Capítulo 1

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LAUREN

Mi habitación se encontraba rodeada de cajas para ser mandadas por correo y pesadas maletas que yo iba a tener que cargar. ¿En qué momento se me había ocurrido que era buena idea mudarme al otro lado del país y llevarme toda mi ropa conmigo? Claramente había sido en uno de total y completa locura.

Mi mamá me ayudaba a marcar el contenido de las cajas y de vez en cuando la veía entrar a la habitación con un pañuelo y los ojos más rojos que antes. El asunto era que durante más de seis años ella y papá habían intentado tener hijos y nunca habían podido. El primer caso fue un aborto involuntario y después de eso mi mamá parecía ser infértil. Probaron varias veces con inseminaciones artificiales y nada pasaba, en una de esas tantas veces decidieron que sería la última. Ya no tenían más dinero para que el resultado fuese negativo y habían perdido las esperanzas... Pero dos meses después, mamá estaba embarazada de mí. Es por ello que siempre me decía que yo era un milagro, que había sido mandada para cumplir una misión importante en el mundo y que parte de ella había sido acompañarla.

Y ahora que su compañera de vida se iba a la universidad, ella estaba más sentimental que nunca. No paraba de llorar y de darme abrazos. Aunque no era para tanto, considerando que volvería a casa en tres meses para pasar el verano con ellos.

— No tienes que llevarte todo, ¿sabes?— Dijo mamá, sacando unos libros de una de mis cajas y colocándolos en un estante.

— Quiero llevarme esos libros.

Tomé los libros y los volví a meter a la caja. Mamá los sacó nuevamente y no pude evitar sonreír al ver como se estaba comportando.

— Ma, sé lo que estás haciendo y tener mis libros en una repisa no va a hacer que mágicamente mi presencia se sienta en toda la casa.

— Déjame vivir mi fantasía— respondió divertida, con una sonrisa nostálgica.

— Está bien, está bien.

Y aunque eran mis libros favoritos, no los volví a guardar. Podría comprar unos nuevos en Los Ángeles y dejarle esos a mi mamá para que su fuesen su consuelo. Sabía lo difícil que era para ella mi mudanza y estaba tratando de hacerla lo más amena posible.

— Creo que no hay más nada que hacer... Deberías irte o vas a llegar tarde al cumpleaños de Camila.

Asentí y le di un beso en la mejilla a mi mamá antes de salir. Al llegar al living room, tomé las llaves de mi camioneta y un suéter.

Conduje un rato hasta llegar a una cafetería nueva que estaba algo vacía y pedí un Latte con un trozo de pastel de chocolate. Me senté en la mesa más alejada que encontré y simplemente me dediqué a esperar a que el tiempo pasara. Debía esperar al menos unas tres horas antes de volver a casa si no quería tener a mi mamá haciéndome preguntas.

[6:47 pm] Dinah: felicitaste a ya sabes quién??

[6:48 pm] Dinah: Lauser respondeeeee

[6:48 pm] Dinah: Laureeeen

[6:48 pm] Dinah: LAUREN MICHELLE JAUREGUI

[6:49 pm] Dinah: dónde estás??

[6:49 pm] Dinah: bien.

[6:49 pm] Dinah: ignórame todo lo que quieras.

[6:50 pm] Dinah: me enojé.

[6:50 pm] Dinah: adiós.

Reí para mí misma mientras leía los mensajes de Dinah, y le respondí asegurándole que no la ignoraba, simplemente no había estado pendiente de mi teléfono en las últimas horas. Abrí la conversación que había estado evitando por meses y estuve tentada a subir por aquellos infinitos mensajes que guardaban nuestras charlas sin sentido sobre la vida, nuestros planes y los momentos cursis. Pero sabía que no era sano recordar todo eso cuando estaba intentado superarla.

here; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora