Capítulo VII " La Carta"

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El carruaje llega a la casona de Lakewood y Dorothy baja.

-Buenos días Sr. Withman- exclama.

-Buenos días Dorothy, ¡qué alegría verte por estos lados! Desde que la Sra. Elroy te mantiene cuidando su secreto ya no te hemos vuelto a ver por acá- el Sr. Withman sonríe cómplicemente. Dorothy le sonríe y contesta –Es cierto, pero no creo que sea un secreto por mucho tiempo más, aunque sabe muy bien que no puedo decirle nada.- esta vez
ella sonríe con complicidad.
-Lo sé, esperaré como todos los demás a que se devele el misterio- y le guiña un ojo. Dorothy vuelve a sonreírle y cambia de tema – ¡Las Dulce Candys se ven preciosas!-
-Sí, esta primavera están asombrosamente más hermosas que de costumbre, como si el mismo señor Anthony las estuviera cuidando, han renacido tan espléndidas como cuando él las atendía. Si estuviera con vida estaría muy orgulloso al ver cómo las he tratado.-
-Es verdad ha hecho Ud. una gran labor, con permiso-
-Claro, ve Dorothy, que no has venido a hablar conmigo.-
Dorothy entra a la casona, una mucama la saluda a la entrada.
-Buenos días Dorothy-
-Buenos días Margaret, debo dejar esta carta en persona con las cartas del señor Williams que se despachan hoy.-
-Bien pasa, están en su despacho, y pide permiso ya que el señor Williams se encuentra trabajando allí ahora.-
-Gracias-

¡Toc, toc!
-Adelante-
Dorothy abre la puerta y ve a Albert sentado en su escritorio, cierra la puerta y se da cuenta que se ha puesto de pie.-
-Con permiso Señor-
-¡Dorothy! ¡Qué alegría verte por acá!, ¡vamos pasa!-
Dorothy lo ve desde lejos y sus mejillas se sonrojan, Albert se ve deslumbrante con un traje azul, sus cabellos dorados caen largos sobre sus hombros y se mecen con cada movimiento que hace, sus tiernos ojos azules la miran con cariño paternal y su presencia hace sentir a Dorothy como alguien importante para él. Sí, el señor Albert tiene ese detalle para con todos, los hace sentir personas que valen y no simples sirvientes. Es una característica que ningún otro Andry posee, claro,
exceptuando a su señor Anthony. En unos segundos recuerda la ocasión en que se presentó a su servicio por primera vez y él le dijo que no lo llamara señor sino simplemente Anthony, igual que se lo dijera años atrás Candy, pero ella se negó al igual que entonces, no estaba acostumbrada a tratarlos de iguales. En esos pensamientos está cuando se da cuenta que Albert se le ha acercado y la mira plácidamente, está semi sentado sobre un mueble a su izquierda y le sonríe con agrado. Dorothy se sonroja todavía más y baja la vista, Albert es un hombre realmente guapo.
-Señor, he venido a traer esta carta que mi señor Anthony quiere despachar hoy mismo.-
-Una carta de Anthony, ¡qué extraño! , bien Dorothy colócala en aquella caja con el resto de mis cartas.-
Dorothy deja la carta y mira a Albert, éste se ve pensativo y más serio, está muy elegante y atractivo con ese atavío, que aunque no es de vestir le sienta muy bien. Albert dirige su mirada a Dorothy y ella vuelve a ver la calidez en su mirada, le sonríe y pregunta.
-¿Cómo está mi sobrino?-
Dorothy se sobresalta, el porte admirable de su señor Albert la ha aturdido y había olvidado el mensaje.
-¡Oh! El señor Anthony le envía saludos y quiere que sepa que está recuperándose espléndidamente y que quizás pronto vuelva a cabalgar y lo visite.-
El rostro de Albert se llena de gozo y lo transmite irradiándolo.
-¡Magnífico! ¡Sabía que Candy era la única que podía hacer el milagro de traerlo a la vida de nuevo, al brindarle sus cuidados y su amor !.- Dorothy alcanza a ver que un dejo de melancolía aparece en los ojos de su señor, pero sólo unos segundos y luego vuelve a verse feliz.
– Ve Dorothy con mi sobrino y dile que no se apresure a montar todavía y que la visita probablemente se la haga yo primero.-
Dorothy se da cuenta que ya debe regresar, deleita su mirada en su señor Albert una vez más y éste la despide con una cálida sonrisa.
-Con su permiso-
-Anda, ve.... Y Dorothy...-
-¿Sí señor?-
– ¡Gracias por cuidar tan bien a Anthony!-
-De nada señor, es un verdadero gusto para mí.-
Dorothy se retira y se apresura a volver pues todavía tiene que preparar el almuerzo y se la ha hecho muy tarde.

Albert se levanta del mueble donde está recostado y toma la carta de la caja y lee:

Albert se levanta del mueble donde está recostado y toma la carta de la caja y lee:

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Señor Terrence Granchester
De: Anthony Brower


-¡Por Dios!- se dice -¡si es una carta para Terry! ¿qué estará pasando en la casona entre Candy y Anthony ?...... esto puede traer muchas complicaciones....será mejor que siga esto de cerca.

El Retorno De AnthonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora