Capitulo 20 "Lo estropee, como siempre"

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En un día como el de hoy, no encuentro mayor refugio que el de escribir.

La he cagado, señores.
Aunque la verdad no encuentro motivo de mi asombro, siempre la fastidio.

Siempre hago daño a las personas que les importo , a aquellas personas que me quieren, me aprecian y daría todo por qué yo estuviera bien.

Soy una egoísta. Una total y absoluta egoísta.

Siempre lo fui.

Hace dos días hice mucha daño a una persona a la quiero y respeto como mi hermano.

Hice daño a la única persona que estuvo a mi lado, pese a que yo estaba delirando.

El estuvo en todos mis momentos malos, ayudandome, apoyándome, aconsejándome.

El dio todo por mi siempre y yo sé lo pago así.

Siempre digo que destruyo a las personas buenas a aquellas personas que aveces de "buenas" son tontas.

Pero en realidad es mentira.

No las destruyó sin querer, las destruyó por qué quiero mantenerlas lo más lejos posible de mi.

Suena muy egoísta, lo se.

Pero estás personas no se merecen estar al lado de una persona de mierda como yo.

No se merecen aguantar mis llantos, mis malas caras, mis insultos.

Se merecen ser felices y conmigo lo único que van a conseguir son malas pasadas.

Soy una horrible persona, lo reconozco.

Cada vez estoy decayendo más y más, en una profunda y oscura depresión.

Y no puedo permitir que mis seres queridos estén conmigo.

No puedo hacerles eso.

Pero sin embargo, les hago daño. Con mis palabras, con mis actos.

Pienso antes en mi que en ellos.

¿Y sabéis por qué?.

Por qué la vida me ha enseñado que tarde o temprano todo el mundo te va a hacer daño.

A mi me han echo mucho daño y ahora simplemente no confío en nadie.

Mi mente no deja de repetirme una y otra vez que nadie es de confianza, que nadie puede ayudarme.

Y a lo mejor hay personas que de verdad quieren y pueden ayudarme, pero yo no les dejo.

Y nunca les dejaré.

Lo siento, hermano, siento de todo corazón que hayas tenido que pasar por esto.

Siento de corazón, tener que hacerte esto.

Pero necesitas alejarte de mí, necesitas encontrar la felicidad y conmigo a tu lado lo único que encontrarás son derrotas.

Una tras otra. Y cada vez más y más fuertes.

Siento no ser la persona que siempre creíste que fui.

Siento tanto, no haberme puesto en tu lugar. Haberte echo daño aún sabiendo que todo acabaría así.

Me siento vacía, seca, sin ti.

Y sobre todo me siento patética, por pensar que tu alma me perdonará, por qué en realidad espero que me mandes al infierno.

Solo quiero que seas feliz y conmigo no lo eres.

Te quiero mucho y gracias por ser siempre el hermano que nunca tuve.

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