Comimos muy agradablemente, y los chicos se conocieron entre ellos. Pero recordé la verdadera razón por la que había venido.Estaba sentada entre Maddie y Chase.
- Maddie. - La llamé ej un susurro. Cuando obtuve su atención, hablé. - ¿Vamos a tu casa a hablar?
Ella asintió. Les dije que debiamos irnos. Chase comprendió el mensaje y no pareció molestarle. Asique nos despedimos de ellos, diciendoles a mis amigos que quedariamos mañana.
Cuando llegamos a casa de Maddie, me quite los zapatos que me estaban matando, y subimos a su habitación. La habitación, estaba tal y como la recordaba. Limpia y moderna. La moqueta era de un color lila y las paredes estaban pintadas de un color crema. Me tiré en su cama y ella hizo lo mismo. Esperé unos segundos a que hablara y como no lo hizo, hablé yo.
- ¿Y bien?
- Ah, si lo olvidé. Estoy pensativa, ¿Sabes? - Dijo. Rodé los ojos por la forma en la que se entretenía. - No ruedes los ojos.
- ¿Vas a contarlo o me has hecho viajar para nada? - Le dije divertida. Esta vez la que rodó los ojos fue ella.
- Vale, vale. Era la tarde y lo llamé unas cuantas veces para quedar con él. Como no contestaba, fui a su casa porque estaba preocupada y me lo encontré follandose a una tia. - Contó sollozando. La abracé muy fuerte mientras se sorbía los mocos. Le dí unos pañuelos y se tranquilizó. A veces, lo mejor es contar lo que nos pasa para desaogarnos y sentirnos mejor.
- Shh, tranquila. Todo va a estar bien. Tranquila. - La tranquilicé mientras la volvía a abrazar. De repente se me vino una idea a la cabeza, como si hubieran encendido una bombilla en mi cerebro.
《¡Alaa! ¡Y yo que pensaba que no tenías cerebro!》
Callate, coinciencia. Te recuerdo que somos la misma persona.
- ¿Has pensado en vengarte? - Le pregunté sonriendo.
- Si, pero no sonrías así, das miedo. - Dijo soltando una pequeña risita. Reí con ella.
- Nos vamos a vengar. - Dije.
- Vale, ¿Pero como? - Preguntó. Ya me sentía como en una película de criminales y todo. Soy todo una malota (notesé el sarcasmo)
- Necesitamos comprar unas cosas. - Le dije.
(...)
- Estaciona unas calles mas alante, solo por si acaso. - Le dije. Me hizo caso a lo qie le dije y aparcó en una calle poco transitada. En uno de los callejones de Nueva York.
Empezamos a caminar por Time's Square y los recuerdos me invadieron de repente. He nacido aqui y he vivido toda mi infancia en Nueva York. Aunque quería ir a estudiar a Seattle, dejar mi ciudad natal me dio tristeza.
- Has echado de menos Nueva York, ¿Verdad? - Me dijo mi mejor amiga, con una pequeña sonrisa ladeada.
- Si y tambien a vosotros. - Le dije sonriendo. Me devolvió la sonrisa con gusto.
- Yo también te he extrañado. - Respondió pasando uno de sus brazos por mis hombros.
- Seattle es muy distinto, pero te va a gustar. - Le dije recordando mi casa.
- Losé.
- ¿Tenemos todo? - Pregunté cambiando de tema. Mucho cariño por hoy.
- Eso creo. Repasemos. - Dijo sacando la mochila azul de sus hombros.
- Globos, pistola con pintura, cámara, papel y boli. ¿Esta todo? - Enumeré las cosas que necesitabamos para nuestra venganza.
- Esta todo. - Afirmó. Sonreí y chocamos las cinco.
Llegamos a uno de los barrios más caros de Nueva York.
Huy, al parecer el chico es un niño de papi con mucho dinero. Esto se va a poner muy interesante. Vale, tal vez estaba siendo muy cruel, pero nadie hace daño a mi mejor amiga. Eso nunca.
- Es esa casa. La de la derecha. - Maddie señaló una casa que tenía un Audi blanco aparcado afuera. Creo que se va a arrepentir de haber comprado ese color.
- Vamos. - Dije haciendo señas para que viniera. Me siguió y las dos caminamos hacia el moderno coche un poco agachadas.
Comenzamos con nuestro plan. Le pintamos el coche de colores chillones: Rosa, verde, morado y amarillo. Los globos, los aventamos en las ruedas y la entrada de su casa. En un papel, escribimos: No te metas con quien no debes y se lo pegamos en la ventana de su habitación. Luego, tocamos el timbre y nos escondimos en uno de los arbustos de su jardín, grabandolo todo. Su reacción, fue muy graciosa. Estabamos intentando aguantar la risa pero me fue imposible. Solté una carcajada y Maddie me tapó la boca. Nos quedamos estáticas rezando para que no nos hubiera oído, aunque eso era algo difícil. La mano de Madd seguía en mi boca, dificultandome respirar. Se la quite y ella me fulminó con la mirada poniendo el dedo indice sobre sus labios, para que guardara silencio. Rodé los ojos porque no ers tan tonta como para ponerme a gritar o a reirme.
《De hecho, ya lo has echo》
Vete por hay.
- ¿Quien esta ahí? - Dijo el chico que era rubio y musculado, que era lo que podía ver, porque estaba de espaldas. La mirada del chico recorrió todo el alrededor, hasta posarse donde nosotras estabamos. Dejé de respirar.
- A la de tres, corremos. - Susurró Madd para que solo yo la escuchara.
Asentí. Empezó a contar con los dedos y a la de tres echamos a correr juntas hacia donde teníamos aparcado el coche. No estaba muy lejos pero me arrepiento de no haberlo dejado enfrente de su casa.
- ¡Run, bitch, run! - Grité mientras reía. Maddie rió.
Seguimos corriendo y al parecer el chico se había cansado, porque no nos siguió. Cuando ya podíamos ver el coche nos paramos paa regular nuestras respiraciones.
- ¡Eso ha sido la ostia! - Rió Maddie.
- ¡Y tanto! ¿Has visto su cara? - Dije entre risas.
- Que gracias. No puedo respirar. - Dijo entrecortadamente Maddie.
- Y que hubieramos corrido una maratón. - Murmuré. Maddie rió y nos adentramos en el coche.
Cuando ya estabamos dentro, nos quedamos en un silencio agradable, reapirando tranquilamente. Pero el silenció no duró mucho.
- ¡Mierda! ¡Arranca! ¡Es él! - Gritó Maddie.
Entre risas, arranqué.
Todo por estar y hacer feliz a mi mejor amiga.
Y por pasar un buen rato riendote de los demás, claro.
Heeey Baaees😘❤ Como estais? Ya estamos en el comienzo del verano, pero no voy a poder escribir mucho ya que voy a estar fuera mucho tiempo.
Este capitulo no lo iba a subir hoy, pero como voy a estar fuera estos días, aqui lo teneis.😊
PASAR UN BUEN VERANO!
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Los Miller Nunca Se Enamoran
Teen FictionBecca y Alex, los hermanos Miller, nunca se han enamorado. Ellos guardan un secreto que solo ellos conocen. Y tienden a romper el corazón a los demás. ¿Que pasará cuando los mellizos Owen sean sus nuevos vecinos? ¿Les será fácil guardar el secreto y...