Capítulo 7

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Serena llegó a la gran y lujosa casa de Lita. Estacionando la camioneta y bajando para ir a la puerta, entró cuando la muchacha del servicio le abrió.

— Señora de Shields.

— Hola Alex. —Le sonrió al robot que le recibía el bolso—Pero no, no me digas así que yo ya no uso ese apellido. Ahora he vuelto a ser Tsukino.

— Muy bien. Ya quedó anotado en mi base de datos señora Tsukino. Siga por favor. La señora Lita la está esperando en la habitación del niño Matthew para poderse ir.

— Gracias y como siempre eres encantadora.

— En seguida preparo café para llevarles. Con permiso, señora Tsukino.

Al ver a la bella "muchacha" del servicio de Lita, Serena volvía pensar en algo. En algo que hacía tres meses había pensado pero gracias a la abrupta aparición de Seiya en su vida, ya había olvidado. Alex se veía tan humana como cualquiera de ellos y por eso mientras caminaba por un largo pasillo hasta la habitación de su sobrino para encontrarse con Lita, pensaba que volvería a hablar con Mina para hacerle cumplir lo que un día le prometió.

Pero mientras Serena entraba a esa linda habitación llena de juguetes y de decoración infantil azul para abrazar a ese bello rubio de ojos verdes, Helios aun no podía digerir muy bien todo lo que Rini le estaba diciendo.

— ¿Tú crees Rini? ¿Y tú como sabes eso?

— Porque él me lo dijo Helios, por eso. No sabes lo mal que me siento conmigo misma porque creo que todo eso fue mi culpa. A mi él, me gustaba tanto que; ah, fui una tonta y está decidido. No quiero volver a saber nada mas de enamoramientos porque eso como que no es para mí. No nací para que nadie más; aparte de mi mamá y mi papá claro, me quiera.

— Rini, no digas eso. Tú estás muy joven como para decir una cosa de esas. Que ese muchacho estuviera interesado en tu amiga y te hubiera utilizado para darle celos, no quiere decir que todos sean iguales.

— No, no me interesa conocer a nadie más. Desde hoy muere para mi toda esa estupidez del amor rosa. Puff, ¿Qué? Disney nos ha tenido engañadas toda la vida. No existe tal cosa como el amor verdadero y mucho menos un príncipe azul. Todo eso no es más que basura...

— Rini, —se levantó de donde estaba sentado y fue hasta la cabecera de la cama para sentarse a su lado, para estar más cerca de ella—de verdad que lo siento mucho pero oye, no eres a la única que le ha pasado. Muchas personas no hemos sido muy afortunadas en el amor pero no por eso dejamos de buscarlo.

— ¿Lo de Neherenia verdad?

— Pues sí pero bueno, se podría decir que mis fracasos amorosos empezaron mucho antes de conocerla y estar con ella. En esas cosas del amor uno no debe acelerarse porque casi siempre termina mal. Tranquila y ya aparecerá otro muchacho por ahí que si sepa ver lo buena persona eres.

— ¿Tú crees? No, no, no, no quiero pensar en eso ahora. A mí lo que más me molesta es que por culpa de ese cretino yo me porté mal con Hotaru y ella no tenía la culpa de nada. Ella estaba muy contenta con su novio mientras este me....

— ¿Mientras este qué Rini? ¿Qué más pasó y no me estas contando?

— ¿Sabes qué Helios? Creo que ahora si me dio hambre y voy a ir a comer.

— Oye Rini, ¿no te la pasas diciendo que somos amigos? Anda, cuéntame. Si quieres y para que no te de tanta pena... yo te puedo contar algo mío. Que no te de pena. Pregúntame lo que quieras.

Un robot enamorado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora