Nueva Vida (The Next Step)

Primer día de clase

NARRA RICHELLE:

El profesor tarda bastante en venir, y de repente veo que una chica con un aspecto un tanto "pija" (es algo más que eso...) se está acercando a mí.

-¡Hola! Eres la nueva, ¿no?
-Eeh sí, me llamo Richelle.
-Buen nombre.
-Am gracias.
-¿De dónde vienes?
-De Toronto, Canadá. Me mudé aquí ayer.
-Demasiada información, pero vale. Ah y por cierto, quítate de mi mesa, gracias.

Sin decir nada me levanto avergonzada de su mesa y veo que el profesor entra en la clase. Miro la clase un poco por encima y me doy cuenta de que no hay ninguna mesa libre. Genial.

-Hola a todos. Hoy como podéis ver tenemos una compañera nueva. ¿Por qué no te presentas? Ven a mi lado y habla delante de todos.

Oh no, no no por favor. Odio hablar en público. Ojalá Noah estuviese en mi clase, me da que esto va a ser más difícil de lo que pensaba...

-Hola... Soy Richelle, y vengo de Toronto, Canadá. Me mudé ayer desde allí con mi familia. Me gusta bailar y mi antiguo estudio era The Next Step, no sé si lo conoceréis, ganaron los internacionales el año pasado.
-Será creída... -oí decir a alguien decir eso por el fondo, y me dí cuenta de que era la chica que se me ha acercado antes. La verdad es que lo que dijo me dolió.-
-Bueno, gracias, Richelle. Siéntate, por favor. -El profesor dijo que me sentase, pero de repente me sentí muy nerviosa porque me acordé de que no hay mesas libres-
-En realidad... no hay mesas libres.

Qué vergüenza. El primer día y ya me siento humillada delante de mi clase.

-Ah pues en ese caso vete a la clase de al lado y pide que te dejen una.

Estupendo. El día ya no puede ir a peor.
Fuí a la clase de Noah, ya que le conocía mejor que a nadie aquí, y toqué la puerta.

-Hola... -estoy segura de que ahí me puse más roja que un tomate- En mi clase no quedan mesas libres y vengo aquí para ver si vosotros tenéis alguna.
-Sí, aquí hay una, la de al lado mío. Te ayudo a llevarla si quieres.

Esa voz me pareció muy familiar, y cuando me quise dar cuenta vi que ese era Alex, no me lo podía creer.

-Yo también te ayudo. -Noah se ofreció a ayudarme, y de repente me sentí mucho más tranquila.-

Salimos de la clase, y antes de entrar a la mía, decidí hablar.

-Hola, Alex.
-¡Richelle! ¡No me había dado cuenta de que eras tú!

Los dos nos abrazamos. Le he echado tanto de menos...

-Veo que os conocéis.-Noah parecía algo confundido, así que decidí explicarle todo.-
-Sí, ya ves. Él es el amigo del que te hablé ayer.
-Aahh vale.
-Bueno, vamos a dejar esta mesa a tu clase, que pesa mucho.
-Sí, mejor.

Entramos a mi clase y pusimos la mesa en un lado. Cuando los chicos se fueron escuché a la chica de antes hablar:

-Es penosa, es nueva aquí y ya se piensa que puede robarme el novio trayendo una mesa a mi clase. Por favor, qué patético.

Me sentí fatal, es mi primer día y no quiero causar problemas. Además, ni si quiera sabía de que hablaba. Tengo que hablar de esto con Noah en el recreo.

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