Capítulo 6

221 31 0
                                    


Serena dejó a Helios en el bar al que a él le gustaba ir y luego si se fue a verse con Seiya. Aun no entendía como era que a su intelectual amigo le podía gustar un bar en donde solo ponían música pesada (metal) pero lo dejó y se fue. Aburrida porque esa noche terminaría con Seiya, no tenía idea de lo que él pensaba proponerle mientras la esperaba.

En la cama y después de haberlo hecho...

— Oye Serena, ¿te vas? ¿Por qué te estas vistiendo mi sensual y bello bombón?

— Seiya, —dijo mientras terminaba de subirse el lindo vestido blanco con encaje en el pecho—si me voy a ir para mi casa pero antes de irme quiero hablar contigo.

— ¿Es por lo de la gira verdad? Bombón, yo sé que será mucho tiempo pero....

— No, —se sentó a los pies de la cama y lo miró después de ponerse los tacones—déjame hablar por favor.

Seiya asintió.

— ¿Recuerdas lo que me dijiste la noche que nos conocimos?

— Esa noche te dije muchas cosas bombón. —Sonrió— La verdad no recuerdo todo lo que te dije.

— Me dijiste que tú preferías tener amigos que conquistas y, ¿sabes qué? Yo pienso lo mismo.

— Espera, espera, espera un momento Serena. —Se sentó y la miró con confusión— ¿Qué? ¿Eso qué quiere decir exactamente entonces?

— Que prefiero que terminemos ahora y quedemos como buenos amigos, a que acabemos odiándonos. Eso es lo que estoy diciendo Seiya.

— ¿Qué? No, no, no, no Serena. ¿Por qué tienes que ser tan radical? Yo quería decirte que...

Seiya miró con preocupación a Serena y le pidió que lo pensara. Le dijo que él sentía algo muy especial por ella y que si le dolía tener que irse de gira cuando la había conocido a ella pero que él pensaba que juntos podrían superar eso. Le ofreció llevarla a las presentaciones que iban a tener ahí en el país y sacar el tiempo para estar con ella pero Serena le dijo que no. Le dijo con firmeza y sin una chispa de dolor que ella ya había pasado muchas veces por eso con su esposo cuando vivía y que no estaba dispuesta a repetirlo. Le dijo con naturalidad que ella sabía cómo era él y que prefería que terminaran en ese momento y fueran buenos amigos, a terminar odiándolo por el resto de su vida al descubrir algún engaño.

— Pero Serena, no todos los hombres somos como tu marido. Si yo te digo que no me voy a meter con nadie mientras este de gira es porque así es. ¿Por qué no me crees ah?

— No Seiya, no. Esa época en la que yo creía en la fidelidad se acabó. A mí me han explicado que eso es un comportamiento natural en ustedes los hombres y pues puede ser todo lo natural que les dé la gana pero de que duele, duele. Tú eres un tipo muy coqueto y...

— ¿Coqueto yo?

— Oh si, —sonrió igual que él lo hacía—y ni te rías y hagas esa carita de yo no fui que tú eres un coqueto de aquí a la luna Seiya. Tú eres un tipo atractivo, caballeroso y famoso. Estas acostumbrado a que las mujeres se te tiren encima y si ustedes son infieles sin las mujeres buscarlos, ¿Cómo será buscándolos? ¡No me quiero ni imaginar!

— Me parece que estas generalizando mucho y está bien, será como tú quieras entonces.

— ¿Estás enojado conmigo Seiya?

— No, claro que no Serena. —Le sonrió mientras ella le acariciaba el pie—Lo que si me molesta es que estés terminando conmigo y estés diciendo que es mi culpa cuando la que está asustada eres tú bombón. Eso sí me molesta.

Un robot enamorado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora