Capítulo 17

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En la cama y abrazada a una almohada, seguía llorando. Serena no podía evitar derramar aquellas gruesas lágrimas pero no eran de dolor como en el pasado cuando Darien no llegaba al apartamento a dormir y sospechaba que estaba con otra engañándola descaradamente. En aquel momento sus lágrimas eran de rabia, mas no de puro y físico sufrimiento. Serena sabía qué clase de hombre había sido su esposo y con el tiempo, con los años, se acostumbró a sus infidelidades pero nunca llegó a sentirse tan molesta con él como se sentía en ese momento porque Darien, siempre, siempre se lo negaba. Él nunca había asumido ninguna de sus infidelidades ante ella y eso siempre le dejaba la duda. Nunca supo con seguridad lo infiel que él le había sido durante toda su relación y escucharlo de su boca, saber que había sido un hecho y que nunca estuvo loca, le molestaba. Le dolía mucho que él se hubiera burlado de su amor y de sus sentimientos hacia ella durante tanto tiempo.

Apretando aquella almohada y ahogando los gemidos de aquel enojado llanto, no sabía que su hija y Darien hablaban en la cocina.

— ¿Entonces eso pasó papá? Ay papá....que mal. Y con lo bien que estaban ustedes dos. Hasta se unieron para hacerme la vida imposible a mí.

— De ti y del anciano de tu "novio" hablamos después. — Le dio un sorbo a su vaso de agua— Por ahora dime, ¿cómo hago para que tu mamá abra esa puerta y me deje explicarle, ah?

— Ay papi, va a estar muy difícil. Es que eso que pasó fue muy feo. ¿En serio? ¿Le aceptaste todas las embarradas que hiciste? Hasta entiendo que no quiera verte ni en fotos. Si a mí Helios me hiciera algo como eso, bueno, no sé. No creo ser capaz de perdonarlo.

— ¿Y ese es tu consejo? ¿Qué estoy jodido? Gracias hija. — Se levantó de la silla y dio media vuelta para irse— Has sido de gran ayuda.

Rini fue con él después de dejar la lata de soda y el plato en donde había puesto la hamburguesa en el fregadero de la cocina. Impidió que se fuera al tomarlo por la chaqueta que Darien estaba usando y muy seria le dijo viéndolo a los ojos....

— Mamá te ama. Siempre te ha amado papá.

— Pero es que yo también Rini. — Le dijo igualmente muy serio— Yo a tu mamá, y a ti también claro mi princesa, siempre la he amado. Ella y tú fueron y son la única razón de mí existencia. Sé que me equivoqué pero estoy haciendo hasta lo imposible para enmendar mi error. Para que vivamos bien.

— Yo sé papi. Se te nota que no eres el mismo de antes; aunque yo me he visto muy perjudicada con tu cambio de actitud pero...

— Rini.... Tienes que admitir que tengo razón. Antes es mucho cuento que aun puedas verte con ese, digo, con él.

— Como sea papá. Es cierto que has cambiado mucho y mi mamá me dijo que estaba feliz con el nuevo tú pero, ella se enamoró de ti. De todo lo que fuiste y eras antes. Piensa. Conoces a mi mamá mucho más que yo. Tú mejor que nadie debe saber cómo contentarla. ¿Qué es lo que más le gusta a mi mamá?

Darien se llevó el dedo índice al labio inferior y se tomó un minuto para pensar. Absorto en sus pensamientos mientras Rini seguía hablándole, de repente tuvo una idea. Fue tanta su emoción al tener la solución a su problema que asustó a Rini con su fuerte exclamación y chasquido de dedos.

— ¡Ya sé!

— ¡Papá! — Gritó Rini del susto en la cocina mientras lavaba el plato— Oye, ¿Qué te pasa? Me asustaste.

— Gracias por el consejo princesa.

Le sonrió y tomó las llaves de la camioneta antes de ir a la puerta.

Un robot enamorado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora