Capítulo 35: "Descubierto"

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Aquella noche, ambos durmieron tranquilamente mientras se abrazaban. En algunos instantes, mientras Ryuunosuke dormitaba, tenía una leve noción de lo cerca que se encontraba de Rita. Sentía su aroma, su calidez, su tacto, su respiración... pero en aquellos instantes de ensueño, la presencia de Rita no era razón para perturbarse. Se sentía en paz, tranquilo. Había olvidado el lugar en que se encontraba, y rápidamente volvía a dormir.

Cuando ya eran alrededor de las 7 de la mañana, el chico fue despertado de golpe, siendo mecido por Rita. Todavía tenía sueño, y hacía frío. No quería levantarse, pero se vio obligado a entreabrir los ojos y mirarla con desgana.

- ¿Qué ocurre? - preguntó el chico casi en un susurro, mientras bostezaba.

- Ya van a venir - mencionó Rita preocupada - tienes que esconderte otra vez...

Tras escuchar aquellas palabras, el sueño de Ryuunosuke desapareció por completo, y la miró un poco aterrado para luego levantarse de forma impulsiva y esconderse detrás de la cama. Rita se asomó a verlo tendido en el piso, con una sonrisa bromista en el rostro. En ese momento, el chico dudó de la credibilidad de las palabras de Rita, y la miró con el ceño levemente fruncido desde el suelo.

- Déjame adivinar... - mencionó él - ¿era una broma?

- No - dijo ella riendo levemente - sí van a venir.

- ¿Entonces qué es tan gracioso?

- El otro día te dije que te escondieras detrás de la cama porque no había mucho tiempo, pero ahora puedes esconderte en otro lugar... ahí podrían verte.

Ryuunosuke exhaló un suspiro, se impulsó hacia arriba permaneciendo sentado en el suelo, y la miró seriamente, abrazándose de brazos debido al frío que hacía.

- Bien... ¿dónde debería ocultarme?

- Mmm - Rita miró alrededor un momento y luego señaló hacia las cortinas - hay un balcón allí...

- Voy a morirme de frío, pero supongo que no tengo otra opción... - Ryuunosuke se levantó del suelo, y Rita le aproximó una de las mantas de la cama con la mano.

- Llévatela - dijo sonriendo amablemente - y te cubres con ella.

- No es necesario llevarme eso...

- Vamos, no quiero que te resfríes - volvió a insistir la chica.

- Bien, bien... de acuerdo - respondió el chico, ya sin ánimos de discutirle, tomando la manta para cubrirse con ella.

Justo en ese momento, se escucharon algunos pasos aproximarse hasta la habitación, y el chico caminó hasta el balcón rápidamente, para ocultarse allí, detrás de la cortina.

Siendo el piso 5, sus sospechas eran ciertas, y el viento que corría allí era intenso y frío. Aun cubriéndose con la manta, su cuerpo comenzó a tiritar un poco, y el frío se le hacía casi insoportable. "No vuelvo a acostarme con Rita" pensó, y oyó la puerta abrirse.

Entonces, escuchó a un hombre hablar con Rita. Tal parecía que era el mismo que había ingresado ayer en la noche a la habitación. Lo más probable era que se tratara del médico que la atendía.

Rita y aquel hombre, intercambiaron un par de palabras que el chico no alcanzó a atender en su totalidad. Como le costaba seguir el hilo de la conversación, su mente divagó mientras charlaban, y se mantuvo más concentrado en otros factores ambientales, especialmente en el frío. Sin embargo, un estornudo de Rita le hizo volver a tomar noción de la situación.

- Al parecer te estás resfriando - comentó el médico de Rita.

- No es nada... - respondió la chica.

- Está corriendo mucho viento... iré a cerrar la ventana - manifestó el médico.

Tras escuchar eso, Ryuunosuke se alarmó al sentir los pasos del médico aproximarse al balcón. Estaba seguro de que esta vez no tendría escapatoria.

- No se preocupe - escuchó decir a Rita - me gusta así...

- No, está entrando demasiado viento - insistió el médico, ya llegando al balcón, dejando sin escapatoria a Ryuunosuke.

Mientras el médico se aproximaba hasta el balcón, pudo advertir la silueta de alguien, así que antes de cerrar la puerta corrediza, se asomó al balcón y vio al chico allí, cubriéndose con una de las mantas de la clínica; mirándolo con un rostro horrorizado y cómplice.

- ¿Quién eres tú? - preguntó el médico con una expresión de extrañeza en su rostro.

- Y-yo soy...

- Es un amigo - interrumpió Rita - no se preocupe, está aquí porque vino a verme.

- Pero aún no es horario de visitas - respondió el médico haciendo una seña a Ryuunosuke para que saliera del balcón y éste obedeció.

Tras cerrar la puerta que daba al balcón, el médico se volteó a ver las expresiones de pavor de Rita y Ryuunosuke, y esbozó una leve sonrisa. Parecía haberle causado un poco de gracia.

- ¿Por qué te estabas escondiendo? - preguntó a Ryuunosuke aquel hombre de bata blanca.

- Pues... b-bueno... yo...

- Bueno, lo que ocurre es que él llegó antes del horario de visitas, y pensó que lo retarían si lo encontraban - volvió a aclarar Rita.

- ¿Él? - repitió el médico con una expresión de impresión.

Ryuunosuke frunció el ceño un poco incómodo... ¿Acaso lo habían vuelto a confundir con una chica? No le gustaba que eso ocurriera. El médico volteó a ver al joven programador, y de inmediato logró advertir por su expresión, que se había sentido un poco ofendido por su equivocación. Entonces, intentó cambiar el tema, ahora que le parecía comprender mejor la situación.

- Entonces... ¿ustedes son novios? - preguntó el médico, haciendo que Ryuunosuke se sonrojase.

- Sí - respondió inmediatamente Rita, sonriendo ampliamente un poco ruborizada.

- Bien, espero verte por aquí más seguido... - comentó el médico mirando al chico - Pero ahora, tendré que pedirte que aguardes hasta el horario de visitas, debes ir afuera mientras tanto. No quiero problemas, necesito que se respeten las normas mientras esté a cargo.

- Está bien - respondió Ryuunosuke mirando a Rita de reojo una última vez antes de salir de la habitación.

Solo una vez afuera, recordó que todavía llevaba consigo la manta. Suspiró y se sentó a esperar, pero entonces recordó algo importante... No tenía dinero para pagar otro día más en el hotel. Se supone que ahora dejaría de rentar la habitación, y debió haber ido a buscar sus pertenencias en la noche.

Se levantó de su asiento de golpe, sin saber qué hacer con la manta, y la dejó doblada afuera del cuarto de Rita, a un costado de la puerta. Luego, se dirigió hasta el ascensor y descendió hasta el primer nivel para salir de la clínica.

Cuando llegó al hotel, subió hasta el cuarto que había arrendado Mashiro, y encontró allí sus pertenencias. Nada parecía indicar que hubiera algún problema. Suspiró tranquilo, y aprovechó de darse una ducha antes de abandonar el cuarto.

Luego, devolvió la llave y llevando su maleta, camino de regreso a la clínica. Ahora no tenía dónde quedarse, pero más tarde resolvería ese problema. En ese momento, sólo podía pensar en Rita.

I Miss You (Rita x Ryuunosuke)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora