Capítulo 36: "Rehabilitación"

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Tras ingresar nuevamente en la clínica, Ryuunosuke no encontró a la chica en su habitación. Luego, preguntando por ella se enteró de que se encontraba en el centro kinesiológico de la clínica. Fue hasta allá para encontrarse con Rita, y atravesó la puerta de kinesiología, ingresando en la habitación en que ella se encontraba.

Se trataba de un cuarto grande, preparado con amplia infraestructura, orientada en la rehabilitación de las personas. También, había mucha gente en tratamiento, con profesionales a cargo. Estaban tan pendientes de sus propias actividades, que a nadie le llamó la atención su llegada. De inmediato, mirando al horizonte logró distinguir a Rita, vestida con ropa de gimnasia. Se encontraba recostada sobre una colchoneta, con una mujer que estaba haciéndole hacer algunos ejercicios de flexiones en las piernas.

El chico dejó su bolso a un costado de la habitación y se acercó hasta allá, caminando lentamente hasta estar frente a la chica. Rita lo miró sorprendida, sonrojándose un poco. Parecía estar avergonzada de que él la viera en ese estado. Ryuunosuke, comprendiendo la reacción se Rita, sólo se limitó a devolverle una leve sonrisa para que no se preocupara. La kinesióloga, desvió la vista hacia Ryuunosuke y sonrió en forma amable.

— Disculpa, ¿necesitas algo? — Ryuunosuke se sintió un poco nervioso debido a su fobia.

— N-no... yo solo... — la mujer sonrió y se puso de pie.

— No te preocupes... ¿estás en terapia también? — se acercó a él y tocó sus brazos — falta fortalecer tu musculatura.

Dichas esas últimas palabras, el chico escuchó la risa de Rita y desvió la vista hacia ella un poco molesto y avergonzado.

— ¡Oye! ¡¿De qué te estás riendo?!

— ¿Se conocen? — preguntó la mujer un tanto confundida.

— No viene por terapia, vino a verme a mí — mencionó Rita sonriendo un poco ruborizada — es mi novio — Ryuunosuke volvió a sonrojarse al escuchar esas palabras, pero sólo desvió la vista un poco y asintió con la cabeza.

— Ya veo — dijo la mujer y miró a Ryuunosuke — ¿quieres ayudarme con el tratamiento de Rita?

— ¿Eh? — Ryuunosuke la miró sorprendido y la kinesióloga continuó hablando.

— Creo que podrías ser de utilidad... y así ella se siente más motivada.

Tanto Ryuunosuke como Rita se sonrojaron al escuchar esto último. El chico lo dudó un momento y luego exhaló un suspiro decidido a ayudar.

— Bien, ¿qué tengo que hacer?

— Mira, ven... — la mujer volvió a inclinarse a la altura en que estaba Rita y Ryuunosuke la imitó — debes ayudarme a flexionar la pierna de Rita cargando parte de tu cuerpo así... — la mujer hizo una demostración flexionando la pierna de la chica y luego le devolvió la vista sonriendo — ahora es tu turno...

— Bien... — Ryuunosuke se sonrojó un poco, estando nervioso, e imitó a la mujer sin poder verle la cara a Rita. Prefería mirar en cualquier otra dirección en ese instante.

— Lo hiciste bien — dijo ella sonriendo y se levantó — ¿puedes continuar con eso? Vuelvo enseguida — la mujer avanzó hasta donde se encontraba otro paciente y comenzó a conversar con él.

— Qué poco profesional... se va a perder el tiempo y deja a cargo a alguien que no sabe nada del tema — mencionó Ryuunosuke mirándola de reojo.

— No seas así — dijo Rita — falta un poco de personal en este lugar... además, fue amable contigo ¿verdad?

— Creyó que estaba en rehabilitación — recordó un poco incómodo.

— Bueno, no la culpo — dijo Rita sonriendo con humor.

— ¡¿Qué quieres decir?! — Ryuunosuke la miró levemente molesto y Rita rió un poco.

— Tranquilo... son sólo bromas...

— Bien... ya me estoy acostumbrando a tus bromas — comentó Ryuunosuke más tranquilo.

— Por cierto — mencionó la chica — ¿no vas a continuar con mi tratamiento?

— Ah... s-sí — respondió el chico recordando en qué estaba, y continuó ayudando a Rita. Todavía esquivando un poco la vista mientras la ayudaba en su recuperación.

Pasados algunos minutos en que la estuvo ayudando con las flexiones, volvió la kinesióloga de hace un momento atrás, y tomando a Rita de una mano, le pidió ayuda a Ryuunosuke para que en conjunto pudieran ponerla de pie y colocarla en la silla de ruedas.

— Ahora iremos a las barras — comentó la mujer sujetando la silla de Rita y comenzó a caminar por la habitación hasta unas barras paralelas que se encontraban a un rincón — ayúdame a poner a Rita en las barras — dijo la mujer tomando nuevamente a Rita para levantarla.

Ryuunosuke asintió con la cabeza, y rápidamente ayudó hasta que Rita lograra sujetarse con su mano izquierda sobre la barra, pero la derecha estaba enyesada.

— ¿Puedes sujetar su brazo derecho mientras ella avanza? — preguntó la mujer sonriendo.

— S-sí — respondió Ryuunosuke, tímidamente y sujetó el brazo de Rita.

— Gracias... — dijo Rita en voz baja, en forma tímida.

Cada vez que Ryuunosuke veía actuar a Rita de esa forma se impresionaba. Estaba acostumbrado a la Rita alegre, extrovertida y segura de sí... pero no podía evitar sentir que se veía tierna de ese modo. Era una faceta que venía conociendo hace poco, pero que le gustaba tanto como su otra forma de ser.

— No te preocupes — se limitó a contestar.

Rita comenzó a caminar con dificultad, apoyando gran parte de su peso en la barra y en Ryuunosuke, que estaba sujetándola. El chico ya la había visto intentar moverse anteriormente durante esos días, así que no estaba preocupado por la dificultad que ella tenía. Incluso, estaba más sorprendido por el notorio avance que había tenido. Aunque todavía seguía haciendo un gran esfuerzo por caminar en forma debida.

Ryuunosuke pronto comenzó a sentirse admirado por la fortaleza y voluntad de Rita. A cada instante parecía querer rendirse, pero continuaba esforzándose. De pronto, le pareció que Rita no podía más, y que seguramente quería impresionarlo, porque no se detenía. Parecía ser más de lo que su cuerpo se disponía a resistir.

El chico estuvo a punto de decirle que se calmara, que detuvieran la actividad, pero antes de hacerlo, la chica se tropezó cayendo al suelo.

— ¡Rita! — exclamó él sumamente angustiado, intentando levantarla del suelo — ¿te encuentras bien? ¿por qué no me dijiste que paráramos?

— ¿Estás bien? — la mujer se acercó hasta Rita con preocupación — no te sobre exijas — comentó levantándola del suelo — es mejor que continuemos después con esta actividad.

— No — dijo Rita negándose — Tengo que rehabilitarme pronto... llevo mucho aquí.

— Vas bien — comentó la mujer — No te preocupes, debes tomarte un breve descanso.

— Todavía no lo necesito — comentó Rita e intentó continuar avanzando en las barras.

La kinesióloga pensó que Ryuunosuke la detendría y le solicitaría un descanso, pero se sorprendió al ver que le chico, sin bacilar continuó ayudando a Rita a caminar sujeta de las barras. Él se veía sumamente preocupado hacía un momento, pero ahora su mirada reflejaba también voluntad. Seguramente, era mucho lo que confiaba en la fortaleza de Rita, y negarle la oportunidad de esforzarse hasta dar el máximo sería una forma de dañar su orgullo.

La mujer se enterneció por la relación que existía entre los dos, y prefirió dar un paso al costado para dejar que la chica continuara con esa actividad, aunque seguía cerciorando que todo estuviera bien.

I Miss You (Rita x Ryuunosuke)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora