Problemas

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Casi al amanecer pudo conciliar el sueño, llevaba días sin dormir y Thor se estaba dando cuenta, no podía ser cierto lo que Syf le había dicho, él no era capaz de ser padre ¿o sí? Tenía miedo de que los libros le confirmaran su sospecha. Los malestares aumentaban con el paso del tiempo pero su vientre no crecía. Rodo y se dio cuenta que su esposo no estaba, recordó que muy temprano un soldado tocó a la puerta con un mensaje en calidad de urgencia.

Se vistió cuando se termino de duchar y Rosie entro agitada y sin aliento, se detuvo frente a él y recobro la compostura.

-Siento la intromisión en este estado, alteza. El rey Thor le requiere ya en la entrada, esta por partir. De nuevo- ¿qué? Loki salió corriendo, cuando iba bajando las escaleras vio a su esposo alistando su ropaje y provisiones sobre los caballos junto a su ejercito y generales.

-Thor ¿qué sucede?- pregunto angustiado, el rubio sonrió y lo tomó de la cara para besarlo

-Nada, tu padre y tus hermanos siguen en su posición. Iré una vez más pero cuando regrese, por los cielos, ayúdame con ellos- Loki se sonrojo y se avergonzó por su familia- hey, no te sientas mal por su culpa- lo tomó de la mano y lo llevo un lugar más privado. Lo beso como si no hubiera un mañana, el calor era sofocante, sus lenguas luchaban por el dominio. Parecía un beso de despedida.

-¿Pasa algo?. Preguntó el moreno temeroso de aquí así fuera

Thor sonrió- No ¿Qué tendría que pasar? Espero regresar pronto- el rey camino hasta su caballo y seguido Loki, el rubio monto su caballo; estaba el moreno preocupado. Tenia que decirle.

-¡Thor!- gritó pero la sonrisa de felicidad y paz le estrujo el pecho

-No me extrañes tanto, hasta luego- dio la orden y todos marcharon tras él.

-Thor...- susurro. Frandal lo miraba desde atrás, no era el momento de decirle lo que había escuchado.

-Se fue y no le dijiste nada ¿por qué?- Syf bajaba las escaleras con Balder en brazos

-Aún no estoy seguro. No es posible, por favor quiero estar solo- se abrazo a si mismo y subió despacio las escaleras.

Loki estaba muy tranquilo, los siguientes días se la pasaba encerrado e su cuarto. Rosie toco a la puerta y espero a que la dejaran entrar.

-Adelante- la doncella llego con una bandeja llena de fruta y agua- Oh, cielos- gruño Loki al oler la comida- que asco, quítala de mi vista- la joven frunció el ceño y así lo hizo.

-Si, su majestad- dejo la bandeja lo más que pudo- ¿le sucede algo?- el moreno la miro aún con una mueca torcida por el asco

-No, estoy bien. No confiaba en ella como lo hacía con Miza. Como la extrañaba.

-Ha llegado el mensajero con una carta de parte del rey Thor- el moreno sintió un vuelco de felicidad en el corazón, después de días sabía algo de su esposo. Tomó la carta con sus manso temblorosas por la emoción pero su sonrisa -interna- se vio reemplazada por una de tristeza. Estaría ausento por un par de meses...demonios.

Al fin lo admitió, al paso de las semanas, al fin su cuerpo había refutado con hechos su negación. Sus mareos matutinos eran lo peor y su vientre se estaba abultado, se la pasaba durmiendo ¿Cómo era posible que no sabía nada? Su padre nunca le dijo eso, bueno no se podía esperar más de Laufey, sus hermanos tenían esposas así que ellos nunca se verían en la necesidad de saber si podían embarazarse.

Tocaron a la puerta, era Frandal. Sus lagrimas de lo desconocido y del temor lo abrumaron y cuando vio a Frandal entrar sin pensarlo se lanzo a sus brazos en busca de consuelo.

El príncipe de hielo [Thorki AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora