→ luke hemmings
Celebrar premeditadamente la victoria de un juicio no es algo que acostumbro a hacer, principalmente, porque nunca tengo que enfrentar juicios ni cosas por ese estilo. Obviamente, no es para mí lo más fácil del mundo tener que vivir una situación como esta, sobretodo porque yo confiaba mucho en Calum y saber que las cosas están terminando de esta manera me duelen un poco e incluso me molestan, diría yo que más que eso, lo que siento es desilusión.
La desilusión que alguien puede tener frente a los actos de otro es algo realmente complicado y doloroso, y yo no pensaba que eso me afectase de alguna forma pero lo hace.
Creo que estoy en un momento de mi vida donde no sé para donde voy. De alguna forma, el hecho que Calum ya no va a estar en mi vida me limita a volver a ser lo que era antes: un simple jugador de fútbol con una vida rutinaria. Las cosas que antes hacía ahora parecen lejanas y no quiero volver a eso, porque Calum ha cambiado mi rutina incluso si lo que hacíamos era lo mismo siempre; si discutíamos o si no nos hablábamos, pero los viajes inesperados, los besos robados, las borracheras, los momentos compartidos y todo eso son cosas que no pueden borrarse de un día al otro, de un minuto a otro. Son cosas que quedan grabadas en tu mente, en tu memoria, que parecen haber sido trazadas a fuego máximo en tu cabeza; cosas que no se pueden ni se quieren olvidar, mucho menos, cuando consideras especial a la persona con las que viviste todas esas experiencias.
Pero la decisión tomada es la mejor. Influida, obviamente, por mi representante y mis abogados. Yo no puedo dejar que Calum haga lo que quiera con mi imagen, además de que él tiene información confidencial y privada que no puede llegar a las manos de nadie por absolutamente nada del mundo, como el tema de Lisa Hemmings.
Y hablando de Lisa, ese es otro tema que me ha complicado. Mi hermana está enferma, y yo no le he dado la sangre que necesitaba. De hecho, me tomé un avión de vuelta a casa que me dejó en España en un par de horas, donde viajé en clase media porque no había más vuelos disponibles y era eso o quedarme más tiempo en Rusia. Sé que la he tratado mal, pero no puedo evitar que los viejos recuerdos de mi vida en Australia volviesen a mí cada vez que la veo. Ella ha hecho daño a todos los que han estado a su alrededor alguna vez. A Ashton principalmente, y ahora él está muy bien con Lena y creo que si existe algún Dios, Ashton debería estar agradecido con Él por encontrar a alguien tan buena como mi hermanita menor.
En fin, creo que tanto Calum como Lisa me han estado comiendo la cabeza últimamente y no me han dejado pensar con mucha claridad. Hoy tampoco pensaré con claridad, porque realmente planeo tomar mucho y emborracharme como no lo he hecho en meses, desde que empecé mi falsa relación con Calum y mi vida se volvió una rutina sanamente divertida.
Miro mi reloj. Son las diez y veinte de la noche y ya estoy vestido y he comido. Si algo he aprendido de mis borracheras anteriores, es que es muy importante comer antes de ingerir cualquier clase de alcohol. Como futbolista, no puedo tomar demasiado y mucho menos drogarme, pero el tema con el alcohol es un poco más liberal: puedo tomar en cuanto no termine con resaca antes de un entrenamiento, lo que limita obviamente la cantidad de bebida que se pueda llegar a tomar. De hecho, en mi primer club en Europa, uno de mis compañeros faltó a un entrenamiento porque había bebido demasiado la noche anterior y lo echaron del equipo, después de eso, se acabaron los campeonatos de beer-pong para mí y tomaba ocasionalmente las veces que salía, pero a medida que me iba acostumbrando a la vida europea y a la noche, comencé a tomar un poco más.
Antes de conocer a Calum, tengo que admitir, que era la clase de persona que salía todos los fines de semana —dentro de lo que mi apretada agenda me lo permitía— y que tomaba en grandes cantidades. Si mal no recuerdo, besé a Calum borracho la primera vez —y las siguientes también—.
