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Solo había pasado un día desde la partida de N a Osaka, y todos en el restaurante ya notaban su ausencia, el ambiente se sentía con bastante desánimo, pero el que resintió más su ausencia fue su abuelo, que estaba más que acostumbrado a verlo siempre.

— Papá cambia esa cara, yo también lo echo de menos, además dijo que llegó bien, que ya está en casa de su amiga — dijo la madre de N.

— Lo sé, pero me hubiera gustado que mejor se quedara.

— la verdad es que a mí también. Pero fue su decisión. 


* * *


Hongbin se sentía contrariado pero después de razonarlo mejor decidió hablar con Ravi, acerca de N, había pasado toda la noche considerando los pros y los contras de toda esta rara situación. Entonces al llegar a la oficina no dudo en hablar con Ravi.

— Ravi puedo hablar contigo un momento.

— Claro ¿qué pasa?

— Pues la verdad es que tengo que hablar contigo... de N.

— Hongbin no creo...

— Escúchame si... ya sé que es la cosa más extraña, pero me parece que él no tiene la culpa de lo sucedido y si te soy sincero me gustaba verte tan feliz con él.

— Lo sé, a mí también — dijo simplemente Ravi.

— Además hay algo más que quería decirte.

— ¿Algo más?

— Si, recuerdas que ayer te dije que iba a buscar a mi hermana al aeropuerto.

— Sí, que con eso.

— Pues... me encontré con Hyuk el primo de N, mientras se despedía de él.

— ¿Cómo?

— N se fue a Japón.


La noticia sorprendió bastante a Ravi, que no supo que contestar ante lo que le había dicho Hongbin. Ese día salió a correr como otras veces para despejar su mente y le pidió al cielo una señal que le indicara, acerca de que era lo que tenía que hacer, y como si sus ruegos fueran escuchados, frente a él volvió aparecer aquella pareja que anteriormente había visto corriendo juntos, tomados de las manos.

Dejo de correr y tocando sus rodillas con ambas manos, medito una vez más todo. Hasta que llegó a la conclusión de que Hongbin tenía razón, N no tenía la culpa de que precisamente el corazón de Leo lo tuviera él, y mucho menos de lo que le había pasado a Leo. Se sentía como un verdadero idiota por que en algún momento había considerado esa posibilidad, y sabía que tenía que disculparse con N por eso.

Terminó su rutina antes de lo normal y corrió hasta su casa a cambiarse, tenía que encontrar la forma de que le dijeran a donde exactamente había ido N, tenía que ir a buscarlo y decirle que él estaba enamorado de él, que pese a todo no había dejado de quererlo.

Un par de horas después, Ravi se encontraba justo en la acera de enfrente del restaurante, había llegado desde hacía treinta minutos, pero tenía algo de miedo, no sabía cómo lo recibirían o si al menos le darían la oportunidad de hablar. Tomó una gran bocanada de aire, y auto animándose cruzó la calle y entró al restaurante. 


* * *


Dos Vidas Contigo [Navi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora