Un robot enamorado...

Capítulo 12

Luego de una larga noche de mucho llorar, maldecir su suerte y recordar, se levantó y se arregló para ir a buscar a su amiga. Se dio un baño y se puso uno de los bellos vestidos que tanto le gustaban, para ir hasta el apartamento de Mina a recogerla. Completamente arreglada y haciendo más de una maniobra con el maquillaje para tapar sus ojeras, salió y se encontró con Rini y Helios que estaban en la cocina preparando desayuno.

— Buenos días muchachos. ¿Cómo amanecieron?

— Hola mami y, — respondió Rini muy sonriente mientras sacaba una caja de leche de la nevera pero cuando la vio...— ¡mami! Ay mami por Dios, ¿estás bien? Estas pálida y súper ojerosa. ¿Qué tienes mamá?

— Cada día eres más parecida a tu papá Rini.

Se sentó en una silla alta de madera que estaba frente al mesón de la cocina.

— No tengo nada y no te preocupes, estoy bien.

— ¿Estas segura Serena? — Le preguntó Helios que había dejado de picar un tomate para mirarla— Creo que Rini tiene razón. No te ves muy bien y lo mejor sería que regresaras a la...

Serena sonrió y les dijo que estaba bien. Tratando de cambiar el tema y luciendo lo más fresca y natural que podía, los apresuró con el desayuno porque (según ella) tenía mucha hambre y afán. Les contó que ese día estaría con Mina y que tal vez tardaría. Que no sabía a qué horas regresaría.

Luego de ayudarles a poner la mesa y de tomar su desayuno, se despidió de ellos y se fue.

Un rato después y luego de haber discutido durante todo el camino con Mina por eso, por pedirle que la llevara ahí, llegaron. Mientras estacionaba la camioneta y escuchaba a su amiga alegar, leyó las brillantes y gigantescas letras del edificio. Impresionada por lo grande y alto que era, bajó porque tenía mucha prisa.

No veía la hora de entrar.

— Bienvenida a lo que mi tío y su mujer llaman su segunda casa. Te presento a Robotic L.A. Vamos, nos deben estar esperando Serena.

— Mina, — dijo mientras su amiga hacia mala cara y subía las escaleras para entrar— el sarcasmo está de más. No entiendo por qué estás tan enojada si...

— Como primera medida, no es sarcasmo Serena. Mi tío y Luna sí están convencidos de que esto es su vida. Prácticamente viven aquí. Son muy antisociales.

— Mina...

— Y lo segundo, no entiendo cómo es que puedes volver a lo mismo. ¿Es en serio? ¿Qué paso pues con la belleza esa de Diamante Black? Hasta donde sabia ustedes iban muy bien y hasta creí que....

Deteniéndose su conversación porque llegaron a recepción, siguieron su camino cuando aquella rubia y amable secretaria de ojos azules (como la mayoría de las que trabajan ahí) les dio la bienvenida. Mina había llamado a su tío Artemis y le había pedido una cita en el momento y punto en el que Serena la había llamado. En el elevador y mientras subían hasta el último piso, Serena le contó a Mina por qué se había terminado su relación con Diamante mientras esta no lo podía creer. Le resumió rápidamente lo que había pasado y de nuevo tuvieron que interrumpir la conversación porque el sofisticado y pequeño elevador plateado, se había detenido.

El corazón de Serena se aceleró como hacía mucho tiempo no lo hacía porque ya habían llegado.

— Hola pequeña Venus. Hace mucho que no te veíamos. ¿Verdad Luna?

— Hola tío, hola Luna. — Se acercó al igual que lo hizo Serena para saludaros— Y no me digas así. Ya han pasado muchos años y bien sabes que...