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Capitulo 12

Camila's POV

— ¡Laureeen! —grité, tras la puerta del baño para que pudiese escucharme. Lauren salió segundos después, tratando de cubrir su cuerpo con una toalla y con una expresión de susto.

— ¿Qué paso? ¿Estás bien? — preguntó preocupada.

— Mm, si... Bonito vestido— me burlé. Lauren dio una vuelta de manera lenta, y me torturó con la vista de su trasero y su espalda descubiertos.

— Es la nueva colección de Alexander McQueen— respondió, bromeando. Las dos sonreímos, recordando los viejos tiempos—. ¿Para qué me llamabas?

— Hay una araña en mi baño y necesito que la mates.

Lauren soltó una risa,  y se acomodó la toalla, para que le cubriera todo el torso; dejándome ver por unos breves segundos su parte delantera. Para nosotras era tan normal vernos desnudas la una a la otra —aun en situaciones no sexuales—, que aun después de terminar, parecía que la costumbre no se había ido y lo hacíamos sin darnos cuenta.

— Seguro es del tamaño de un mosquito.

— No, es gigante... Es un monstruo.

— Siempre dices eso, Camila, y terminan siendo cosas diminutas.

Entramos a mi baño, y Lauren comenzó a buscar al malévolo ser. Después de revisar con cuidado todos los lugares, la encontró escondida a un lado de la ducha. Pensé que iba a matarla, y salvarme de todo el sufrimiento, pero en vez de eso, la tomó en sus manos y amenazó con tirármela.

— ¡Lauren! ¡No! — chillé.

— Vamos, Camz, Amanda solo quiere ser tu amiga.

— ¿Le pusiste un nombre?

— Claro. Yo una persona amistosa, a diferencia de ti. — Me sacó la lengua.

— Como sea, aleja a esa cosa de mí.

— No la escuches, Amanda. Tú eres una mujer independiente segura de sí misma que no necesita la aprobación de nadie mas para ser feliz.

Rodé los ojos con diversión. Lauren era todo un caso.

— Hey, Camila— me llamó. Voltee a mirarla, y ella intentó tirarme a la araña de nuevo.

— ¡Lauren!

— ¡Camila!— remedó, riendo.

Salí corriendo de mi habitación, con Lauren detrás de mi y me encerré en la de ella. Claramente, era la peor decisión que había tomado, porque después de todo, iba a tener que salir en algún momento.

— Camz.

— No voy a salir— refuté.

— Tu amiguito te está llamando.

— ¿Qué amiguito?

— Anthony o como sea.

— Contéstale y ponlo en altavoz— le pedí.

— Hey, Cab— me saludó Antonio.

— ¿Qué pasa, Tonz?

— Ugh, sus apodos son patéticos— se burló Lauren, sin importarle si Antonio la escuchaba o no.

— ¿Interrumpo algo? Pensé que ya para esta hora habrías terminado de reventar la cama con tu diosa...

Sentí como mis mejillas se sonrojaban, y agradecí a que Lauren no pudiese verme. Sin embargo, eso no cambiaba el hecho de que había escuchado eso y ahora se estaba riendo a carcajadas.