En cuanto Serena dijo: Andrew, Matthew se levantó como un resorte de los acogedores brazos de su madre (que no hacía más que llorar) y fue hasta la puerta. Abalanzándose sobre su papá mientras Andrew lo abrazaba como si llevara siglos sin verlo y no un par de horas, Serena lo invitó a pasar. Ella mejor que nadie conocía esas escenas porque las vivió muchas veces con Darien. Sabía lo que eso dolía y por eso dejando su enojo a un lado con Helios y Rini, se enfocó en ayudar a sus amigos.
— Matthew, hola campeón. ¿Cómo estas mi amor? ¿Y tu mamá?
— Esta en la sala Andrew.
— ¡Serena!
— ¿Qué? — La miró muy seria mientras Andrew cargaba a su hijo y entraba— ¿Qué querías que le dijera acaso? Arreglen sus problemas que mínimo debe ser por una bobada. Cierren la puerta cuando se vayan y hasta mañana.
Miró a Helios.
— Que descansen.
— Serena no, espera. Yo necesito decirte que...
— Hablamos mañana Helios. — Lo miró con mucha frialdad— Yo ahora estoy muy cansada y no quiero hablar ni contigo ni con nadie. ¿De acuerdo?
Helios asintió y viéndola abrazarse y tomar camino hacia su habitación, se despidió de Lita y Andrew. Esperó hasta que Serena entrara a su recamara y luego si fue a la de él. Tirándose en su cama y sintiéndose peor que nunca con él mismo, no veía la santa hora de que amaneciera para hablar con ella. Necesitaba explicarle que él no había hecho nada intencionalmente y sobre todo necesitaba pedirle una y una solo cosa, perdón. Se sentía peor de lo que pudo haberse sentido Judas cuando traicionó a Jesucristo y lo único que ansiaba era su perdón y claro, su aprobación para poder estar con Rini. Así eso significara que debía volver a vivir a los suburbios, al Bronx.
.
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Tal y como Serena lo había imaginado, Lita y Andrew habían discutido por una tontería. Al otro día la llamó para preguntarle qué era lo que había pasado con él y estalló en risas por lo que Lita le contó. Lita le decía entre risas y apenada que no podía creer que se tratara de una broma de uno de los colegas de su marido y le pedía disculpas por haberse aparecido en su casa a esa hora de la noche, por haber causado el problema que había ocasionado. Por el contrario, le dijo Serena. Le agradeció el haberlo hecho porque gracias a que ella había ido buscando su ayuda enojada con Andrew porque creía que él la estaba engañando con otra mujer (cosa que no era cierta), había descubierto la verdad. Le decía que aún no salía de su asombro pero que había sido lo mejor. Le contó que estaba sorprendida pero no enojada. Dijo que había hablado con Helios ese día más temprano y que había quedado tranquila con lo él le había dicho.
Le dijo y con una sonrisa que aun confiaba en él.
Lita nada más se reía de pensar en lo que diría Mina cuando se lo contaran. Contagió a Serena con su risa y luego empezaron a hablar de otras cosas mientras Serena recordaba la conversación que había tenido en aquel parque con su ahora no amigo. Ahora su relación era otra. Debía empezar a verlo como su yerno pero no, por más que lo intentaba no podía. No quería desmeritar a Helios porque sabía que era un buen tipo pero ella esperaba algo mucho mejor para su hija. Alguien que estuviera a su altura.
Riendo mentalmente de la cara que había hecho Helios cuando ella le había preguntado aquello, hasta pesar le daba. Sólo hasta ese momento se daba cuenta que se había pasado con aquellas incomodas preguntas.
— ¿Qué tan lejos han llegado Helios? ¿Ya te acostaste con mi hija?
— ¡Serena! — Se levantó apenado de aquella dura silla metálica verde.
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Un robot enamorado...
Hayran KurguHola, hola a todos ustedes y el día de hoy, con una historia, hmm, bueno, algo rara, jejeje. Un día se me ocurrió, ¿por que no hacer de Darien (papacito rico) un bello e irresistible robot? Esta historia tiene de todo un poco. Los primeros capítulos...