𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟗: 𝑬𝒍 𝒕𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐.

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POV KOU

La película finalizó y la alfombra roja junto con los paparazzis .


―No puedo creer que no hayan llegado, les hice un mapa con dibujos ―dije con mi mano en la cintura.

―Debieron haberse retrasado por la lluvia, como quiera las regalías de la película te lloverán en unos días, incluyendo cartas de tus fanáticas que tendré que incinerar.

Ruki abrió la puerta del auto para que subiera, después él tomó el asiento del conductor.

―Sí que hace frío estos días.

―Son sólo las lluvias, este verano hace un calor insoportable.

―Y que lo digas, debí haberme traído un suéter.

―Te daré el mío, toma.

Ruki frenó en una señal de alto y con un poco de dificultad me cubrió los hombros.

―Gracias Ruki...―le sonreí y él aprovechando el momento acarició mi mejilla para plantarme un beso.

―No es nada mi zafiro brillante ―me miró y dirigió su mirada a la carretera.

―Mira Ruki, ¡un granero! ―me llamó la atención ese único granero en medio de la nada.

― ¿Eh? Ah, ese granero ―sonrió apacible.

― ¿Tú has ido ahí? ―volví mi mirada hacia él.

―No, pero ese granero tiene una leyenda.

―Entiendo, ¿qué leyenda? quisiera oírla.

―Bueno...

La granja Shino era un lugar bonito donde las personas solían comprar productos como miel, leche, huevos, etc. Los antiguos dueños se esmeraron tanto en que el granero se construyera rápido que la gente le llamó el "Granero del rayo", no obstante, recibió el título de: "El Granero del Amor".

― ¿El granero del amor?

―Así es, la gente decía que, al anochecer, toda criatura o humano encontraría el amor verdadero, tal y como los propietarios lo hicieron.

―Entiendo, suena muy romántico. ¿Qué les pasó?

―Al morir el anciano, la dueña subastó la granja con una sola petición, que el granero nunca se derrumbara, y cualquier animal o persona pudiera entrar ahí, pues ahí tendría el valor de declarar o admitir sus dudas acerca del amor.

―Qué triste historia, aunque...con un toque hermoso.

―Así es, vayamos algún día ―dijo confiado sonriendo a la carretera.

― ¿T~tú tienes dudas acerca del amor, Ruki? ―dije apretando mi mano en mi pecho.

―No, yo aclaré mis dudas hace mucho tiempo, es sólo, que quiero hacer el amor ahí.

― ¡R~ruki! ―me sonrojé un poco y miré por la ventana, ya estábamos en casa.

―Oh, discúlpame, debí pensar que no querrías hacerlo conmigo.

Entonces bajó la mirada, lo conocía lo suficiente para saber que eso no era habitual en él.

―Ruki, no es eso, es sólo que...me sorprendió tu propuesta, después de todo, llevamos mucho tiempo juntos y....es normal el que ya no te atraiga físicamente.

― ¿Qué acabas de decir? ―peló los ojos con admiración.

―Es por eso que he actuado tan distante últimamente, mi cuerpo no parece atraerte y yo, creo que es por esa razón.

― ¿Se puede saber cómo llegaste a esa conclusión? ―dijo rechinando los dientes.

―P~pues porque la última vez que me acerqué tú me rechazaste, luego pensé que tal vez no era la primera vez que lo hacías porque...¡es muy obvio Ruki!

― ¿Qué es lo obvio? ―empezaba a enojarse.

―Llevamos años de conocernos, años de pareja y años de...de...tu sabes ―dije sonrojado―. Es muy normal que ya no te atraiga como antes.

...

― ¡R~ruki! ―dije forcejeando―. Ya dije que lo sentía.

― ¿Sabes cuánto aguante tiene un vampiro enamorado al sentir que su pareja ya no lo prefiere?

―Ruki no exageres, yo solamente pensé que...a~ahh, no hagas eso así por favor harás que me...!

Sus manos acariciaban palpablemente por encima de mi pantalón, estaba frío.

―Di que lo sientes...―dijo severo.

―¡Lo he dicho más de 15 ve~ahh! ―apretó fuerte―. Lo siento, lo siento.

Ruki me tenía en cuatro en el asiento trasero del auto, mis pantalones los había bajado violentamente y me había roto la camisa, los vidrios eran polarizados así que no habría mucho problema en que alguien nos viera, sin embargo estaba nervioso, nunca vi a Ruki tan enojado.

―No quiero que vuelvas a pensar cosas tan tontas, sé que eres un idol, pero usa tu cerebro de vez en cuando.

― ¿Eh? ―dije disgustado―. Maldito, déjame ir.

Ahora yo era el ofendido, me había llamado cabeza hueca en mi propia cara, bueno, estaba recargada en el asiento, pero ustedes entienden.

― ¿Así que ahora soy un maldito? interesante ―me volteó, dejándome debajo de él mientras apretaba mis muñecas.

―¡Ruki hablo enserio!, suéltame.

―No hasta que te escuche decir: "lo siento mi amor, no volveré a pensar cosas así".

―Estás enfermo, déjame.

―En ese caso, nos vamos a divertir ―sonrió y empezó a lamer uno de mis pezones con picardía mientras con su rodilla friccionaba mi miembro.

―Ruki...Ruki por favor no lo hagas ―solté un primer gemido, Ruki sabía lo que me gustaba, incluso en eso era perfecto.

― ¿Me dirás lo que quiero escuchar...mi pequeño idol? ―se separó de mis pezones y su rodilla aún frotaba placenteramente mi miembro, que por cierto ya estaba duro.

―N~no, sólo quiero descansar por favor, he tenido un largo día y quisiera...

Ruki tomó con una de sus manos mi miembro, creí que tendría la oportunidad de librarme de su agarre, pero, empezó a consentirme mientras susurraba en mi oído lo que ni siquiera una mujer debería escuchar de su amante.

―El tiempo es sólo una ilusión, una ilusión hermosa que siempre me permitirá estar contigo, hasta que el mundo me lo permita, por favor...nunca vuelvas a pensar que no me atraes, estaría totalmente loco si eso fuera así.

―Ruki, basta~

―Tu cuerpo lo disfruta...―me miró con deseo mientras dejaba un chupetón en mi cuello.

―Ruki...

― ¿Sí?

―L~lo lamento! ―gemí fuertemente al sentir que el calor en mi miembro aumentaba.

―Te ves tan lindo así, tan manejable y, si me permites añadir, extasiado.

―Ruki...―lo miré con una sonrisa fingida.

― ¿Qué pasa?

― ¡Suéltame!

Lo quité de encima y me tapé con lo poco de tela que le quedaba a mi ropa, estaba muy sonrojado, como una chica a punto de ser abusada sexualmente, cuando entonces...

lo vi llorar.


Tus vendajes...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora