Comencé a caminar sin rumbo alguno, no sabía dónde estaba, solo caminaba y caminaba. Tal vez había cometido un error al venir aquí, tal vez nunca debí venir y seguir con mi asquerosa vida en Los Ángeles. Pero de algo estaba segura, lo único bueno y verdadero era mi amor por Andrew. Suspiré y entre a una tienda a comprar cigarrillos.–Gracias. —dije al pagar los cigarrillos.
–No hay de qué. —el viejillo me dedico una sonrisa amable y asintió.
Salí de ahí y me senté en una banca que había afuera, prendí el cigarrillo y lo fume con calma. Amaba la sensación que sentía al estar fumando, me relajaba.
–¿Qué hace una chica tan linda sola a estas horas de la noche? —dijo un chico que pasaba por ahí.
–No es de tu importancia —dije sin ganas— largo de aquí.
El chico me miró mal y siguió caminando.
La noche era fría y más oscura de lo normal, lo único que la mantenía iluminada era un viejo foco que pareciera que en cualquier momento iba a apagarse.
Termine mi cigarrillo y seguí caminando, no podía parar de pensar en los labios de Andrew junto a los míos, quería besarlo una y otra vez más, quería sentir su piel contra la mía, quería simplemente estar con el el tiempo que fuera posible.
El claxon de un carro me hizo reaccionar, pegue un brinco y dirigí mi mirada hacia el carro que iba a arrollarme gracias a mi estupidez. El conductor alcanzo a frenar antes de golpearme. El conductor bajo del auto preocupado pero me lleve una sorpresa.
–¿Zoe? —hablo aquel chico de ojos cafés mi ex novio, asentí y el sonrío aliviado.
–Aaron. —espeté.
–Por dios tengo días buscándote. —se acercó rápidamente para ver si me encontraba bien.
–¿Qué es lo que quieres? —lo mire mal— mejor dicho ¿qué haces aquí?
–En todo este tiempo no he parado de sentirme culpable Zoe —me miró preocupado— solo necesito que me escuches. —miro mis ojos.
–No puedo hacer eso —me aleje de él— ¿qué no entiendes que me heriste? no quiero oír tus mentiras.
–Por favor Zoe.
–He dicho que no —seguí caminando— adiós Aaron.
–Por favor Zoe. —me tomo del brazo.
–No Aaron entiende que no.
–Zoe no me hagas esto por favor.
–Ha dicho que no. —dijo una voz a nuestras espaldas.
Nos giramos y ahí estaba Andrew.
–No es algo que te interese hermano. —hablo Aaron.
–No soy tu hermano y si me interesa —lo miro desafiante— ella me interesa.
–¿Quieres pelear? —Aaron me soltó y se acercó a Andrew.
–Claro que sí. —Andrew apretó la mandíbula.
–Basta los dos —me puse en medio de ambos.
–Zoe apártate. —Aaron me empujó haciéndome caer al suelo, solo eso bastó para que Andrew golpeara su nariz haciéndola sangrar.
Me pare rápidamente y le di una bofetada a Aaron por haberme tirado.
–Vamos Zoe —Andrew me miró— ven a casa conmigo. —me extendió su mano.
Tome su mano y Andrew me ayudo con mis cosas.
–No vuelvas a buscarme —mire a Aaron— entiende que no quiero saber nada de ti.
–Los dos van a arrepentirse. —grito Aaron.
Andrew y yo comenzamos a caminar ignorándole.
–¿Estás bien? —Andy me miró— ¿qué ha pasado?
–Le he dicho a Tyler lo que sucedió hoy —suspire— le he dicho la verdad sobre mis sentimientos hacia él, le he dicho que aún siento algo por ti y me ha echado.
–¿Porque no has ido a casa conmigo? —apretó mi mano.
–No quería molestarte.
–Escúchame —se puso frente mío y tomo mis mejillas— tú nunca vas a ser una molestia para mí.
Sonreí y mire sus hermosos ojos azules.
–Gracias Andy —mire sus labios rápidamente.
–No Zoe, gracias a ti por entrar en mi vida. —sonrío y plantó un beso en mis labios.
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Posesivo :: Andy Biersack.
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