El príncipe de hielo [Thorki AU]

Entre sales y aceites

¡Gracias por leer! No puedo creer que hayamos alcanzado las 12k de lecturas :'D y más por qué casi no la he promocionado ni nada. Esa es la buena noticia, la mala es qué...solamente quedan uno o dos capítulos. Claro, puedo alargar el fic con extras si tienen alguna idea o algo que les gustaría que pasara. 

Ahora, disfruten. 

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La música y las risas llenaban todo el lugar, aunque estuviera dentro del castillo y casi aislado, Amora podía escucharlos, podía escuchar cómo se divertían.

Se estaba cambiando, un par de maletas estaban listas sobre su cama, tocaron a la puerta y les dio acceso mientras terminaba de abrocharse el camisón.

-¿Estás seguro de esto?- gracias al reflejo del espejo Amora pudo ver la silueta esbelta de la princesa Syf, quien cerró la puerta detrás de ella y se recargo.

-Sí, lo sabes, iré de vacaciones a despejarme y a meditar. Empezar de nuevo, espero que Loki y Thor sean felices, espero que valga la pena...- Syf sonrió amargamente.

-Lo vale, lo sabes, solamente ocupaban ese empujoncito- se acercó a él y le ayudo a anudar el camisón- siempre tendrás un lugar aquí, Amora, siempre serás bienvenido, cuando estés listo- le dio un beso ligero en la mejilla.

-Gracias, Syf- la princesa sonrió y se dio la media vuelta para salir. Amora sintió una extraña sensación, sentía un pequeño calor en su mejilla. Debían ser ideas suyas.

Tomó sus maletas y se dirigió a la entrada donde un caballo lo esperaba, ya listo para partir. A lo lejos vio a Syf jugar con Balder, mientras besaba su cabecita. Algo se removió dentro de él. Una familia, él también deseaba una, un hogar y un abrazo cálido después de un día largo. Hizo una seña para que acercaran su corcel y comenzar su viaje. Colocó sus bolsas llenas de comida, agua y ropa, lo necesario solamente para llegar a su destino.

-Qué tenga buen viaje, príncipe- el rubio sonrió.

-¡Jia!- gritó y su corcel salió galopando a toda velocidad, una vez que cruzó los límites del castillo con el pueblo, Syf alzó su mirada llena de nostalgia y tristeza. Había una historia detrás de ellos dos.

Tres días después.

A lo lejos divisó el castillo, sus mejillas se tornaron rojas y agachó la mirada. ¿Qué les diría al llegar? Estar casi tres días fuera, sin ninguna noticia o algo.

-¿Sucede algo, Loki?- Thor se había dado cuenta del sonrojo en las mejillas de su esposo, tal vez el calor o el sol le estaban afectando, tenían agua y comida, pero estaba embarazado, tal vez se sentía mal- Loki...- el moreno no respondía.

-¿Uhmmm?- tardó en reaccionar- ¿Qué? ¡Ah, no! Es solo que... ¿Qué les diremos al llegar?- Thor se quedó sorprendido, pero después de unos segundos su cerebro proceso la información y rio bajito.

-Nada, no tenemos que dar explicaciones y sí tú lo quieres, puedes decir que tuvimos nuestra segunda luna de miel- Loki sintió el peso de esas palabras y se sonrojo aún más.

-¡ERES UN IDIOTA! ¡MALDITO THOR!- el rubio volvió a reír al ver como Loki se trababa por la vergüenza y se ponía nervioso. Después de casi una hora, llegaron al castillo. Los guardias abrieron las puertas y se sintieron aliviados al ver a su rey llegar.

Todo el pueblo comenzó a murmurar y las noticias llegaron rápido al castillo, donde Syf cuidaba de Fenrir y de Balder en ausencia de los reyes. La princesa los esperaba en la puerta, una gran sonrisa se formó en su rostro al ver lo cambiado que estaban los reyes. Loki irradiaba felicidad por su embarazo y el semblante de Thor era apacible y alegre.