CAPÍTULO 3
[NARRA ___]
¿Sabéis lo que es el peor día de tu vida? Pues, yo había experimentado eso. Y la verdad es que no es nada agradable. En conclusión, en California North Side no puedo ser yo misma; bueno, ni en California entera. Aunque había conocido a dos chicas, creo que una se llamaba Ashley, y otra, Skylar. Por lo menos me 'facilitarían' la estancia allí. Y bueno...Niall se acercó a mí un par de veces para decirme algo, a lo que no hice mucho caso. Agh, era el típico tío que encuentra un par de putas y de las lleva al baño. Siento decirlo así, pero es lo que pienso. Me da asco.
'Sabes que esos ojos azules te encantan'
No. Los odio. Vamos ___, odias a él. También a esos ojos que te hipnotizaban, también esa sonrisilla contagiosa, también ese pelo rubio que se revolvía con sus manos, también esos labios que se mordía y se volvía irresistible.
No, no, no y no. No voy a volver a enamorarme. Sólo concéntrate en la pizza que te estas comiendo de Domino's Pizza y olvídate ___. Yo puedo.
-¡___! ¿Me quieres contestar ya!- dijo mi madre, sacando algunos vasos del lavavajillas.
-¿Qué? Ah si, ¿cuál era la pregunta...?- contesté algo confusa.
Mi madre suspiró, resignada.
-Que como te fue el instituto- Repitió la pregunta.
-Me fue perfecto, hice muchos amigos, todos me trataban muy bien, no me señalaron como 'la nueva'. Hice más amigos que en Inglaterra. ¿Te lo puedes creer? ¡Quiero morir en California!- dije, haciendo uso de la ironía.
Esta mujer está loca. Decidido.
-Vale ____, lo comprendo per- la interrumpí
-¡No joder, no lo comprendes! ¡Ni tú ni papá os habéis preocupado por mí! ¡Nunca! No sabes nada. ¿Qué pasa? ¿Ahora vienes de buena madre? No, mamá, no. ¿Recuerdas lo de mi ex-novio? ¿Eh? ¿Recuerdas quién me ayudó a superarlo? Nadie, sólo yo. - le reproché, y era verdad.
-¡____! ¿Crees que puedes hablarme así? A veces no sé a qué animal he creado. -me dijo, seca.
- Y yo no sé dónde estoy metida, en qué mierda estoy metida. -contesté, mientras notaba un pinchazo en mis ojos. Increíble como una cena puede convertirse en un pelea entre madre e hija, pero es que, joder, no aguanto más.
Salí corriendo a mi cuarto, pegando pequeños saltitos en las escaleras. De repente, sonó mi móvil, un mensaje.
De: Skylar
Hemos quedado con unos amigos ¿te apuntas?
Decidí contestar, tal vez acepto.
Para: Skylar
No sé, tal vez me lo piense ¿dónde?
Volví a meterme en mi burbuja de pensamientos, mi madre no se iba de mi cabeza. Un sonido interrumpió mis pensamientos.
De: Skylar
En Mullholland Boulevard ¿sabes dónde es? Si quieres voy a recogerte.
Estaba dudando; no tenía ni idea de dónde era y no sabía si ir, o sea, conozco a Skylar y a Ashley desde hace un día.
Para:
Mmmmm, vale, gracias ¿a qué hora te pasas?
No dio tiempo a que guardara el teléfono, ya me había contestado.
De: Skylar
¡De nada! Pues, ¿a las diez?
Vale, eran las ocho y media. Aunque no me apetecía ir, no quería parecer borde. Abrí mi armario y cogí unos jeans ajustados y una camiseta suelta, que casi dejaba mi ombligo a la vista, de color salmón. Acompañé el look con unas Converse del mismo color que la camiseta. Fui al baño, a maquillarme un poco. Eché en la palma de mi mano un poco de crema para base de maquillaje y la extendí por mi rostro. A continuación, alcancé la sombra de ojos. Me eché poca, de rosa claro. En mis labios, puse algo de brillo de labios. Rápidamente me hice las planchas, quería ir decente. Lista.
Bajé las escaleras y avisé a mi madre que me iba, aunque seguramente no le importaría. Salí a la terraza, esperando a Skylar.
Minutos después sonó el claxon de un coche, era ella.
-Hey -le saludé, con una sonrisa.
-¡Hola! Sube al coche, ¿qué tal? -me devolvió la sonrisa.
Subí al coche, y me acomodé.
-Bien, supongo ¿y tú?
-Muy bien, ¡es viernes! -dijo, riendo.
Solté una carcajada, mientras ella conducía.
-Bueno, vaya casa que tienes -me dijo, cambiando.
Yo, le sonreí.
-Me vine en contra de mi voluntad, esa casa no me gusta. Es muy, no sé, agobiante.
-Eso es lo malo, muy agobiante -indicó.
Poco después, llegamos a nuestro destino. Nos bajamos del coche, y después fuimos caminando hasta el Starbucks donde nos esperaban. Entramos, y... No joder, no puede ser él. Sus profundos ojos azules se fijaron en mí, examinando cada parte de mi cuerpo.
Prepárate ____, esta noche iba a ser difícil.