Capítulo Trece

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"Cientos de quilómetros
Compartiéndonos miradas
Risas en la habitación
Cada noche tras bajarnos el telón
Soñando tan despiertas
Que da miedo
Pensar que ahora se aleja

Suena el eco de un adiós
Y aún así estás tan cerca
Rumbo a otra dirección
Y no importa dónde sea
Que no existan las barreras
Y que nadie
Nunca nos detenga"

Lloraba mientras escuchaba la canción, una de las nuevas de Sweet California, sus ídolas. Se había comprado el disco, pero aún no habían echo ninguna firma. Y al llegar al tema de volver a ver a Sonia, se le venían los recuerdos de los últimos hechos. Charlotte la besó delante de todo el mundo, estaba claro que a Sheila le gustaban las chicas, ¿Pero quién diría que a Charlie también? Y la pobre Lau, que se escondía de algo, pero Sheila no se atrevía a preguntar el qué, porque ella ya tenía una mínima idea. Y Sonia. Sonia había desaparecido de su universo, porqué ella seguía conectada a instagram, twitter y whatsapp. Pero pasaba totalmente de Sheila. Aquella tarde anunciaron algunas firmas, y estaba claro que iba a ir, no solo por Sonia, sino por Alba, con quién compartía aficiones, e incluso Tamara, que aún no la había visto en persona.

Y los días pasaron muy lentos hasta el día de la firma. Cogió una mochila y metió una botella de agua, unas cuantas chucherías, un poco de chocolate y el disco. Cogió las llaves del mueble que había delante de la puerta. Laura la esperaba ya en el portal, caminaron tranquilamente hasta la parada del metro, ya que tenían todo el día. Le gustaba ir muy pronto, porqué sino había demasiada gente. en cuanto se sentaron en el metro le llegó un mensaje.

"Vendrás a la firma de hoy, ¿No?"

Sheila se pensó si responder le, pero no quiso ni entrar al mensaje, así que pasó de ella. Hicieron transbordo más de tres veces, para llegar a donde tenían que ir, así que les llevó una hora y media, más o menos, a llegar a Gran Vía 2. Además ya había muchísima gente, no habían llegado tan temprano como ella quería, así que corrieron al final de la cola, para que nadie más se pudiera adelantar. Pero la sonrisa se les borró de la cara cuando vieron quien era la última de la cola.

Sheila se puso de espaldas a ella, y Charlie se encogió de hombros, porque sabía que había metido la pata hasta el fondo al haberla besado, además delante de medio instituto. Lau, empezó a hablar de que a ella también le gustaban bastante esas tres chicas, y le encantaba Alba, pero no tenía CD, para poder entrar a conocerlas. Así, Sheila, le pidió dinero a Laura, y salió corriendo después de eso. Corrió lo máximo que pudo, hasta la segunda planta del Carrefour, que era la más cercana. Cuándo vio uno de los expositores con los discos suspiró aliviada, pero también porque se quedaba sin aire. Pasó por la caja como un rayo y volvió al lado de Laura. Cuando la firma estaba a punto de empezar, le vibró de nuevo el móvil.

"Esto empieza, enana. Por favor, ven, necesito verte, necesito que estés aquí conmigo."

Sheila tecleó una respuesta "Estoy aquí, siempre me tendrás a tu lado", pero rápidamente la borró. No porque estuviera enfadada, porque quería que fuera una sorpresa. Y le llegó otro.

"Entiendo que estés enfadada, también me merezco que no vengas. Aún así, te quiero, enana"

Sonrió a la pantalla y se le cayeron dos lágrimas. Lau la abrazó, no la quería ver triste ni mucho menos. Entonces fue cuando la cola empezó a avanzar, Lau, disimuladamente, cogió de la mano a Sheila, y ambas sabían que eso no era símbolo de amistad, sino, de algo más.

Cuándo Estás Junto A Mí [Sonia Gómez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora