Solo sígueme [Marinette x Adrien/Chat Noir]

Y ¿Ahora que?

La tarde llego. Una muy ilusionada y también sonrojada azabache se encontraba probando ropa en su cuarto.

El rubio había dicho que irían a dar un paseo. Y ella quería verse bien

Se miro de nuevo en el espejo, aquel conjunto le había gustado. Tikki era genial dando consejos. Y en moda, no se que daba atrás.

Ese short de mezclilla, combinaba a la perfección con la blusa blanca holgada que tenia puesta. Algo raro en ella. Pero la situación lo ameritaba.

Se sentó en la su cómoda silla, cepillando su cabello. Su teléfono sonó. Alguien llamaba.

Adrien pensó, esbozo una sonrisa. Y sin dudar tomo el teléfono muy emocionada. Contesto.

- ¡Hola!- musitó con alegría

- ¡Hola! Marinette- sonó al otro lado de la linea. Su sonría se desvaneció un poco. Intento seguir con una falsa alegría.

- Nathaniel ¿Que ocurre? - pregunto intentando llegar al grano.

- Pues...-mencionó apenado- Yo quería invitarte a un lugar - la azabache enmudeció.

Esa oración estaba arruinando los planes con el rubio. ¿Que debía hacer? ¿Salir con su novio? ¿O salir con su verdadero amor?

-¿ Marinette? - preguntó aquel pelirrojo al otro lado de la línea.

-Si... Sigo aquí...

- ¿Y bien? - menciono feliz

- Yo...yo...- musitó - No lo se...

- Perdona que te avise a estas alturas, supongo que tienes otras cosas que hacer- su voz sonó triste. Si, ese chico era muy lindo con ella, y escucharlo de esa forma la hacia sentir mal.

Suspiro.

-No... Esta bien...- miro a la kwami a su lado, quien hacia muchas señas con sus pequeñas manos.

Tikki sabia que si aceptaba, algo malo pasaría. Y sus presentimientos rara vez se equivocaban.

La chica la miraba sin entender.

- ¿Te parece a las 6?- musitó con falsa emoción. La criaturita se golpeo la cara. Su portadora era algo despistada.

Escucho la respuesta de el pelirrojo, asintio y colgó.

Se miro en el espejo y suspiro. Sabia que al menos su atuendo no se desperdiciaría del todo.

- Quería que Adrien me viera...
Miro al suelo y sintió un escalofrío. Adrien pensó.

La preocupación la inundo, que le diría ahora. Miro a todos lados buscando su móvil. Para darse cuenta que aun lo traía en mano.

Lo prendió y selecciono el numero del rubio dispuesta a llamarle. Pero ¿Que le diría?

Se suponía que ella había perdido la estúpida apuesta. Sin darse cuenta su rostro se coloro. Tapó su rostro con. Sus manos. La apuesta.

Se dio cuenta que llamarlo no seria una buena idea. Camino de prisa de un lado a otro, ninguna idea era buena. Ella estaba muerta. Maldecía el momento en que se metió en tales líos.

Ella nunca imagino en encontrarse en tal situación. Se sentía sucia, en el sentido de engañar a alguien que siempre se preocupó por ella. Y sus sentimientos eran sinceros.

- Que vergüenza Marinette- se dijo a si misma, miro a su acompañante. Quien solo la veía con reproche. Al parecer tikki también sentía vergüenza de ella.