Rompiendo las reglas #2: Warrior

El alumno supera al maestro -Primera Parte

Siento el retraso, pero es que estoy con las clases y eso... perdón, enserio.

Gracias por la pasiencia, aquí el nuevo capi :D

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Capítulo 18

KATHIA (P.D.V)

Era desesperante no saber absolutamente nada. 4 días, 4 días habían pasado desde la última vez que habíamos visto a Ashley. 4 días en los que no habíamos parado de buscarla hasta de bajo de las piedras y no aparecía. Nadie había llamado para ponerse en contacto con nosotros, no habían pistas.. no había nada.

- Se que es difícil, pero tienes que relajarte Kathia, llevas mucho tiempo sin dormir, necesitas descansar -Dijo Byron mientras me acariciaba la espalda.

- No, no puedo descansar. ¿Y qué pasa si la tiene Mauro? esto es muy estresante, ¿sabes lo que es capaz de hacer ese hombre por venganza? no, no lo sabes, ¿y sabes qué? yo tampoco. -Dije mientras me dejaba caer en el sillón de la sala.

- Mucha gente la está buscando, descansa, no seas cabezona -Dijo.

- Byron,¿no entiendes que no puedo descansar al no saber dónde está mi prima? esto es algo muy difícil para mi. Te juro que no entiendo como es posible que mi familia sobreviviese a esto durante tanto tiempo al no saber donde estaba y si estaba bien -Dije mientras me pasaba las manos por la cara.

- Te aseguro que lo pasaron mal, pero ustedes no son una familia cualquiera. Kathia, tienes que relajarte, pertenecemos a la mafia, tenemos contactos por todos lados, tu prima aparecerá en cualquier momento.

- Por eso mismo, por el hecho de que no somos una familia cualquiera y somos la mafia más poderosa del planeta y no la hemos encontrado, es por lo que estoy así. Entiendo la desesperación que tienen esas madres y padres cuando sus hijos desaparecen porque se sienten inútiles al no poder hacer nada y se tienen que esperar a sentar a que la policía encuentre algo. Pero es que aquí es distinto, nosotros tenemos el poder, nosotros somos quienes buscamos y no encontramos nada. Es muchisimo más frustante. Joder, que es una niña de quince años que no ha vivido nada de este mundo, que lo que quiere ser en esta vida es médico.. ¿cómo quieres que esté? cuando yo huí de este país tenía diecisiete años, y te aseguro que había visto cosas que una niña no debería ver. Pero es que ella no ha visto nada, la hemos mantenido  protegida porque aunque le interesaba todo esto, le interesaba aún más ser médico y fíjate, de pronto, está metida hasta la cabeza en esto y no porque ella haya querido, está metida por un secuestro.

- Tu prima no es ninguna inútil. Ella también pertenece a este mundillo, ¿me van a decir que no la han entrenado?¿qué no sabe pelear? tu prima puede llegar a ser igual de fuerte que tú.

- Pero ahora mismo no lo es, y aunque lo fuese, Mauro sería muchisimo más listo. La inteligencia le gana a la fuerza. Puede que Ashley lo deje K.O, pero si ese tío quiere cogerla, lo volverá hacer. Tiene todo a su favor, lleva años en la mafia, nos ha entrenado a todos nosotros y con ella no fue diferente, si, se ha perdido 3 años de su vida, pero la ha entrenado otros 5 años y le ha enseñado las mejores estrategias. Mauro es nuestro maestro y puede acabar con cualquiera de nosotros si se lo propone -Dije frustrada.

En ese momento la puerta del despacho se abrió derepente y entró un Ettore con un brillo de esperanza en sus ojos.

- ¿Qué pasa? -Pregunté poniéndome en pie esperanzada.

- La hemos encontrado, sabemos donde está -Dijo antes de levantarme en el aire con un gran abrazo.

ASHLEY (P.D.V)

4 días. 4 días habían pasado desde que estaba aquí encerrada. No entendía por qué no habían venido a por mi, pero sabía que mi familia jamás me dejaría en manos de nadie si saben que he desaparecido, muchisimo menos mi hermano y apostaba mi vida, a que ya sabían quien me había cogido porque eso era lo que él quería.

- Te traigo el almuerzo de hoy, como estos días te has portado bastante bien, te he traido un helado de chocolate -Dijo Mauro entrándo a la habitación con una bandeja.

Solté un bufido.

¿Cómo no portarme bien? estaba en manos de alguien que había hecho que mi hermano,mi prima y Mel huyesen del país, ¿qué quería que hiciera?¿qué intentase escapar de una habitación que estaba cerrada a cal y a canto, con una cámara en la esquina derecha pegada a la puerta, unos barrotes en la ventana y una casa que no conocía? me cogerían en el momento que pusiese una pierna en fuera de esta habitación, y si tenía suerte y no me atacaban, sabía que lograría perderme. 

El estilo de esta habitación era muy clásico, pero también muy grande. Se notaba que los cuadros eran auténticos, y los muebles bastante caros, esta habitación era la habitación de una gran mansión y al ser una mansión de Mauro, sería una enorme mansión.

- ¿Se ha sabido algo de mi familia? -Pregunté como cada día a la espera de una gran sí, pero no me iba a engañar, esta vez obtendría otro no.

- Bueno... ¿como te pondrías si te digo que si? -Preguntó él mientras dejaba la bandeja en la mesa.

No era tonta y no me iba a poner débil mientras estaba allí, necesitaba comer, necesitaba fuerzas. 

Me levanté y me senté delante de la comida.

- Mentiria si te digo que no me pondría muy muy feliz y que casi sentiría tu sangre en las manos de mi familia -Dije mientras me disponía a coger los cubiertos.

Una mano me apresionó la garganta y apretó.

Controlé mi poca respiración y levanté los ojos hacia Mauro. Obviamente su expresión mostraba desagrado.

- Me gusta que seas sincera Ashley, pero no te olvides que yo tengo el control -Dijo antes de soltarme de forma brusca.

Cogí aire. 

Contrólate, no le hagas enfadar -Pensé mientras me apresuraba a beber agua.

- ¿Por qué me preguntastes que como me sentiría? -Pregunté cuando él estaba a punto de salir de la habitación.

- Porque saben donde estás. Pero no te ilusiones, yo tengo el control y si lo saben es porque yo quiero. Los he entrenado a todos y a cada uno de ellos, no tengo que preocuparme -Dijo.

- No has entrenado a tus hermanos, ni a los padres de Mel, ni a los Lombardo, solamente nos has entrenado a nosotros -Dije apretándo con fuerza la mesa.

- Pero he entrenado con todos y cada uno de ellos. Yo soy el maestro y ellos los alumnos -Dijo antes de cerrar la puerta.

Si, pero hay un dicho que dice que el alumno puede superar al maestro, y esta vez, todos los alumnos te van a superar -Pensé mientras miraba el cuchillo que tenía en mis manos.