CAPÍTULO 1
[NARRA ___]
Pues aquí estaba yo, un domingo por la mañana tumbada en la cama intentando dormir. Pero eso se acabó muy pronto...
-¡___ levántate!- gritó mi hermano Chaz pegándome con la almohada. Este chico no tiene remedio.
-Joder Chaz, ¡me quieres dejar dormir! ¡Es domingo!- Grité. Este chico me saca de quicio. Parece un niño chico, y eso que tiene un año más que yo, 17.
-Mamá y papá quieren hablar con nosotros- dijo él. ¿Para qué querrán hablar con nosotros? Es decir, más o menos sacamos buenas notas y no vamos escapándonos de casa por las noches. Aunque, ahora que lo pienso, mis padres llevaban varios días discutiendo mucho, y eso me preocupaba.
-Vale, tranquilo, ya bajo- Me levanté de la cama y me puse las zapatillas. Bajé con mi hermano las escaleras y allí estaban mis padres, discutiendo otra vez a saber por qué.
-Mamá, ___ ya ha bajado- dijo mi hermano.
-Vale, por favor, sentaos, tenemos que hablar con vosotros de un tema muy serio- Dijo mi madre con la mirada seria. Esto me empezaba a dar mala espina.
-Como sabéis- empezó mi padre- estos días vuestra madre y yo hemos estado discutiendo- dijo mi padre muy muy serio.
-Y hemos tomado una decisión- Madre de Dios que no sea lo que estoy pensando- Vamos a divorciarnos.
Esas tres palabras se repitieron varias veces en mi cabeza. Mi hermano y yo nos miramos con tristeza, sin saber como reaccionar ante lo que nos habían dicho.
-¿Po-por qué?- dije. Mi voz temblaba y estaba a punto de echarme a llorar.
-Cariño, no podemos estar más así. No queremos estar juntos- dijo mi padre intentando tranquilizarme.
-¡ A ti te importa una mierda si os separáis o no papá!- Dije con la voz temblando. Mi hermano me pasó una mano por la espalda, y me puse a llorar en su hombro.
-Tenéis que decidir una cosa; os quedáis o con vuestra madre o conmigo- Eso ya fue el colmo.
-Papá, qu- Le cortó rápidamente mi padre a mi hermano.
-Nada de peros ni ques. Lo decidís ya- Dijo mi padre alzando la voz.
Era una decisión difícil, y decidí ir a mi habitación con mi hermano para hablar las cosas. Cuando llegamos a mi habitación, nos sentamos en la cama.
-Chaz, no se qué hacer- dije empezando a llorar. El me apoyó en su hombro y me frotó la espalda.
-Sshh, se que es una decisión muy difícil, pero hay que afrontarlo- En estas situaciones el era el mejor hermano del mundo.
-Papá, no es que sea el mejor del mundo, y no creo que quiera irme con él, y mamá, no se qué haríamos sin ella. Es la que está siempre con nosotros y nos consuela y todo- dije. Para mi, mi madre lo era todo.
-Yo, si tuviera que elegir- empezó Chaz- creo que con mamá- dijo él pensativo.
-Entonces, ¿nos vamos con mamá?- le propuse para ver que hacíamos al final.
-Por mí si, ¿tú quieres?
-Sí.
-Entonces venga, vamos a decírselo.
Bajamos al salón para decírselo y nos sentamos en el sofá.
-Bueno, ¿qué habéis decidido?- empezó mi madre.
-Nos vamos a ir contigo- dijo Chaz señalando a mi madre. Mi padre suspiró.
-Muy bien, me alegro de vuestra decisión- afirmó mi madre con una sonrisa en la cara- pero hay una condición, - ¿Pero qué quería ahora esta mujer?- Tenéis que veniros a vivir a California conmigo- En ese momento el corazón me dio un vuelco. Vivimos en Inglaterra ¿¡Y TENEMOS QUE IRNOS A CALIFORNIA?! Oh no, eso si que no.
-¿PERO POR QUÉ A CALIFORNIA?- Dije gritando.
-Allí me han dado una oferta de trabajo y una casa bien grande muy barata- Dijo mi madre feliz. Yo no comprendo a esta mujer, en serio.- Mañana sale el vuelo a las 8 de la mañana, así que id preparando vuestras cosas- y dicho esto, se levantó y se fue a su habitación. Me fui llorando a preparar mis cosas y les dije lo que había pasado a mis amigas lo que había pasado. Me dijeron que me iban a echar mucho de menos y que me querían. Eso me partió el corazón.
Así qué iba a irme a vivir a California, a empezar una nueva vida.