𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟏: 𝑴𝒂𝒍𝒆𝒏𝒕𝒆𝒏𝒅𝒊𝒅𝒐

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POV RUKI

En el camino con Yuma de vuelta a casa, estaba decidido a arreglar las cosas con mi zafiro, habíamos tenido una pequeña discusión y realmente lo había asustado, el llorar y escapar fue mi reacción, muy inmadura, por cierto, no era digno de mí, pero ante el amor se hacen muchas cosas sin pensar, me iba a disculpar con una carta no cualquiera; un poema escrito de mí para él junto con una sorpresa que creí le encantaría.

Al ver que no había nadie abajo supusimos que estarían en algún lugar de la planta de arriba.

Me quedé petrificado al ver a Kou arriba de Azusa en una pose comprometedora, nunca me lo hubiera imaginado.

Yuma se quedó con Azusa y Kou en la habitación, yo devastado y con el corazón débil me fui a mi habitación, eso no quitaba el hecho de que pude escuchar todo.

―¡Ajá! ―dijo Kou con una sonrisa de victoria para después cambiar su expresión a una pasmada.

―Kou... ¡¿Qué rayos...está pasando aquí? ―gritó Yuma furioso para luego mirar a Azusa sonrojado.

―Oh, ¡Yuma no lo creerás! ―gritó Kou asombrado para luego recibir un puñetazo de Azusa.

―¡No me... vuelvas a tocar... de esa forma! ―dijo Azusa sacudiendo el polvo de sus vendajes.

―A~auch eso dolió ―dijo el rubio palpando su ojo con cuidado―. Sé que fui algo brusco. ¡Pero es algo muy importante lo que debo decirte!

―No más juegos por ahora Kou, fuera ―Yuma aferró a Azusa a su pecho y sacó al ojo azulino.

Escuché los pasos de Kou dirigirse a mi habitación e hice como que leía uno de mis libros.

―Ruki, no vas a creerlo, yo leí el corazón de Azusa y, ¡es una locura!, pero creo que él...está enamorado.

―Me imagino que sí ―dije apretando los dientes sin mirarlo a él―. ¿Que no estabas enojado conmigo?, creí que sí ―dije sarcástico.

―Agh, Ruki, ¿intentas hacerte el importante de nuevo?

―Agh, Ruki, ¿intentas hacerte el importante de nuevo?

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―No es así, realmente no me interesa hablar contigo, estoy muy concentrado ahora.

―Tienes el libro al revés ―dijo haciendo uno de sus mechones atrás.

Me había dejado en ridículo en cuestión de segundos, procedí a gritarle.

―No me interesa que me hayas dejado por Azusa ¡¿entiendes!?, pero al menos tengan la decencia de no hacerlo en la casa, podrías ganarte problemas con Yuma, siempre ha sido muy cercano a él.

―Estar con Azu-pff! ―rio a carcajadas―. En verdad eres de hacerte el importante Ruki , estaba encima de Azusa porque no dejaba que lo revisara, eso es todo.

―¿Ah sí? Pues no me interesa, alto, ¿qué? ―pelé los ojos con admiración. ¿no me has dejado por Azusa?

―Está muy claro que no, si fuera así, no hubiera tardado en hacerlo incluso en la sala con él, ¿no lo crees? ―dijo alardeando.

―Entiendo... ―dije desanimado.

―¿Qué pasa?

―Eh...nada ―la hoja del poema cayó de mi bolsillo del saco y él la levantó del suelo.

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Mis súplicas no bastaran, lo sé,

el dolor es infinito en cada rincón de mi ser

mientras tus gélidos dedos destruyen lentamente mi esperanza

arrancando uno por uno mis suspiros eternos bajo la capa de mi alma.

Sin obsesión alguna, sin lamentos de vagabundo enajenado

sin soles rojos brillando en las profundidades

y solo una palabra para extirpar la cerradura sagrada...

Tan solo bebe de mí, pálido demonio inmortal.

Pero no engañes al tiempo con lujuria asequible

y atrévete a pintar mis células de infinito escarlata


descubre cada poesía perdida en mis profundos aposentos

no dudes en desgarrar el fuego oculto en el cielo.

Lánzame y desviste lo atesorado por los dioses negros

absorbe cada paso de sangre que dibujen mis ojos

tumba en lazos de soledad eterna

anhelado por el sendero de ira inmortalizada.

Como un montón de sal en las hojas

coge mi desnuda alma en la víscera del bosque

no vaciles, aliméntate de los lamentos mortales

y conocerás la santificada y deliciosa humanidad color carmesí...

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―Y así yo te pido, cásate conmigo mi zafiro... ―dijo lagrimeando con una sonrisa.

―Yo...iba a dártelo el día en que te asusté, no tuve el valor de hacerlo, al saber lo que pensabas, aunque, creo que. Ya es tiempo ―saqué una cajita roja. adornada con el nombre de Kou.

―¡Oh Ruki! ―se lanzó a mis brazos y yo lo atrapé.

Había aceptado ser mío para siempre, estaba tan feliz que pasé mi brazo por su cintura y lo mantuve en mi pecho unos minutos.

FIN POV RUKI

...

―Yu~yuma...es un malentendido.

―A~aun así, se me detuvo el corazón ―murmuró mientras succionaba la sangre de Azusa.

―N~ngh...―sonrió―. Nunca te cambiaría...por absolutamente...nadie.

―No dejes que nadie te toque así ―terminó y limpió el cuello del menor.

Yuma tuvo el impulso de marcarlo, un indicio de sus celos y su convicción por mantener al margen al ganado.

―Perdona...es que, se preocupó...por mí.

―¿Y eso por qué? ―me miró serio.

―Eso...hacen...los hermanos...

―Me refiero al asunto ―rio.

―Bueno, últimamente...he tenido... mareos repentinos.

―¿Mareos? ―lo bajó a de sus piernas y acomodó sus vendajes―. Vaya, los vampiros no solemos sentirnos mal por nada, de todas formas, ¿no te gustaría ir al médico?

―Debe ser...cosa...de un día ―dijo acomodando su boina.

―Tienes razón, nada vence a mi pequeño Azusa ―se acercó a su oído y susurró.

...


Tus vendajes...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora