*** POV CONNOR***
Desperté por la insistente alarma, no tenía muchas ganas de trabajar y la verdad es que tenía un antojo increíble de unos panqueques con café negro, la verdad es que ser padre no están fácil como creen, por que veamos ¿acaso esperan compartir antojos con su esposa? La verdad es que yo no lo esperaba, amaba a mi mujer, pero esta parte no aparte sus nauseas se habían ido, pero hace una semana que yo las presento.
-Apaga la maldita alarma – la voz de Annie sonó distorsionada ya que tenía su rostro cubierto por la almohada.
-Tranquila mujer – comente mientras apagaba la molesta alarma y comenzaba a despejarme para poder ir a trabajar.
Mire a un lado y nada se puede comparar con la sensación de tener a la mujer más bella del mundo durmiendo en mi cama y que ella llevara a mi hijo, Salí de la cama y me pare aun lado de ella y me agache hasta estar a su altura, hace un par de semanas que está viviendo conmigo y hoy iríamos con su doctor a ver como esta mi pequeño.
- Una foto te duraría más – dijo mientras salía debajo de las sabanas, mostrando su provocativa semi desnudes.
-¿Sabes? Amo cuando estas de buen humor – la verdad es que le molestaba que le dijera eso cuando en verdad ella sabía que no era cierto.
- Ya, lo siento – se sentó sobre la cama y me miro a los ojos con esa mirada profunda – es que no es nada fácil llevar un hijo y tener que aguantar todos estos síntomas – sabía que no era fácil, y más porque ella aun es una niña para mí y ante la sociedad.
-Lo sé, mi reina – acaricie sus mejillas sintiendo como ella recostaba su rostro sobre la palma de mi mano y aspiraba fuertemente –yo también lo siento y créeme que te entiendo, en cierta parte porque es raro que yo tenga antojos y nauseas – me reí por que no es normal que un hombre se sienta así, pero supongo que eso confirma que el niño es 100% mío, y aunque ella me lo negara sabría que es mío.
-Bueno, mejor ve a bañarte que tienes que trabajar – se rio y me aventó fuera de la cama.
- ¿A qué hora es la cita con el doctor? – pregunte una vez que entre a la ducha.
-A las 2 de la tarde- ella entro al baño y se desnudó frente a mis ojos, dios amaba cada una de sus curvas.
-Si entras así, no querré salir a trabajar mujer – ella se dio la media vuelta y camino hasta estar dentro de la ducha conmigo.
-No exageres, hay tiempo en la noche cariño, pero no estamos como para que quieras acción tan temprano aun no me recupero de anoche – es verdad anoche no deje que descansara un poco y es que jamás tengo suficiente de ella menos si se duerme en sus provocativos camisones de seda demasiado cortos.
Después de ducharnos tranquilamente, me vestí con mi traje negro y mi mujer con un hermoso vestido floreado, ella tan hermosa como siempre.
En estos momentos nos encontrábamos desayunando siempre le digo que no es necesario que se despierte cuando me voy a trabajar, pero siempre me dice que ya no puede dormir bien si no estoy con ella lo cual me parece muy tierno de su parte, María se queda con ella hasta que yo vuelva del trabajo, esa fue la condición que le puse ya que no me gusta que este sola.
-María, todo quedo estupendo – la elogio Annie, ellas se quieren mucho lo cual agradezco ya que no es fácil lidiar con mi nana no sé si es peor que mi madre cuando traía mujeres aquí.
-Oh muchas gracias mi niña – le dio una sonrisa y se fue a la cocina.
-Es hora, amor – me levanté de mi asiento y me dirigí al lovi por mi portafolio y mi móvil.
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Mi Perdición,Mi Salvación y Mi Locura (Trilogía Curvas Impredecibles #1)
Romance- Dime que no es cierto - dijo apretando la mandíbula ,oh dios, era tan hermoso, pero no ¡piensa Annie! -Que ya no sientes nada por mi, que ya no me amas que no sientes nada cuando acaricio cada rincón de tu piel - dijo tocando dulce y placenterame...