar la propuesta del Agreste.

Solo sígueme [Marinette x Adrien/Chat Noir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora