Fuego Abrazador

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—¡Basta ya!— Me dije a mí mismo.

Con todo el dolor que sentía en ese momento me pare del suelo. Claro, no fue fácil, pero después del tercer intento lo logré. El problema seguía siendo la soga.

La desesperación llegó a mí cuando vi que la puerta comenzó a prenderse en fuego. Sentí como poco a poco el dolor se iba y mi instinto de supervivencia salía a flote.

En una esquina de la habitación pude ver una daga, me acerqué rápidamente a esta y gracias a las técnicas, que tuve que aprender obligatoriamente, logré cortar la soga.

Ahora que tenía libertad en los brazos tenía que buscar una forma de salir de aquí.

Lo primero que hice fue quitarme el polo, de esa forma no sentiría tanta molestia en la espalda.

Vi una ventana que daba hacia a fuera de la casa, pero dudo que pueda salir por allí, es algo angosta para mí.

La única salida que tengo es esa puerta, el problema está en que esta quemándose por lo que supongo la sala debe estar ardiendo en llamas.

Los minutos siguen corriendo y los gritos de desesperación cada vez eran más traumantes, el humo se hacía presente en el sótano haciéndome toser de vez en cuando.

No puedo permanecer por más tiempo aquí, mi libertad se encuentra detrás de esa puerta.

Vamos Theo, puedes, me repetía una y otra vez. Tomando impulso patee la puerta y esta salió volando.

Nunca, ni en mis más terribles pesadillas, vi algo como esto. Toda la casa estaba en llamas, el fuego consumía todo a su paso.

Aunque no sea mucha la distancia hasta la puerta de salida, me da un poco de miedo quemarme.

La sensación de calor llegó a mis heridas recién hechas devolviéndome a la realidad. Con paso acelerado, pero cuidadoso, fui acercándome hacia la puerta.

Antes de salir mire por última vez el desastre que se había convertido todo esto y en las escaleras vi un cuerpo, el cuerpo de mi padre.

No sé por qué o tal vez sí, pero me acerqué como pude y me arrodillé junto a él. Parecía aún estar vivo, pero con con todo el cuerpo quemado muy pronto perecería.

—Theo... —le costaba hablar a causa del dolor.— Theo, perdón.

Fueron sus últimas palabras antes de dejar este mundo. Bien dicen que las cosas que has hecho, sean malas o buenas, se te regresan todo en esta vida. Todo el dolor que causó este hombre, lo pago antes de morir.

Cogí la pistola que estaba en los pantalones de mi padre y volví a caminar hacia la puerta. Los ojos comenzaron a picarme a causa del humo, provocando también mi falta de aire.

Llegué a la puerta y como pude la abrí. El panorama que veía era única, el bosque junto con las pequeñas cabañas estaban ardiendo en llamas.

Un disparo a lo lejos me volvió a la realidad, comencé a avanzar entre el fuego. ¿Quién sería capaz de causar todo esto?

Conforme iba avanzando, cuerpos en el suelo fui encontrando, cuerpos envueltos en llamas, otros ya consumidos por el fuego y algunos otros con signos de haber muerto por causa de una bala en la cabeza.

Todo esto es tan irreal, parece sacado de algún cuento de terror. Pero fuera de todo eso, no podía evitar pensar en que al fin era libre.

Estaba saliendo de -lo que para mí es una zona de peligro-, cuando escucho a alguien hablar.

My Strange Love [Sterek - AU] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora