Cariño Mio

Confunfida

¿Por qué?, ¿Por qué todo estaba saliendo mal? Estaba tan devastada, tan triste. El chico que me gustaba me hizo daño, mi mejor amigo me hizo daño, mi corazón era un manojo de agrios sentimientos que me hacían muy mal... ¿Acaso había sido tan ingenua? ¿Acaso me equivoqué al elegir a quién abrir mi corazón?, Claro, lo hice, como siempre... Y como siempre, me puse a llorar, era un mar de llanto, escuchaba a Erick del otro lado de la puerta pedirme perdón, estuvo así un buen rato hasta que se retiró, escuché cómo abrió la puerta principal, la cerró de golpe y se marchó...

Bueno, al parecer me había quedado dormida, eran aproximadamente las 8:00 de la mañana cuando el sonido de una llamada en el teléfono me despertó... Era Evan... valla, ya nisiquiera me acordaba de él.
Pero ¿qué quería este ahora?, Bueno no estoy para llamadas, al menos no ahora. Me levanté de la cama y entre a la ducha, me parecía extraño que mi madre no me hubiese llamado aún o algo así... Bueno, supongo que quiere darme mi espacio y esas cosas.

–si, definitivamente necesitaba una buena ducha... tomé mi smartphone y puse una buena canción, después abrí el grifo de agua caliente, me quité la ropa y dejé que el agua se llevara todos los malos momentos y toda la angustia, que me abrazara y me envolviera de suaves caricias mojadas, me sentía mucho mejor...

Después de eso estaba fresca y más dispuesta a lo que vendría, tarde o temprano tendría que afrontar mis problemas, bien, ahí vamos. Abrí la puerta de mi armario y saqué lo primero que encontré, una blusa blanca de algodón, jeans de mezclilla y tenis blancos, bueno, comodidad es lo que me define ahora. Abrí la puerta de mi habitación y me dirigí a la cocina, mi mamá no estaba, así que desayuné un delicioso cereal, y mi teléfono me avisó de nuevo que Evan intentaba comunicarse conmigo, con esa ya eran cinco llamdas, así que conteste...

—¡Hey! ¿Qué tal Evan?.
—Hey! Hola Ava... ¿Sabes? Llevo un tiempo intentando comunicarme contigo, estaba preocupado ¿sabes? No se si sea imprudente pero me gustaría saber si ¿saldrías conmigo hoy?
—¿Hoy? No puedo, hay clases ¿Recuerdas?
—¿No te enteraste? Se cancelaron las clases porque hay una marcha estudiantil... Ahora te mando la información.

Era verdad, habían hecho una marcha para exigir mejor educación y equipamiento en la universidad... Bueno, ¿me haría bien salir no?.

—me encantaría salir contigo.
—¿De verdad? ¡Grandioso! Quiero llevarte a un lugar especial...