Prólogo

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Gerard Way.

Cualquiera podría decirte cosas sin sentido sobre él, como que ama vestir de negro y que es adicto al café y a los cigarrillos, que cuando sonríe puedes ver sus pequeños y amarillentos dientes sobresalir en su boca, o podrían decirte que es muy callado, sarcástico y hasta un poco cruel.

Pero eso es pura mierda, las personas solo describen lo poco que ven, mientras que yo podría decirte un sin fin de cosas que nadie más ve, como que toda su ropa negra está manchada de pintura de todos los colores, que el sabor del café se le queda impregnado en los labios y su olor se le pega en la ropa, que sostiene el cigarrillo como un pintor sostiene su pincel, y cuando se lo pone en la boca para inhalar la nicotina él hace arte; cuando sonríe puedes ver el universo plasmado en sus pequeños dientes, su sonrisa es la más bella del mundo y no te cansas de mirarla; nunca dice nada porque está muy concentrado con todo lo que pasa en su cabeza, está ocupado analizándolo todo, apreciando hasta el más pequeño insecto que vuela cerca del basurero; no es sarcástico, es realista y tampoco es cruel, quien es cruel es la vida que lo ha tratado tan mal, pero ese es otro asunto.

Yo lo sé porque lo conozco.

Y tal vez nunca debí hacerlo, tal vez nunca debí enamorarme de él en la forma en que lo hice porque ahora no hay vuelta atrás. Estoy hundido hasta el cuello en una piscina de agua que no hace más que crecer y crecer, estoy hundido en sus hermosos ojos color esmeralda, soy adicto a sus besos y sus caricias y a la forma en que me hace temblar cuando me susurra en el oído.

Nunca debí dejar que esto fuera tan lejos, pero ya es muy tarde para arrepentirse, ya no soy el mismo, desde que él me tocó dejé de ser gris, ahora hay un remolino de colores en mi interior.

Todo inició con un beso y terminó como una bomba que nos aniquiló a todos. Esta no es una historia de amor, es solo la historia de dos tipos muy jodidos a quien la vida no trató bien.

Heavy Dirty Soul |Frerard|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora