El príncipe de hielo [Thorki AU]

Enemigos

Loki estaba cansado de esperar en los ardientes pasillos de su nuevo hogar, tenía cinco años y más solo en el mundo. Su madre estaba enferma y en peligro de morir si los médicos no la podían estabilizar, sus hermanos mayores estaban casi a kilómetros de distancia de él incluso en ese mismo pequeño espacio.

Él no sabía que tan difícil había sido el viaje desde su país natal hasta el desierto donde estaban apenas era un recién nacido; su madre acaba de darlo a luz, su embarazo había sido complicado por la condición de que Loki no era como los demás y eso la había dejado enferma y débil, además su condición empeoro por el cambio radical de vida ya que ellos en su país era gigantes de hielo: azules, con marcar raras por todo el cuerpo, ojos rojos y grandes pero él era pequeño, débil. Su padre y hermanos le adjudicaban la enfermedad de su madre, por no haber nacido normal. De ahí la decisión de dejar el país y su padre con muchos sacrificios los logro hacer reyes de esas tierras. Pero hasta ellos habían luchado para poder mezclarse y no morir por el excesivo calor.

La nana que cuidaba de Loki salió llorando, detrás de ella su padre, corrió hasta el pequeño y lo abrazo.

-Sea fuerte príncipe- Loki entendía muy bien pese a su edad, sus ojos se opacaron y contuvo las lágrimas; de repente se tornó azul, sus ojos eran rojos, sus nana pego un grito pero ella sabía la verdad, se calmó y lo volvió a abrazar. Su forma de Joutun solo se mostraba cuando la emoción que sentía era muy fuerte. Su padre lo miró con repudió y sus hermanos igual al salir de la habitación de su madre, no se le permitió asistir al funeral de su madre pero su nana le leyó una carta donde le decía que él no tenía la culpa de nada, que no era raro, era único, donde lo amaba.

Desde ese entonces su padre había perdido el rumbo de su vida y las riendas del reino, excepto por su hermano mayor que lo mantenía al margen hasta que se casó y todo comenzó a decaer.

Pasaron los años y Loki se refugiaba en su biblioteca, aprendiendo un poco de "alquimia" y de hierbera, a los doce años era muy inteligente y sus maestros estaban impresionados con él. Era solitario y aislado, serio y reservado.

El oji verde alzo su mirada de cachorro para su nana, la vieja se rindió y aceptó su petición, de nuevo.

-¡Está bien, ve al lago!- Loki había desarrollado un gusto peculiar de ir a nadar al lago cerca de su reino en tiempo de calor, casi todo el año, ahí podía estudiar los animales, aves, insectos y apreciar la hermosa flora del lugar- pero no tardes, tu padre tiene visitas. El príncipe Thor y su padre vendrán pasado el mediodía- Loki se sonrojo al escuchar la mención del príncipe.

-¡Gracias! - salió disparado hacía el lago- ¡no tardaré!-

Odín y Laufey eran aliados y gracias a eso, el padre de Loki pudo edificar su reino en tan pocos años. Loki había conocido a Thor apenas unos dos años atrás, cuando tenía diez mientras el príncipe caprichoso investigaba cada rincón del castillo y encontrar a Loki dormido dentro de un armario en los pasillos de las habitaciones, con un libreo sobre él y su cabello bien peinado y recogido. Las pupilas de Thor se dilataron y su respiración se cortó de golpe. Desde ahí cada vez que iban era primordial para el rubio encontrarse con Loki y que le enseñara todo lo que sabía. A veces parecía arrogante, prepotente ante los ojos del moreno pero era para impresionarlo aunque causaba el efecto contrario.

El sol estaba en lo alto cuando Loki estaba cansado de nadar, era muy tarde y al otro lado del reino Thor estaba muy impaciente y desesperado porque Loki no aparecía.

-¿Dónde está? ¿Dónde está Loki?- la nana temblaba, para la edad de dieciocho Thor ya tenía un cuerpo casi de adulto, formado y definido por su duro entrenamiento militar. Mientras Loki apenas se desarrollaba finamente como un capullo delicado, delgado, alto.