Camila's POV
Al llegar a casa, Lauren y yo acordamos de manera tácita que dormiríamos juntas. No hubo excusas de que lo hacíamos porque estábamos borrachas, porque había frio, porque teníamos miedo a la oscuridad o porque no queríamos dormir sola. Simplemente lo hicimos. Las dos sabíamos que eso era lo que queríamos, y ninguna lo cuestionó.
Despertamos en lados separados de la cama, pero no es como que estuviésemos esperando despertar abrazadas o recostadas en el pecho de la otra. Habíamos hablado y ahora éramos 'cordiales' entre nosotras, pero aún era muy pronto para elevar las esperanzas. Aunque para mí era inevitable.
Lauren se pasó toda la tarde estudiando para la prueba que tenía el lunes, mientras que yo me puse al día con los deberes que tenía pendientes. A la hora de la cena, Lauren ordenó una pizza y nos sentamos a comer juntas. Ninguna de las dos habló, pero el ambiente no era incómodo. Para mí, eso era un gran progreso; considerando que meses atrás —o solo una semana antes— nunca hubiésemos podido hacer eso sin terminar gritándonos por cualquier cosa.
Significaba que estábamos madurando, y que tal vez, si no podíamos darnos una segunda oportunidad, al menos podríamos acabar en buenos términos.
*
— Dios, Cab, cada vez entiendo más porque estas tan mal por esa chica— murmuró Antonio, siguiendo con la mirada a alguien. Volteé de la manera más disimulada que pude, y note a Lauren caminando hacia alguna de sus clases junto a Emili.
— ¿Por Lauren?
— Mjm.
— Tendrías que tener una conversación profundo con ella, juro que te enamorarías.
— ¿Así te pasó a ti? ¿Te dijo 'hola' y ya te enamoraste? — me molestó.
— Era una mierda conmigo, lo único que pasaba cuando me decía 'hola' eran mis ganas de matarla— expliqué, recordando como lograba irritarme con su sola presencia.
— No creo que fuese tan malo...
— Una vez, íbamos a acampar con nuestras amigas. Lauren salió de mi casa porque yo aún no estaba lista y se montó en el auto. Cuando salí, aceleró y me tuvo corriendo como por dos cuadras mientras ella se reía.
— Oh, retiro lo dicho— respondió, riendo.
— Y esa vez estaba siendo amable... Siempre que podía me recordaba lo mucho que había arruinado su vida.
— No me importaría tenerla gritándome eso. — Antonio levantó las cejas de manera sugestiva, y yo hice un gesto de asco.
— ¿Puedes... puedes no hacer esos comentarios conmigo aquí? Es raro.
— Como si no te la imaginaras gritándote cosas. — Me sonrojé sin poder controlarlo, y tuve que bajar la mirada para que él no lo notara—. ¿Ves? — preguntó divertido.
— Cállate.
— La debilidad de todos son las chicas enojadas... O al menos lo es cuando no están enojadas contigo.
— Y yo la he tenido tanto tiempo enojada conmigo que no sé lo que es calentarme por eso...
— Oh, pobrecita, Cab... Siempre te puedo ayudar a liberar tensiones. Es más, hasta puedo gritar como chica si eso te hace sentir mejor— ofreció en broma, pero con tono serio—. Ah, así, así— gimió de manera exagerada, imitando la voz de una chica.
— ¿Qué haría sin ti en mi vida? — pregunté, y lo abracé de lado.
— Probablemente estarías muy aburrida.
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here; camren
RomanceSECUELA DE GONE. Cuando somos niños y aprendemos a caminar, parecemos estar inconformes con eso. No queremos dar pequeños pasos o que alguien nos lleve de la mano, no, queremos hacer mucho mas. Y es por ello que empezamos a correr. Corremos...