Cariño Mio

una cita, segunda parte.

Joval, estaba en todo su esplendor frente a mí con esa gran sonrisa suya, llevaba una camisa colorida sin mangas y unas bermudas claras con unas sandalias que dejaban a la vista sus bonitos pies (¿quién tiene bonitos pies?, al parecer Joval los tenía), y con un brazo sobre mis hombros desnudos ya que mi blusa no llevaba mangas, sino tirantes y él que no olía a marihuana, quizá por esa razón no pude adivinar que era él. Estaba sonrojada, y él lo notó y también se sonrojó pero solo por un momento, sus ojos oscuros se cruzaron con los míos y sentí una leve corriente eléctrica en mi espalda y mis manos, era extraño, yo solo estaba agradecida con el chico, eso era todo.

-¿Estas bien pequeña?.

-Bien, si, bien. Gracias... ese tipo...

-Ese tipo era un asco y te estaba sacando de tus casillas, tube que alejarlo antes de que tú lograras arrojarlo hacia la autopista.

-Já, eso hubiese sido perfecto.

-No tanto, no me gustaría que la devoradora estuviese en prisión por un idiota.

-¿Devoradora?.

-Devoradora de libros, así te llamo cuando hablo de ti porque no se tu nombre. ¿te molesta? .

-¿qué, que hables de mí o que me des un apodo?.

-Ambos-dijo esto con un atisbo de sonrisa en sus delineados labios-.

-Bien el apodo no me interesa, al contrario, es dulce y depende de lo que hables sobre mí.

-Bueno... que eres como las flores o como la luz, eres hermosa a los ojos de cualquiera.

-Ammm de hecho esta es mi parada, mmm gracias de nuevo.

-Yo cobro los favores y este me parecerá casi un premio.

Me gritó esto y las personas que antes no me ayudaron ahora me miraban con picardía y complicidad. ¡Malditas mariposas!.

Llegué al centro comercial, Midie ya estaba esperando y pusimos manos a la ropa. Visitamos muchas tiendas, entre vestidos, maquillaje, zapatos, accesorios, unos para mí y otros para ella, terminamos agotadas y yo triste porque no había sobrado lo suficiente para un libro. Nos dirigimos a un local de ensaladas, Midie pidió la suya y la mía y yo la esperé en la mesa, al llegar ella me tomó las manos y me dirigió esa mirada típica suya de "¡¡espera que te tengo una noticia!!".

-¿Qué ocurre?...

Sacó de su bolsa una caja mediana con un envoltorio de periódico (también típico de Midie), y me la entregó.

-Esto es lo único que te faltaba para iniciar el ciclo escolar.

Abrí el paquete y no lo pude creer... ¿Quién en este mundo tiene una amiga tan súper mega extra genial como la mía? ¡Nadie!, Midie me había regalado un libro, pero no cualquier libro, era "narraciones extraordinarias de E.A.P"..., era el regalo perfecto porque yo adoraba ese autor, y este libro era una edición especial, yo amaba a esa mujer.

-Hey! Gracias tú... esto es lo más maravilloso después de ti ...

-Já, gracias, yo se que soy un ángel, y por eso quiero detalles de tu cita con Evan y tu "favor" con Joval...

Le conté todo a detalle, excepto por mi corriente eléctrica, no quería poner paranoica a mi amiga, ella estaba eufórica con esto y siendo sincera yo también. Así pasamos la tarde: Midie pensando en qué usaría primero y yo pensando qué haría primero.