Camila's POV
**— ¿Que mierda hiciste, Camila?— preguntó Lauren entrando hecha una furia a mi habitación.
— ¿De qué hablas?— murmuré de manera calmada.
— Tu mamá me llamó diciendo que su hija estaba teniendo una crisis y necesitaba que viniera a calmarla.
— No sé de qué estás hablando.
— ¿Qué pasó con tu mamá?
— Pregúntale a ella— respondí de manera evasiva y volví a prestarle atención a mi teléfono.
— ¿Qué pasó con tu mamá?— repitió.
— Revisó mi habitación— susurré, sin quitar la vista de mi celular.
— ¿Y que encontró?
— Condones— balbuceé.
— ¿Que encontró?— preguntó de nuevo con burla. Sabía que ya me había escuchado la primera vez, pero quería molestarme.
— Condones— dije más fuerte, y Lauren lanzó una carcajada.
— Así que tu mamá piensa que su hija lesbiana de quince años está teniendo una crisis, solo porque encontró condones en su habitación.
— Supongo.
— ¿Y qué te dijo?
— Quería saber si había usado alguno, y si te estaba engañando.
Lauren me miró con incredulidad y luego volvió a reírse.
— ¿Me estas engañando?
— ¿Cómo te voy a engañar si no somos nada?— pregunté de manera obvia.
— Para nuestros padres somos algo, Camila... Y espero que así como yo estoy respetando el contrato tú también lo estés haciendo.
— ¿Qué estas insinuando?
— Que tengas cuidado con lo que haces si no vas a lidiar con las consecuencias después.
— Deja de tratarme como si fuese una niña de cinco años, que seas un año mayor que yo no te convierte en un ser místico y sabio.
— Ten cuidado, Camila— me advirtió.
— ¿Cuidado con que, Lauren? Tu eres la que debería tener cuidado con lo que hace, porque puedo devolverte a Nueva York con un solo chasquido de dedos.
— Uh, que miedo tengo— dijo, con sarcasmo.
— Estoy harta— espeté, levantando mi tono de voz—. Estoy harta de mis padres, de nuestro contrato, de ti... Mi vida era perfecta, ¿sabes? Lo tenía todo controlado hasta que la lesbiana perfecta, Lauren Jauregui tuvo que meterse en mi vida y arruinarlo todo. Ahora tengo que fingir que soy alguien quien no soy, porque sorpresa Lauren: no soy lesbiana.
— ¿Y tú crees que yo sí?— Gritó, mientras su pecho subía y bajaba rápidamente—. Tal vez nunca te pusiste en mi lugar y pensaste en que yo tuve que dejar a mis amigos para mudarme a una ciudad desconocida a casarme con una maldita niñita mimada... Y si eso no era suficiente, mis padres me impusieron una sexualidad que no es la mía e irónicamente, ellos quieren que yo sea homosexual... Tampoco soy lesbiana, Camila. No me gustan las chicas y especialmente no me gustas tú.
Lauren salió de mi habitación, dejándome completamente confundida.
**
— ¿Crees que me queda mejor la azul o la verde?— preguntó Antonio, sosteniendo dos camisas a cuadros en sus manos.
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here; camren
RomanceSECUELA DE GONE. Cuando somos niños y aprendemos a caminar, parecemos estar inconformes con eso. No queremos dar pequeños pasos o que alguien nos lleve de la mano, no, queremos hacer mucho mas. Y es por ello que empezamos a correr. Corremos...