𝑭𝑰𝑵𝑨𝑳

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Meses después.

―Azusa, con cuidado, no quiero que te lastimes ―sonreía Yuma de oreja a oreja.

―Yo puedo...hacerlo...solo Yuma.

―Ah, pero si es un placer ayudarte, será grande y pesa mucho después de todo, ¿no es así mi pequeño? ―dijo dando un beso en el abultado vientre de Azusa.

―Aún...no sabemos...con certeza que va...a ser ―dijo mirando hacia abajo.

―Sea como sea...voy amar a esa pequeña criatura ―lamió un poco y después acercó su oído.

...

POV YUMA

No fue sino hasta unas semanas después de los síntomas de Azusa que nos enteramos que seríamos padres, ciertamente un vampiro macho podía procrear, pero no era cosa de todos los vampiros, sino de algunos contados casos que podrían tener la oportunidad de dar vida a un nuevo ser con genitales masculinos.

El primer mes Azusa fue bastante tranquilo, claro que no podía dormir con la emoción encima de traer un bebé al mundo.

La impresión al enterarme por "esa persona" que Azusa daría a luz fue bastante incomprensible para mí, pues unas cuantas veces me hacía cuestionamientos tontos, como si Azusa era una chica o algo así

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La impresión al enterarme por "esa persona" que Azusa daría a luz fue bastante incomprensible para mí, pues unas cuantas veces me hacía cuestionamientos tontos, como si Azusa era una chica o algo así. Sin embargo, fue cuestión de días para que ese sentimiento abrumador pasara.

A veces, temía por el bebé.

―Yuma...

―¿Hm?

―Tengo...hambre.

En el segundo, tercero y cuarto mes de embarazo, el desvelo era en grande pues Azusa tenía antojos nocturnos y cambios emocionales.

Temía que Azusa intentara...lastimarlo. 

En el quinto mes de embarazo era agotador, pues Azusa estaba más lujurioso y sediento de sangre que nunca, nunca había estado tan activo desde hace tiempo.   

―Yuma...

―¿Sí? ¿qué pasa?

―Es que...me he desvestido...solo para ti...―decía posicionándose detrás de mí..

―A~azusa, estamos en la cocina.

―Tengo ganas...de ti... ¿me dejarás...así?

Temía el que aún tuviera ese hábito tan extraño del que no me enteré hasta que tuve la edad para comprenderlo.

En el sexto mes de embarazo, el estómago de Azusa hacía que pareciera una chica, una linda chica esperando un bebé, se veía tan lindo que no podía evitar decírselo...

Temía el que mi relación con Azusa estuviera ligada a la llegada del bebé.

―Amor, iré a trabajar un rato en el huerto, toca la campana si necesitas algo, ¿de acuerdo? cualquier cosa.

Tus vendajes...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora