-Volver a empezar-

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Abrí los ojos con pereza. ¿Dónde estaba? Me levante adolorida. ¿Estaba muerta? ¿Así se siente morir? Demonios. Pues si así es morir, me duele como el demonio. Estaba tirada en algo suave, se sentía pastoso y un poco incómodo. Abrí los ojos y voltee a mi alrededor. Estaban todos tirados en la cama de flores.
Espera.
"¡¿La cama de Flores?!". Todo tomo sentido en segundos. Después de que morí, cuando Sans insistía en que permaneciese ahí, con el, todo se volvió negro. Eso quiere decir... ¡La Chikis reseteo!
Me levante con inquietud, agarrandome el costado, y presionándome el estomago. Donde estaba la herida que me había matado. O donde debería estar, pues ahí no había nada. Mire mi ropa. Era la misma con la que caí al subsuelo. Todo volvió a iniciar. A mi lado vi el tubo de Rodolfo. Lo tome, y me levante apoyándome en el. Busque a la Chikis con la mirada, y ahí, tirada boca abajo, la encontré. Me acerqué.

"Lo siento Chikis. No esta vez". Alcé el bastón en alto, con una idea horrible en la cabeza que me hacía un nudo en el estomago y en el corazón. Sentí que alguien me tomaba con fuerza del hombro.

-¡Andrea! ¡Espera!-.
Voltee, esperando ver una ilusión. Pero no, ella sí era Alexandra, y yo si estuve a punto de matar a mi amiga.

-Ale, ¡ella nos mató a todos!-.

Me miró con confusión. Luego con enojo. -¡Nadie te mando a fugarte cuando estábamos a punto de ser salvados tarada!-.

-¿Quién se fugó?- vimos las dos a Gustavo levantarse. -¿Dónde estamos?-.

Ambas nos miramos con confusión. -¿No recuerdas nada?- pregunté.

-Hum... Recuerdo ver sangre. Pero nada más-,

Suspiré, -Está bien, tampoco es que yo recuerde todos los detalles-. Voltee a donde estaba la mayor tirada. -¿Qué haremos con ella? No podemos dejarla libre y feliz. ¿Y si es una genocida, de nuevo? Solo nos matará a todos, una y otra vez.-.

Rodolfo se levanto de la nada. Se acercó a mí y tomo el bastón. Se veía ¿nervioso? Es difícil decirlo. Su aura se notaba tensa, pero el parecía molesto y despreocupado.

-¿Cómo evitamos morir de nuevo?- dijo ahora Pedro, quien se acababa de levantar.

Vi a la Chikis. Suspiré, me puse a su lado, y con seriedad la zarandee. Pronto se empezó a despertar. Al verme, se sorprendió y me abrazo. Di una queja, aún me dolía el costado. -lo siento- escuche de ella. Me quede en silencio. -lo siento, no quise hacerlo. Lo siento-.

Me separe. La vi con seriedad. Me quede viéndole. Luego me levante. -vámonos-.

Todos se sorprendieron. -¡¿qué?!- gritaron los que si recordaban.

Devolví la vista, con un poco de seriedad. -Sabemos lo que va a pasar. Si intenta pasarse de lista de nuevo, la detendremos con mayor facilidad. Ya sabemos que no debemos de hacer-. Volví hacia enfrente, y continue avanzando.

Pronto llegamos a donde Flowey estaba. Ella, o el, me miró con odio, y se volvió hacia la Chikis. -¿En serio, Chara? ¡Pf! ¡Haz lo que quieras! Te espero-. Y dicho esto, se hundió en la tierra. La mayoría volteamos con seriedad a la chica, quien se veía arrepentida.
Ignoramos esto, y seguimos nuestro camino. Una figura alta detuvo nuestro camino. Era Toriel.

-¡oh! ¡Mis niños! ¿Están bien!- voltea a los lados con confusión, luego me ve, y sonríe. -¡bueno! ¡No importa! ¡Va-!-.

Corrí y la abrace antes de que terminara. No llore, pero si me dolía. Había visto su polvo antes. Demonios.

-¿Mi niña? ¿Estás bien?- yo solo asentí, y me separe. Ella sonrió de nuevo. -Me alegro. ¡Vengan! ¡Los llevare por las ruinas!-.

Comenzamos el mismo recorrido que la ruta genocida, hasta que llegamos donde Toriel nos daba el teléfono. Esta vez, yo era la más cercana, así que lo acepte sin dudarlo. Pronto, ella se fue.

-Vamos, debemos continuar.- me quede pensando unos segundos.

Tenía un raro presentimiento.

-¿Todo bien, Andy?-.

Asentí, y me voltee. -vamos-.

Continuamos el camino. Teníamos distancia de la asesina, pero no la dejábamos sola en un solo momento. Sonó una llamada. No tenía alta voz, así que yo iba diciendo lo que Toriel preguntaba. Una vez colgó, seguimos caminando. El camino era silencioso y crudo. No nos detuvimos en el guardar. No lo permití. Si ella era genocida, y guardaba, no podríamos volver al inicio.

Llegamos a Napstablook. Esta vez, no desapareció. Luis se adelantó y entro a la pelea. Su alma amarilla era ágil. No rápida, pero ágil.  Termino la pelea con el botón de ACT. Naps nos sonrió y agradeció nuestra presencia. Luego, desapareció.

Pronto estábamos en la casa de Toriel. Ella nos saludo, como la vez anterior. La misma cosa. Yo seguía con seriedad. Nos mandó a las habitaciones, y dormimos. Esta vez, no hubo sueños, o algo que me despertara, sin embargo, estaba con el pendiente, así que de cualquier manera termine despierta a media noche. El silencio era de ultratumba, y mis pensamientos me estaban matando. Extrañamente, escuche una voz diferente en mi mente. No era como la de los personajes con los que interactuaba en mi mente. No. Era una voz macabra y femenina.

Era Chara.

Insistía en que los matara a todos, que le diera el control, que terminara con esto. No la obedecí. No cometería ese error. Me levante, y salí de la casa de Toriel. Me senté en el árbol. De cualquier manera no podía dormir. Me quede mirando el techo de la cueva. No había un solo ruido, ni una sola voz. No hacía frío, y tampoco calor. Yo permanecía sentada. En silencio. Los demás estaban dormidos.
Recordé la manera en la que morí. Como Sans me zarandeaba intentando despertarme, como si tan solo cayese en un profundo sueño. Un sueño del que yo ya no desperté. No hasta que ella Reseteo.
Recordé a mis padres. A mis amigas. Los recordé. Tenía que salir de aquí. Y no me iría sola. Todos los monstruos y mis amigos vendrán conmigo. Estoy determinada.
Me levante, y me acerqué al guardar.

El decidir qué ayudarás a todos te llena de ---- y Determinación.

Guardar.           Recargar.          Resetear.

Estoy segura de que ya sé que debería decir ahi, pero... No lo recuerdo. ¡Mierda!
Vi la última opción. No la necesitaría. Ni hoy, ni mañana, ni en toda la semana. Use el guardar, y me senté de nuevo en el árbol. Pronto, mi vista se sintió pesada. Escuche un gruñido. No era mío, venía de mi mente. Era Chara, molesta de haber fallado. No supe en qué momento, pero pronto estaba dormida.

Guardando.
Partida guardado.

Intentando recuperar datos perdidos.
Operación fallida. Intente más tarde de nuevo.

Friends in Underground [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora