Posesivo :: Andy Biersack.

[06]

El timbre sonó y me levante para ir a ver quién era pero Andy fue más rápido y fue a atender.

–Yo voy tú quédate sentada. —me ordenó.

Ignoré lo que me dijo y con lentos pasos camine detrás de él. Andy abrió la puerta dejando ver a Darren con un ramo de rosas.

–¿Está Zoe?

–¿Quién eres tú? —Andy lo miró de pies a cabeza.

–Soy Darren, ¿tú eres su hermano?

–Aquí estoy. —dije acercándome a la puerta pero Andy me detuvo.

Darren frunció el ceño.

–Soy el novio de Zoe. —Andy apretó los puños— seré claro, quiero que te largues de aquí y dejes en paz a Zoe, si no lo haces voy a romper cada uno de tus frágiles huesos ¿me oíste? —apretó la mandíbula.

No dije nada, si decía algo me iba a ir mal o a Darren.

Darren se fue algo asustado y Andy cerró la puerta.

–¿Sigues hablando con el? —se giró hacia a mí.

–No, no lo he hecho.

–¿Porque a venido?

–No lo sé.

–Zoe más te vale que no estés hablando con el. —me acorraló contra la pared— recuerda que tú solo eres mía. —se acercó a mi cuello y lo succionó— solo mía. —por último me dio un beso en los labios y se separó de mi.

Se sentó en el sofá y se puso a ver la televisión.

–Siéntate acá. —señaló sus piernas.

Le hice caso y me senté encima de él quedando frente a frente con el.

Andy comenzó a besar mi cuello y después mis labios. Apretó mi trasero y me pego a él. Comencé a besar su cuello y acaricie su miembro.

El timbre nos interrumpió.

–Mierda. —se quejó Andy.

Me baje de encima de él y me senté en el sofá. Andy fue a atender.

Después de 1 minuto Andy volvió pero no sólo, si no acompañado de ¿mi madre?

–Zoe es para ti. —dijo Andy como si nada.

–Zoe querida. —dijo mi madre.

Yo solo la mire mal y me levante del sofá.

–Yo las dejo solas. —dijo Andy y se fue a la recámara.

–No cariño quédate. —lo detuvo mi madre.

–¿A qué has venido? ¿qué es lo que quieres? —dije con odio.

–De hecho he venido a hablar con tu novio.

–¿Qué? ¿Para qué? —fruncí el ceño.

–¿Conmigo? —dijo Andy al igual que yo.

–Si cariño, ¿podemos hablar en privado? —me miró mal.

Rodé los ojos y subí a la habitación.

Ya hacía media hora que estaba en la habitación, la espera me estaba comiendo viva. Quería saber que hacía aquí mi madre y hablando con Andy. Era obvio que esto iba a salir mal.

Mi madre y yo nunca hemos sido cercanas al contrario, siempre me ha alejado de ella, tratándome mal y demás. Hubo varias ocasiones en las que me golpeó. Igual pasaba con mi familia. A mi padre no lo conocía, siempre he querido hacerlo pero no sé nada sobre él. Tengo la esperanza de algún día poder abrazarlo, es el único con el que siento que puedo llevarme bien.

El sonido de la puerta me saco de mis pensamientos, me moví rápidamente y abrí.

Andy entró y cerró la puerta detrás de él.

–¿Qué ha pasado? —dije ansiosa— ¿Ya se fue?

–Si, ya se ha ido. —dijo como si nada.

–¿De qué han hablado? No ha de ser nada bueno, conozco a mi madre ella es un ser sin alma. —dije rápidamente.

–Es algo maravilloso. —se acercó a mí con lentos pasos— vamos a casarnos.

–¿Espera que? ¿Oí bien? —dije asustada.

–Has oído perfectamente cariño. —sonrío— vamos a casarnos. —dijo de nuevo como si nada.

–¿Qué? ¿Estás loco? ¿Piensas que yo voy a casarme contigo y a esta edad?

–Si que lo harás, tú madre y yo hicimos un contrato querida.

–No quiero casarme contigo ¡NO LO HARÉ! —grite frustrada.

–Zoe, estas haciéndome enojar. —llevó su mano a la cabeza.

–No me interesa, a la mierda todo. —lo empuje con todas mis fuerzas— ya no tengo porque vivir contigo, vivir con miedo ya no más. —dije tratando de aguantar las lágrimas.

–Vas a arrepentirte por haber hecho eso. —de un tirón me tomo del cuello y me empujó contra la pared— vas a hacer lo que yo quiera porque eres mía ¿entiendes? MIA —hizo énfasis.

El aire me faltaba, no podía respirar. Luche contra el pero no podía, todo ere en vano. Cada vez me apretaba más fuerte.

–D-uueleee. —dije apenas en un pequeño susurró.

Andy me soltó y me dio la espalda, fui cayendo hacia el piso. Poco a poco fui recuperando el aire. Estaba asustada realmente asustada, no quería vivir de esta manera. Había sido un error a ver venido hasta acá.

–Deja de llorar. —dijo frío.

Ignoré su voz y me hice bolita en el suelo.

Andy se agachó a mi altura y levanto mi cabeza.

Temblorosa lo miré.

–Todo lo hago por tu bien. —dijo con la mirada completamente perdida.