Cariño Mio

¿y ahora?

-Espera, esto, esto no esta bien.

-¿cómo dices? , Ava, esto es lo más maravilloso que pudo pasar y no esta mal, me gustas, te gusto, ¿qué hay de malo en eso?.

-La realidad es que vamos muy rápido, esto no puede ser más que simple atracción, prácticamente no nos conocemos y...

Joval toco mis labios con sus dedos, tan dulce y tranquilo.

-Ava, soy un hombre que a pasado por mucho, y, jamás había experimentado esa sensación de bienestar, alivio y fantasía que tu contacto me provoca.

-¿cómo puedes hablar de sentimientos cuando nisiquiera sabes mi color favorito, o ¿siquiera sabes si tengo un color favorito?.

-Bueno no pero no es necesario.

-¿no lo es?, claro, porque para besarte con alguien solo necesitas tus malditas hormonas.

-No Ava, porque para sentir sólo se necesitan dos personas, dos almas.

-Eres tan absurdo, es como si me dijeras que con el amor es suficiente, pues déjame decirte que el amor jamás te dará de comer.

-No, pero hará que el hambre se vuelva dulce.

En ese momento entró Mide y Carlos por la puerta y yo, bueno yo solo tome mis cosas y me fui de ese lugar, estaba furiosa conmigo misma por ser tan débil e impulsiva y estaba doblemente furiosa con Joval por no detenerme. Sólo eran las malditas hormonas, esto no eran ni una mierda de sentimientos.

-Y... ¿ahora qué le ocurrió?.-preguntó Mide-.

-Yo...-dijo Joval-.

Y cerré la puerta.