El canto de los gallos por la mañana me despertaron con una sonrisa, creerán ¿Que le pasa a esta loca? nadie sonreiría pero ... extrañaba tanto eso que sonreí, aun me duele la partida de mi abuela pero se que ella querría que fuera feliz, así que me levante de la cama y fui al baño, después de hacer mis necesidades me tome una refrescante ducha, aun no salia por completo el sol ya que la gente del campo acostumbra a levantarse muy temprano.
Ahora me debatia por que ropa ponerme, por suerte encontré algo cómodo, ya que todos teníamos que hacer algo en la hacienda, trabajar, un Short pequeño cómodo de mezclilla,un cinturón de hebilla,una camisa de cuadro negra con rojo, mi sombrero preferido, pero algo hacia falta , mis botas, las de niña por su puesto que ni el dedo entraba en ella, así que fui al cuarto donde pequeña dormía cada vez que tenia pesadillas.
Salí de mi habitación, entrar al cuarto de mi difunta abuela hacia que me doliera el alma, al entrar aun permanecía su suave perfume de jazmín, cerré la puerta y camine dentro para encontrarme con fotos de ella y mi abuelo el día de su boda, fotos de mis tíos y mi madre, los caballos, el campo, fui hasta su armario, vestidos,vaqueros y camisas habitaban en el, ropa que uso en su juventud, mire hacia bajo ahí estaban una hermosas botas café claro tan bonitas, las tome y las vi tanto, que los recuerdos volvieron a cuando era una niña y se las veía, era la mujer mas hermosa ya sea en el campo y en la ciudad.
Seria un honor poder portar las, aunque no me sentía a gusto pero se que la llevaría conmigo a todos lados, así que salí de su habitación dándole una ultima mirada y me dirijo a mi a cuarto.
Una vez ahí me calzo las botas y me veo bien ahora solo falta mi cabello y un poco de maquillaje, me decidí por dos coletas infantiles, lo cual adoraba cuando venia aquí y mama me peinaba, puse un poco de música (multimedia) mientras me maquillaba, un poco de Eye liner en mis ojos y rimel para pestañas, bálsamo natural y ... listo!, ya estaba lista, asee mi cama y salí de la habitación para bajar a desayunar. Al bajar me encuentro con Bruno,Jose,Maria,Victor y mi hermano, desayunando, se que los demás duermen, así que me acerque hasta ellos.
- Buenos días - dije a lo que voltearon me miraron con los ojos como platos - ¿Que? ¿Me veo mal? - pregunte ya que sus miradas no se despegaban de mi y pensé que veía ridícula .
- Para nada,Annie te ves hermosa - dijo Bruno - Buenos días, me alegro que hayas despertado - dijo haciendo un ademan de que me acercara a ellos.
- Hermosa, Mi pequeña niña - dijo Víctor para besar mi mejilla .
- Solo que, traes puesta las botas de la abuela, te pareces tanto a ella - dijo Ayden con una sonrisa de lado mientras tomaba de su café.
- Gracias ... supongo - dije dije con mis mejillas rojas.
- Basta de hablar, ¿Mi niña quieres desayunar? he preparado tu desayuno favorito , huevo revuelto,tocino y jugo de naranja - dijo Maria mientras ponía un plato frente a mi, me senté en la silla que estaba a lado de Jose.
- Buenos días, Jose - dije besando su mejilla, se puso tenso pero sonrió abiertamente dejando ver su chulería, pero es que es muy guapo el condenado pero , yo solo tengo ojos para mi novio.
- Buenos días a ti preciosa, ¿Como amaneciste? - dijo guiñando un ojo, oh oh alto vaquero si te viera mi novio te arrancaría los ojos y quien sabe que mas ( bueno me pase jajaja)
- Muy bien, lista para trabajar - dije mientras me llevaba el primer bocado a la boca, esto era una delicia.
Comimos entre platicas y risas, tenia mucho que reía así ademas de que me perdí de muchas cosas, las niñas que me hacían burla de pequeña se convirtieron en las putas del pueblo,me contaron cuando Jose se cayo del caballo que estaba alterado y luego fue a dar en su ... jajajaja no me dejo reír, aun que es bueno estar de nuevo aquí. Mi familia bajaba poco a poco, volví a mi habitación y lave mis dientes para bajar e ir al establo donde se encontraban los chicos.
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Mi Perdición,Mi Salvación y Mi Locura (Trilogía Curvas Impredecibles #1)
Romance- Dime que no es cierto - dijo apretando la mandíbula ,oh dios, era tan hermoso, pero no ¡piensa Annie! -Que ya no sientes nada por mi, que ya no me amas que no sientes nada cuando acaricio cada rincón de tu piel - dijo tocando dulce y placenterame...