NADA ES LO QUE PARECE

CAPÍTULO 22

Sentí una pequeña punzada en mi pecho. Un enfado que me estaba carcomiendo las entrañas. Nuestras respiraciones aun eran agitadas.

¿Por qué demonios no cede? ¿Por qué demonios me hace esto? Sus ojos estaban clavados en los míos. Sus ojos eran una extraña mezcla de confusión y algo de miedo.

-Demonios... -dije y me alejé de ella.

Tomé mis llaves, mi teléfono y mi camiseta, que estaban encima de la mesa de mármol. Caminé hasta la puerta y salí de allí cerrándola con fuerza.

Tenía que salir de allí, antes de que ella acabara conmigo. Cuando salí afuera miré a mí alrededor. ¿A dónde iba a ir ahora? Tomé mi teléfono y lo miré. Busqué el número de Sergio y marqué.

-¿Hola? -dijo al atenderme.

-Sergio, ¿Puedes atenderme o estas ocupado? -le pregunté.

-No, de hecho estamos con mal de amores y amargados Baker y yo en mi apartamento. Vente hasta aquí -me dijo.

-Llevaré algo de beber, lo necesitaremos -dije y colgué.

Me subí a Betty y prendí marcha hacia la de Dias. Llegué y toqué el timbre y un desanimado Sergio me abrió la puerta. Entré y de la misma forma estaba Baker. ¡Oh, esto es increíble!

-¿Qué tal? -preguntó Sanders.

-¿Qué tal tú? -le dije y me senté a su lado.

Sergio tomó la botella de cerveza que había traído y fue a abrirla.

-¿Acaso hace falta que preguntes? -me dijo Baker -¡Mírame, jamás había estado así! ¡Nunca!

-Aquí, chicos -dijo Sergio luego de darle un largo trago a la botella.

Yo la tomé e hice lo mismo.

-¡De tantas mujeres que hay y hay muchas! ¿Por qué nos tenemos que enamorar de las criaturas más perversas, adorables y maquinadoras que hay? -preguntó Sanders nervioso.

-No, no, no. Lo siento chicos, pero lo mío no es amor. Se llama obsesión, una peligrosa obsesión -les aclaré y volví a beber -Yo obtengo la chica que quiero cuando se me da la gana. Solo que con Natalie me estoy tardando...

-Aja, si lo que digas Óski -habló Sergio -¡Yo estoy peor! Me enamoré de la versión femenina de Óski... -dijo nervioso y le dio otro trago a la botella -Solo que muchísimo mejor la versión dama si puedo agregar.

-¿Y que hay de mi? -preguntó Baker -Me enamoré de la criatura más linda, dulce y tierna que existe. Pero resulta que esa criatura me aborrece...

Le quitó la botella a Sergio y tomó un largo y limpio trago.

-Se te pasó decir cínica y sarcástica -le dije.

Me miró con desenfado y se encogió de hombros.

-Aun así es hermosa -dijo.

-Pues yo estoy peor que ustedes dos juntos -les dije y tomé la botella -Mezclar a Emma y Aroa, ¿Qué obtienen? Exacto a Natalie... Esa rubia me está costando dos semanas sin sexo.

-¡¿Qué?! -preguntaron los dos al unísono.

-No, tú estas jugando con nosotros -dijo Sergio.

-¿Veis? Y ahora no filtro lo que digo. Estoy muy mal -dije bajando la cabeza.

-¿Dónde se está quedando tu prima Óski? -me preguntó Dias. Lo miré y tomé la botella para darle un trago extra largo.