Tiró el ramo a la basura directamente, no quería saber nada del capullo de Daniel. Pensó en que Sheila ya había llegado, así que saltó las escaleras de dos en dos. Se encontró con ella y Alicia, justo entrando por la puerta. La rabia le subía de la punta de los pies a la punta del pelo. No la soportaba. No quería verla.
Subió igual de rápido que había bajado. Sheila hizo que no con la cabeza y cerró la puerta. Le enseñó su habitación y la de su madre. La que se suponía que era de Alec estaba cerrada con llave, no quería, ni necesitaba abrirla. Se sentó en el sofá, había llevado una bolsa gigante, y recordaba que el día del accidente con Alexia también la llevaba. Cuándo la iba a abrir sonó el timbre. «Debe ser Alex», pero no era ella sino la pelirroja, literalmente, como la sangre.
— ¡Hola Enana! ¿Estas ocupada? Necesito contarte algo urgente — Laura hiper ventilaba.
— Estaba con mi hermana... — La chica de pelo rojo quedó pensativa —, con Alice.
Laura frunció el ceño. Hizo un gesto con la mano, se giró y subió las escaleras. Sheila no entendía porqué ninguna soportaba a su hermana, sabía lo que había echo, pero ella hasta llegar al hospital no sabía nada. Aún que sí sabía que Daniel y Alexia estaban medio saliendo.
Mientras tanto, Alexia estaba echada en el sofá boca arriba. Cuándo sonó el timbre fue a abrir con desgana, «Ya podría haber sido él». Alexia la invitó a entrar. Le contó con todo detalle que había pasado por la mañana y que había encontrado un ramo de flores con una nota de Daniel. Laura se resistió a contarle que no solo estaba Daniel en Barcelona, si no también Alicia, y posiblemente todo Auryn.
Al cabo de un rato Laura se fue a ver a Alba, quién aún no era oficialmente su novia. Alexia volvió a quedarse sola durante un largo tiempo. Hasta que el timbre del telefonillo sonó, no se imaginaba quien era. «Debe ser Sheila que se habrá olvidado las llaves», pero se llevó una sorpresa al oír aquella voz. Esperó detrás de la mirilla, y cuándo vio al chico de pelo blanco preparado para llamar al timbre abrió de repente y saltó a sus brazos directamente.
— ¿Que haces aquí? Pensé que no teníais vacaciones hasta que volvierais de Latino~América. — Dijo ella, dándole un beso en su mejilla.
— Vinimos siguiendo a Dani. Quién siguió a Alicia — Blas suspiró cuando notó la mueca de Alexia —. Pensé en pasar a verte, porque echaba de menos a mi Mejor Amiga. — Alexia volvió a abrazar a Blas, a quién invitó a entrar a su casa.
Horas más tarde, cuando Alicia ya se había ido, Sheila optó por llamar a la puerta de Alexia, en el tercer piso. Le abrió el padre de Alexia, con la típica cara borde. Le señaló el salón, y allí se encontró con una Alexia durmiente abrazada a un Blas igual de dormido. Sheila hizo una media sonrisa. Tocó el hombro del peliblanco. Este entre abrió los ojos, sin reconocer a quién tenía delante. Una figura delgada, pelo largo, liso y desprendía un color rosa chicle.
Cuándo Alexia despertó, su mejor amigo y su hermana estaban hablando de forma animada. Le miró a él, tenía el pelo revuelto, como siempre. Sus ojos azules resaltaban por el color del pelo, además llevaba la camisa arrugada por el echo de que ella había dormido encima.
Le miró aún estando tumbada. No se atrevía a decírselo, porque sabía que tenía algo raro con Carlos, pero siempre le había gustado Blas. Al menos después de despertar en el hospital.
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Cuándo Estás Junto A Mí [Sonia Gómez]
FanfictionSheila se muda con su madre al centro de Barcelona. Es muy fan de la GirlBand más famosa de España, Sweet California. Sheila esconde un secreto que solo su mejor amigo sabe, y ella llegará a hacer realidad su sueño. Conocer a Sonia Gómez. Pero cuand...