Nuestro secreto.

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La azabache se levanto tomando una de las sabanas intentando cubrir su desnudo cuerpo a la ves que intentaba no moverse demasiado, no quería despertar a su acompañante, pero un punzor en su vientre se lo impidió.

Un leve gemido salio, pero a diferencia de los de esa noche, este era de dolor. Suponía que tenia que ver con que todo fue gracias a su primera vez.

Miro de reojo el reloj de su teléfono. Eran las 7:40, eso significaba que las clases iniciarían en 20 min. Agradecía mentalmente que la escuela estuviera cruzando la calle y que esta misma tuviera preparatoria en el mismo edificio.

Un escalofrío, provocado por un beso en sus hombros la saco de sus pensamientos, miro en esa dirección encontrándose con el rubio.

—¿Qué pasa princesa?—pregunto con un tono pícaro, mientras seguía besando su hombro llegando a su cuello.

—Tenemos... 20 minutos... antes de clases—Intentaba decir, pero las acciones del chico la hacían estremecer.

—Eso es malo, yo no hice la tarea sabes—comento a forma de broma, la chica solo sonrió.

Ambos se levantaron de la cama, no sin antes besarse de nuevo.

Adrien levantaba su ropa del suelo mientras Marinette tomaba una ducha rápida y salia para preparar el desayuno. Una vez abajo se encontró con los dos kwami. Conversando sobre la mesa.

Eso la sorprendió ¡Joder! Pensó, se había olvidado de ellos. Tikki se percato de la presencia de la joven y la miro.

—¡Buenos días Marinette! — sonreía, su pequeño kwami acompañante comenzó a reír.

Tikki veía a Plagg con reproche, la chica paso de largo y empezó a preparar la comida.

—¡Oye!— se defendió la criatura—Fue muy gracioso —vocifero.

— ¿Qué fue tan gracioso Plagg? — pregunto el rubio, mientras llegaba y miraba a una Marinette apresurada

—¡Oh! ¡Adrien más! ¡Ah!— imitaba el pequeño gato negro, la kwami rosada en mudecio y se torno más roja, por su parte ambos chicos se quedaron estáticos ante el comentario. Si eso había escuchado la pequeña criatura ¿Habrían escuchado los vecinos?

Plagg reía mas. Los humanos eran tan divertidos.

Marinette intento disimular. El rubio no sabia que decir. Veía a Tikki regañando a su semejante.

—¡Plagg! ¡Por favor callate! —musito

— ¿Qué me calle? — Pregunto haciéndose el ofendido —Callalos a ellos Tikki, ni siquiera nos dejaron dormir

La kwami le aventó un pedaso de queso

—Qu...que tal si mejor desayunamos— Río nerviosa la chica. Mientras regresaba a la mesa.

Coloco dos tazas de café junto con unos croassan y unos platos de fruta.

El rubio agradeció y comenzó a comer. El silencio se hizo presente. Ambos chicos se miraban cada que podían, y sus rostros lucían rojos.

Adrien miro a su pequeño compañero riendo. Sin duda lo molestaría todo el día.

Sonó el teléfono de Marinette, esta reviso el aparato, cambiando su alegría a preocupación.

—¿Que pasa bichito?— pregunto el joven dedicándole una sonrisa. La azabache solo sonrió débilmente mientras miraba de nuevo al teléfono que sonaba de nuevo.¿Estaría bien decirle que el que marcaba era SU novio Nathaniel?

El rubio la miro preocupado, ¿Que no le quería decirle?

— Bichito ¿Sabes que puedes decirme?— Intento sonar lo mas comprensivo posible.

La Chica suspiro. No podía negarse a ese rostro.

—Na...Nathaniel es el que...

El rubio hizo mala cara.

—¿Que quiere ese imbécil? — Pronuncio con un poco de ira.

—Te recuerdo que es mi novio y que Tu me secuestraste ayer— Afirmo la chica

—¿Y no puedes decirle que no lo quieres? ¿Que al que amas es a mi? — Exigió.

—No seria justo para el, yo intente corresponder.—
El la miro de nuevo, sus ojos reflejaban enojo hacia el pelirrojo, la chica rodo los ojo.

—¿Que quieres que diga? —se cruzo de brazos—¡Oh! Si MIRA, Nathaniel veras ayer que me secuestro Chat noir quien resulto ser Adrien mi amor platónico que me rechazo y por eso acepte lo nuestro, resultó que me amaba y pues despues de un par de besos, terminamos teniendo sexo en mi cuarto donde grite como loca y mis vecinos escucharon, Bueno espero que entiendas —Hablo mientras hacia muchos ademanes con las manos

El chico solo río y se acerco a ella.

—Tienes razón, no queremos que todos me envidien por hacerte gritar en la cama—

Ella le dio un pequeño golpe en la cara. El siguió riendo.

-—Adrien esto es serio— Se quejo.

—Lo digo en serio bichito— Termino su café.

—No quiero lastimar a Nath —suspiro triste la chica, no quería verlo destrozado por esa cruel verdad; el nunca haberlo amarlo.

El chico medito un poco. Si, él la amaba y no quería compartirla, pero no le gustaba verla triste, tenia que haber una forma en la que ella pudiera dejar al pelirrojo sin que nadie sospechara que era por el.

Incluso para sus amigos seria extraño el verlos juntos de un día para otro. Y Conociendo a Alya, ella no descansaría hasta haber conseguido la verdad.

Todo era tan molesto.

— ¿Y por que no que su relación sea secreta? —Menciono Tikki, quien junto con Plagg se había mantenido en silencio.

Ambos chicos la miraron. Era una idea descabellada, pero era la única idea lo bastante lógica que tenian.

—Oh si, a mi me gustan los secretos —bufo Plagg

Los chicos se miraban, no sabían muy bien que hacer. Tikki lo supuso y continuo explicándoles.

—En la escuela pueden fingir que siguen siendo amigos, eso dará tiempo a Marinette de terminar con Nathaniel, después puede esperar un rato y entonces que todos sepan de lo suyo —vocifero de una forma positiva.

—Eso es pan comido—sentencio el otro kwami—aunque yo prefiero el queso.

Ambos portadores sonrieron, Plagg tenia razón que podía salir mal.












Solo sígueme [Marinette x Adrien/Chat Noir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora