Dia malo.

25 2 0
                                    

Siento salirme un poco del esquema básico del libro, el de hacer capítulos sobre cosas verdaderamente básicas que le ocurren a la mayoría de las personas alguna vez en su vida, pero hoy hablaré sobre mi día.
Mi día a día, como os he ido relatando a lo largo de este libro es bastante complicado, también puede ser por el hecho de que soy una persona negativa y pesimista, aquella persona que ve todas las cosas de color negro, aquella persona de extremos que tan rápido como hoy puede estar en la cima, mañana está en el suelo.
Hoy os hablaré de mi preciado día, aquel día que me di cuenta de las cosas, abrí mis ojos hacia una situación de lo más común entre la gente y la sociedad que por desgracia me ha tocado vivir.

Os plantearé una pregunta: ¿Nunca pensasteis que es exactamente lo que habías hecho para merecer algunas cosas de vuestra vida?
Hoy intentare daros una respuesta que espero que sea de vuestro agradado a esta pregunta.
Muchas de las cosas de nuestra vida pasan sin avisar, sin esperártelas.

Muchas de estas cosas ocurren por el mero hecho de que la vida quiere hacerte más fuerte.

Algunas personas, esa fuerza que la vida intenta darte la atribuyen a la tristeza, a la soledad, a no confiar en nadie por el mero hecho de que se les crea un miedo.
Un miedo terrible a ser dañados.

Ahora seamos sinceros. Nunca os habéis planteado que podrías haber hecho para que las cosas hubieran sido diferentes.

¿Nunca os habéis menos despreciado?, ¿nunca habéis sido demasiado duros con vosotros mismos, con cosas que no estaban en vuestras manos?

Este capítulo quiero dedicarlo a todas aquellas personas que como yo, alguna vez en vuestra vida, habéis llegado al punto de querer acabar con todo él problema. Y de una forma drástica por qué eso es lo que caracteriza al ser humano.

Aveces las cosas no salen como las planeas, o como queremos que sea, pero no por eso hay que dejar de creer.

Plantearos un momento esta oración: "Después de toda lluvia, sale el arcoiris".

Y es verdaderamente cierto, la vida innumerables veces me ha enseñado que no importa las enormes situaciones malas que nos toque vivir, por qué ese arcoiris resplandeciente siempre saldrá. Puede que no salga hoy, o puede que incluso nosotros mismos no le dejemos salir.

Pero de una cosa estoy segura, en un momento insignificante de nuestra vida, cuando hallamos superado el problema, cuando hallamos sufrido lo suficiente, ese arcoiris saldrá.

En ese momento nos empezaremos a plantear el por qué le retuvimos tanto, y ahí, justo en ese momento empezaremos a valorar las pequeñas cosas de la vida. Como el hecho de despertarte por las mañanas y ver a tu madre con una enorme sonrisa en la boca, algo que desgraciadamente no muchas personas pueden ver.

O ver a tu querido padre, a tu mayor héroe esforzándose por hablar contigo, esperando el mejor momento para hacer que su princesa saque una sonrisa.

Y es que aveces pensamos que no es así, pero cuando estamos deprimidos, esas malas vibraciones se las transmitimos a todos nuestros seres queridos.

Yo pienso que ellos no se merecen eso, se merecen vernos felices, vernos gozar de la vida, por qué señores la vida son dos días y hay que aprovecharlas.

No podemos estar un día en la cama llorando por qué mañana puede que ya no estemos ahí.

Con esto quiero decir que si alguna vez en vuestra vida llegáis a la situación de plantearos la pregunta: "Que hice para merecerme esto".

No os derrumbéis, pensar en todas las cosas maravillosas que habéis vivido, y todas aquellos momentos en que lo más normal era vernos con una enorme sonrisa en la cara.

Levantar la cabeza bien arriba, miraros al espejo y deciros a vosotros mismos: "Yo soy el dueño de mi vida, y el único que puede hacer que los malos momentos se conviertan en aircoiris"
Gracias.

Una historia inolvidable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora