17| Interrogatorio

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Maratón 2/2:

- ¿Y bien? - Dije ya cansada. Eran alrededor de las 4 de la mañana. Me costaría levantarne mañana.

- Pues por todo lo que nos has dicho... Te gusta Chase. - Dijo Maddie sin rodeos. Abrí los ojos como platos.

- ¡¿Que!? ¡Eso es imposible! - Dije alterada.

- Oh claro que si, nena. - Dijo Sofia sonriendo triunfante.

- No, no y no. - Me negué.

¿Quieren saber como mis amigas piensan que me gusta Chase? Pues todo pasó hace un par de horas...

Dos horas antes...

- ¿Qué sientes cuando le ves?

- Pues... Me siento... Mm... ¿Feliz? ¿Contenta? - Casi sonó como una pregunta. Ellas asintieron. Sofia cojió un cuaderno y un lápiz y escribió algo. Supongo que lo que había dicho.

- ¿Estas apuntando, Sofi? - Le preguntó Madd a Sofia. Ella asintió sin quitar la vista del cuaderno. Rodé los ojos. ¿Tanta movída para esto?

- ¿Tienes ese brillo en los ojos cuando te habla? - Preguntó Sofia. La miré con una ceja alzada.

- ¿Como quieres que sepa eso si no me veo? Duh. - Dije burlona. Ella rodó los ojos.

- Si lo tiene. Se la ve feliz. - Le dijo Maddie. Ignoré su comentario. Sabía que no la haría cambiar de opinión.

- ¿Y tu como sabes eso? - Pregunté divertida.

- Yo lo sé todo. - Dijo divertida. Reí y preste atención a la pregunta de Sofi.

- ¿Como fue el beso?

- Pues dulce, apasionado, tierno... - Empecé a decir.

- Por lo que veo te gustó... - Dijo Maddie pícara haciendo un extraño baile con las cejas. Reímos todas.

- Le gustó. - Opinó Sofia. Me sonrojé. - Si, si le gustó. - Afirnó después de mi silencio.

- ¿Si alguna perra le coquetearía a Chase, que harías? - Preguntó Madd con una sonrisa de lado.

- Probablemte estrangular a esa perra y quitarle las extensiones una por una. - Dije imaginandome el momento. Iugh.

- Vale... Resumiendo... Estarías celosa. - Sofia siguió escribiendo.

- ¿Qué? ¡No! - Mentí. Las chicas ignoraron lo que dije y siguieron con sus preguntas.

- ¿Te pondrías tacones para ir a una cena con él?

Menuda pregunta más absurda. ¿De que mierda sirve este interrogatorio? Esto empieza a parecer el FBI. Y no bromeo.

- Nosé, supongo. - Respondí indiferente.

- Si te pusieras tacones, quiere decir que pondrías guapa para él... - Dijo Maddie. Sofia le pasó el cuaderno y él lápiz y esta vez quien apuntó lo que había dicho fue Madd.

- Claro que no... Solo lo haría para no ser tan baja. - Mentí otra vez.

- Si claro, y mi novio es Harry Styles. - Dijo Sofia irónica. Le lancé un cojín y ella empezó a reir. Sofia me lanzó un cojín que acabó dando a mi mejor amiga.

- ¡Ya vereis, perras! - Gritó mientras nos daba a las dos con más cojines. Reímos a carcajadas. Sin darnos cuenta, habíamos empezado una guerra de almohadas.

Después de un buen rato, caímos a la cama rendidas. Empezamos a reirnos todas a carcajadas y ni siquiera sabíamos porque.

- Hay... Que buena. - Dijo Maddie riendo.

- Vamos a hacernos un snapchat. - Dijo Sofia.

- Buena idea. - Dije.

Después de petar a nuestros amigos en snapchat, las chicas decidieron terminar con el "interrogatorio" o como ellas habían dicho: "test del amor"

Al final acabaron diciendome que me gustaba Chase y bueno... Aqui estamos ahora sin saber que hacer.

- Asique me gusta Chase... - Murmuré.

- Si, amiga. - Dijeron las dos divertidas.

- Tengo miedo. - Todo rastro de diversión desapareció de sus rostros.

Me abrazaron. Sofia dijo. - No tengas miedo, Becc.

- Estamos contigo y te vamos a apoyar siempre. - Maddie remarcó la última palabra. Sofia asintió de acuerdo con ellas.

Después de nuestro momento de vomitar arcoiris, nos volvimos a tumbar en la cama. Estabamos tumbadas hacia arriba mirando las musarañas del techo.

- Oye. - Llamó nuesta atención Maddie. - ¿Porqué no entramos en una de esas webs en google de haber si la pareja tiene quimica?

Sofia y yo explotamos en carcajadas.

- ¿Enserio crees en esas páginas? - Dije riendo.

- ¿Qué? Igual funcionaba... - Dijo Madd inocente.

- Yo creo que mejor mirar su horóscopo, ¿No? - Sugirió Sofia. Las dos son iguales. Rodé los ojos por la estúpuda idea.

- No, definitivamente, no. - Dije decidida.

- Vaaaleee. - Dijeron las dos como niñas pequeñas.

Al final decidimos charlas un rato sobre temas triviales.

Luego nos fuimos a la cama y yo rápidamente caí en un sueño que estaba protagonizado por unos ojos color avellana y una sonrisa matadora.

Los Miller Nunca Se EnamoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora