A la mañana siguiente...
―Kou, levántate.
El pelinegro se había arreglado para comenzar el día, se había puesto una camisa marrón de manga larga con estampado de mariposas negro en la parte inferior izquierda de ésta con unos pantalones negros y un cinturón del mismo color, colocó su gargantilla y arregló su cabello como normalmente lo hacía.
―Ara, es muy temprano ―dijo el idol recién levantado mientras frotaba uno de sus ojos.
―Yuma y Azusa probablemente ya están levantados, debo hacer el desayuno.
Ruki sonrió levemente y abrazó a Kou de la cintura con su manos frías y grandes.
―Entonces atiéndeme como se debe, tráemelo a la cama, y frótate esas manos ¿quieres? estás helado ―Kou hizo un puchero mientras se cubría hasta la frente con la cobija gruesa.
―Bien, es lo menos que puedo hacer después de lo que hiciste ayer por mí ―Ruki se inclinó a susurrar en su oído―. Gracias por cuidarme...si cambias de opinión estaré en la cocina.
―Oh vamos, siempre logras convencerme ―el ojo azulino se destapó al sentir la dulce voz de Ruki en su oído.
Por otra parte él había salido ya de la habitación mientras sonreía levemente.
―Cada día quiero más a mi hermano.
Estaba tan centrado en sus pensamientos que chocó con Yuma por el pasillo.
―Ruki, ¿aún...aún te duele?.
El de cabellera marrón miraba la marca de su puño en la mejilla de su hermano.
―Sólo un poco a decir verdad, es el golpe menos duro que he recibido en mi vida.
Ruki lo miraba sonriendo, sería irónico que después de todo lo que habían pasado para llegar a ser la familia que eran, guardaran rencor por un impulso que a cualquiera le hubiera podido pasar.
―¿D~debes estar muy molesto conmigo no es verdad? ―suspiró pesadamente y bajó la mirada―. Perdóname Ruki.
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Tus vendajes...
FanfictionYuma, el temperamental tercer hijo de la familia Mukami hiere a Azusa tras no medir su fuerza con él, nunca pensó en las consecuencias de su ataque de ira. La necrosis de su pequeño hermano empeoró y éste no dijo nada al respecto. Yuma decide cuidar...